»Dos«

521 44 2
                                    

Era bastante cómico ver como la misma situación parecía repetirse. Ciertamente el rubio no se esperaba que tras pocos meses de lo ocurrido, nuevamente llegase un intruso al bar de esa manera, sobre todo cuando el ultimo les había dado los suficientes problemas. No había manera de que loa presentes apartasen la mirada del bulto en la espalda del hombre, bastante escépticos como para gesticular algo. Inclusive Yata quien solía ser el mas impulsivo parecía dudar sobre que decir.

Kusanagio sonrió con aparente calma antes de abandonar la barra y acercarse al hombre a paso lento. Algo en su mente le decía que esta vez posiblemente no seria como la anterior, si no mucho peor. Todos se mantuvieron al margen, sorprendidos de como él siempre podía mantener una expresión tranquila ante todo tipo de situaciones. Era absurdo que lo hiciese teniendo en cuenta lo que había hecho, que no era nada normal.

— ¡Te he dicho que no puedes recoger humanos! — Toda mueca amable paso a ser una completamente enfadada, casi desquiciada. No había manera de que nuevamente hiciese lo mismo y siguiese mostrando esa expresión de chico relajado que comenzaba a querer quemar. El intruso no pareció siquiera inmutarse con sus gritos y eso simplemente era mucho mas molesto.

Una carcajada divertida escapo de los labios de Shouhei, quien observaba todo cómodamente sentado en la barra del bar. Era cierto que Fujishima solía recoger perros y gatos con frecuencia, pero solo en una ocasión se había atrevido a recoger una persona de la calle; Esto había llevado al problema de Eric, quien termino uniéndose a Homra. No fue malo del todo, sin embargo no estaba muy motivado a tener otra obligación ahora.

Solo habían pasado dos meses desde lo ocurrido con Eric, y uno de lo de Basashi -el caballo Strain-. Totsuka sonrió mientras grababa aquella divertida y familiar escena. El por otra parte no sentía que aquello pudiese ser un problemas, por el contrario era bastante refrescante tener algo de movimiento de vez en cuando. Además, el también ayudaría a una persona en la calle si pudiese.

— Pero esta sangrando.

Fue así como todos notaron que efectivamente había sangre. La lluvia había ayudado a que esta no se notara del todo, pero tras entrar al bar Kousuke fue completamente consciente de esto, preocupándose por la joven y el lugar en el que podría estar la herida. Le había notado bastante débil y realmente no quería que corriese mas peligro al estar bajo la lluvia.

— Ponlo aqui — Izumo suspiro antes de apuntar en sofá, sabiendo que no podía dejarle de esa manera. Fujishima no lo dudo un segundo y dejo a la joven delicadamente sobre este, causando gran sorpresa en todos los presentes que curiosos se habían acercado para observarle mejor. Por un minuto entero intentaron mirar desde todos los ángulos posibles para así asegurarse de que sus ojos no les engañaban. Pero no. Al instante Yata aparto su rostro sonrojado.

¡It's a girl! — Eric observo sorprendido a Fujishima que no parecían nada afectado con esto. Kusanagi hizo una pequeña mueca antes de girarse en busca de algo con lo que pudiesen secar y curar a la joven. Apenas si era cubierta por un grueso camisón negro y en su hombro podía notar el gran corte por el que no dejaba de brotar sangre.

[...]

Suspiro profundamente antes de abrir sus ojos. Intento enfocar un poco mas no reconoció el lugar en el que se encontraba, aun así la sensación de calidez y comodidad era agradable. Las imágenes de todo lo que había tenido que pasar golpearon su mente, aturdiéndole.

— ¡Ah, despertó!

Confusa observo a su alrededor notando no solo que estaba cubierta por una manta, si no que además habían unas cuantas personas a su alrededor observándola. Se tambaleo un poco y consiguió sentarse en lo que ahora reconocía como un amplio sofá. Les observo esperando que alguno hablase.

— ¿Realmente no recuerdas nada? — Ella no podía sentir nada malo viniendo de alguno de ellos, sin embargo intentaba mantenerse neutra. Negó lentamente con su cabeza, tratando de recordar todo lo que pudiese. Vagos datos que jamas olvidaría estaban presentes en su mente. Su nombre por ejemplo, que nunca olvidaría incluso si se referían a ella por números -el de su celda-.

Había muchas personas allí, pero ninguna le parecía tan aterradora como los oficiales de Scepter 4 y sus espadas. Apretó un poco sus labios y observo entonces al chico que le había ayudado en la calle; a ese no lo olvidaría incluso si no se habían presentados adecuadamente.

—... Mi nombre — Susurro suavemente, corriendo lentamente su mirada hasta posarla en unos ojos que no había visto hasta ahora. Un pequeño suspiro de tranquilidad escapó de sus labios sin poder evitarlo, pasando completamente por alto el como todos le incitaban a continuar lo que estaba por decir. — Ania — Musito.

Fue entonces que Izumo pareció notara que la joven observaba cualquier otra cosa menos a alguno de ellos. Automáticamente siguió la trayectoria de su mirada hasta toparse con una conocida mirada ámbar que como siempre no expresaba demasiado. Carraspeo un poco y avanzo hacia su amigo de alborotada cabellera roja.

— La recogió Kousuke. Parece bastante desorientada.

Le informo tranquilamente. Su voz consiguió captar la atención de todos quienes finalmente notaron la presencia de su rey, el cual parecía acabar de despertar. Sin embargo Mikoto seguía mirando a la joven como si esta realmente fuese un simpático animalito recogido de la calle. Ella parecía muy frágil y confundida, además debía admitir que verla acurrucada en un extremo del sofá era divertido.

— Ella no tiene donde quedarse — Tatara avanzo hacia ellos aun con su cámara en mano. Ella no lo había dicho en absoluto, pero eso deducía debido al estado en el que Fujishima le había encontrado. Mikoto le lanzo una ultima murada antes de finalmente observar al castaño. No había que ser un genio para saber lo que quería Totsuka, al igual que Kousuke.

Mikoto soltó un pesado suspiro, ya acostumbrado a esas situaciones poco usuales en su clan. Observo a la chica que parecía realmente extrañada de lo que estaba sucediendo a su alrededor, como si no comprendiese nada. Finalmente le dedico una mirada a Kusanagi antes de retirarse. Izumo era el dueño de aquel bar.

El rubio observo al rey hasta que este se perdió de su vista. Finalmente regreso su atención a la chica antes de suspirar. — Puede quedarse.

Light in you [K project]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora