14. En el Supermercado.....con James

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- Al parecer era cierto eso de que las chicas se demoran hooooras vistiendose  - dice James.

- Cállate - respondo desde mi cuarto - Agradece que acepte acompañarte.

- Si, si. Lo que tú digas.

¿Quién se cree? Solo llevo metida en mi cuarto 15 minutos. No es para tanto....... Termino de hacerme una trenza (obviamente mal hecha) y bajo corriendo las escaleras.

- Ya estoy lista - aviso cogiendo mi cartera y cruzándola por mis hombros.

- Hasta que al fin - bufa James

- ¡Vamos! - exclamé, ignorando su comentario.

Abrí la puerta y me encaminé a la entrada del laberinto, mientras que James me seguía por detrás.

*****

- Oye, ¿por qué tenías un tarro de miel en tu maleta? - le pregunté al fin después de tanto tiempo con la curiosidad carcomiéndome

- Porque me gusta la miel. Así de simple - respondió.

- Mmm.

Seguimos caminando en silencio hasta que llegamos a la ciudad. Ya que aún es temprano no hay mucha gente. Nos dirigimos hacia el Supermercado. Ya adentro, ambos vamos directamente a donde están los estantes que contienen los tarros de miel.

- ¿Cuántos debería llevarme? - comenze a murmurar - ¿15 estarán bien? ¿O quizás 25? Mmm.

- Estás demasiado obsecionada con la miel - sentenció James - Me das un poco de miedo.

- Oh vamos - dije restándole importancia - Esto no es nada. ¿Tú cuántos tarros de miel vas a comprar?

- Solo 2 - exclamó enseñandome dos de sus dedos - No estoy tan loco como tú, "Chica miel" - termino con un tono de burla.

- ¡No me llames así! - grité, haciendo que las miradas de los que estaban a nuestro alrededor voltearan a vernos - Disculpen- dije un poco avergonzada. Se supone que tego que evitar llamar la atención, pero gracias a cierta persona no lo estoy logrando - ¿Ves lo que ocasionas? - le reprendo a James, volviendo a hablar con él.

- No es mi culpa el hecho de que hayas gritado como una loca... chica miel.

- ¡Que no me llames así! - vuelvo a gritar. Y como era de esperarse todos nos vuelven a mirar. Esta vez me importa un pepino el hecho de que no tengo que llamar la atención. Pierdo muy rápido la paciencia, ¿saben? - ¡¿Y ustedes que?! ¡¿A caso no tienen otra cosa de hacer?!

Todos vuelven a lo suyo mientras que yo intento calmarme.

<<Muy bien Kim, así se hace. Pero que forma más discreta de no llamar la atención. Debes estar orgullosa de ti.>>

- Vaya, vaya, vaya - escucho que dice James - ¿Quién diría que tenías ese carácter, chica miel?

- Ah - suspiro derrotada - ¿Acaso no vas a parar de llamarme así?

- Quien sabe......Kim - sonríe - Te puedo decir asi, ¿cierto?

- Si.

- Genial, chica miel - cambió su sonrisa por un gesto de burla.

- Decídete. ¿Cómo me vas a llamar? - dije exasperada.

- No lo se. Tendrás que acostumbrarte a que te diga como yo quiera.

- Si, claro. Como tú digas - suelto con sarcasmo.

- ¿Vamos a pagar? - dice - Yo solo voy a llevarme 2 tarros, tu llevate los que quieras.

James se dirige a la cajas registradoras. Al pasar por mi lado, con su mano acaricia suavemente mi cabeza, despeinandome un poco. Ese gesto me tomó por sorpresa. ¡¿Qué mierda le pasa a este chico con sus cambios de actitud repentinos?! ¡¿Y a mí que mierda me pasa para ponerme nerviosa solo por eso?! Rayos. Siento en este momento mi cara arder. Algo anda mal conmigo hoy. El calor me está afectando demasiado.

<<Pero Kim.... si no hay ni un solo rayo de sol en el cielo>>

Mierda, eso es cierto.

- ¿Que pasa, chica miel? Apresúrate. Aún es temprano y puede que no hallan muchas personas en las filas - escucho que dice James a lo lejos, haciendo un gesto para que me apure.

Salgo de mis pensamientos ridículos y corro hasta donde está él.

- Te dije que no me llamaras así - le reproché, haciendo un puchero, mientras caminabamos.

- Y yo te dije que te llamaría como quisiese - respondió con una sonrisa burlona.

Le saco la lengua de manera infantil. Ni cuenta me doy de que ya llegamos a nuestro "destino", si se le puede decir así.

- Diablos - se desespera James - No lo puedo creer. Y eso que llegamos temprano.

Si. De igual manera yo tampoco lo puedo creer. ¡¿Cómo hacen para haber tantas personas comprando a tan bajas horas de la mañana?!

- No nos queda de otra - le digo a James suspirando.

Ambos, resignados, nos dirigimos a la fila que parecía tener menos gente.

<<Pero que bonita manera de empezar el día>>

Es lo que pienso mientras espero en la cola.

Aviones de Ilusión {PAUSADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora