Capitulo 5: Antes del amanecer

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Algo o alguien entrando en mi habitación pareció despertarme, no quise abrir los ojos hasta que ese alguien se tumbó a mi lado abrazándome. ¿Taemin?

Me giré sin hacerle ningún tipo de pregunta y lo abracé también tocando el bajo de su espalda con una mano y su nuca con la otra. Su piel era tan suave, tan perfecta.

Taemin entreabrió su boca dejando estampar su dulce aliento en mis labios los cuales estaban a la vez a pocos centímetros de los suyos. Lo besé tiernamente y el beso que comenzó de esa manera, poco a poco se fue volviendo más y más agresivo. Me situaba encima de él sin llegar a recostarme sobre él, con una de mis rodillas hincadas en la cama dejando su pierna izquierda entre estas. Mis manos habían cambiado de lugares; la izquierda se situaba en su cadera y la derecha lo agarraba del hombro empujándolo hacia mi. Mí lengua penetró en su cavidad acariciando y jugando con la suya y tocando sus encías y su paladar, mientras mis labios se movían ferozmente devorando los suyos.

La mano situada en su cadera fue levantando su playera hasta quitársela. Me separé de él poniéndome de rodillas y me quité la pieza superior de mi pijama. Observé su cuerpo semi-desnudo deleitándome con él.

Comencé a tocar esas porciones de piel desnuda de manera que el empezó a dar profundos suspiros los cuales acallé con un beso ardiente provocando que se trasformaran en dulces gemidos. Me retumbé un poco sobre él sin aprisionarlo pero provocando que nuestra piel desnuda estuviera en contacto al igual que su pierna allá donde yo aun estaba “Arrodillado” pudo notar la erección de mi zona sensible y yo mismo con mí abdomen que estaba prácticamente apoyado en su entrepierna pude notar su erección.

Comencé con un movimiento de vaivén frotando nuestros cuerpos excitándonos aun más. Él gemía con los ojos cerrados susurrando mi nombre, parecía que me pedía que me lo comiera y no lo hiciera esperar más.

Me separé de él lentamente dejándolo completamente inmóvil tal y como lo había dejado, extasiado. Y me deshice de la ropa que nos quedaba a ambos.

Me tumbé esta vez yo boca arriba y él se puso encima mía con nuestros miembros en contacto al igual que nuestro pecho, abdomen y labios.

Nuestros miembros se frotaban con el movimiento de cadera de Taemin y ambos gemíamos fuertemente. Él pareció correrse en mi abdomen pero yo aun no había terminado y quería hacerlo mío, sentirme dentro de él...
- Hyung, Hyung, son más de las 10, despierta. - Me decía Taemin el cual ahora estaba de pie al lado de la cama.

Lo tomé con un brazo con tanta fuerza que lo tumbé encima mía. Él estaba totalmente rojo y pareció darse cuenta de el bulto completamente duro situado en mi entrepierna la cual la tenía justo encima de la suya. Apartó la mirada intentando mirar a la pared del lado derecho.

- Escuche tu-tus gem-gemidos y vine aquí preocupado, ¿es-estas bi-bien?¿Tenías una pesadilla? - Dijo tartamudeando. Sí el supiera que lo que había tenido posiblemente había sido lo mejor que había soñado en toda mi vida no podría ni mirarle a la cara por la vergüenza.

Extrañamente me sentía demasiado caliente y sin fuerzas. Él acercó sus labios hasta mi rostro y los posó sobre mi frente como una madre hubiera hecho.

Lo que me temía, ya decía yo que estabas demasiado caliente y incluso estas sudando frío. - Dijo él centrado. - ¡Tienes fiebre, estas ardiendo! ¿Me puedes decir donde se encuentran los medicamentos?

- Sí... abajo en la cocina... en una caja con una cruz verde... - Dije sin fuerzas, Taemin se levantó y escuché como bajaba las escaleras rápidamente.


Comencé a  estornudar, probablemente me había resfriado con la lluvia de ayer.

Taemin volvió con un vaso de agua y una aspirina. Intentó de que me pusiera recto contra el cabezal de la cama poniendo algunas almohadas para que estuviera más cómodo. Me dio el vaso y la aspirina y esperó de pie plantado como un as de picas.

- Vamos, asiéntate a mi lado babo. - Dije sonriendo por su actitud.

Levanté la colcha para que el se pudiera meter tras quitarse mis zapatillas las cuales le quedaban graciosamente grandes. Se puso a mi lado con su típico rubor y evitando mirarme. Me tomé la aspirina y me dediqué un largo y silencioso tiempo a mirarle.

 Tan lindo como siempre..

- Si quieres tomarte una ducha adelante, toma lo que quieras. - Le dije intentando de romper el silencio. Él asintió y se levantó de la cama yendo a mi cuarto de baño rápidamente. - Y que ropa te vas a poner, te has ido tan rápido que ni me ha dado tiempo decirte que cojas cualquier cosa. - Dije a mi mismo ya que el ya no me escuchaba y me reí ligeramente ya que me veía de venir lo que iba a ocurrir.

Al cabo de diez minutos, Taemin salió del baño con mi toalla - la cual era bastante grande para cubrir todo su cuerpo – y me miró con un rojo intenso, su cuerpo parecía estar encogido debido a la timidez. Suspiré y reí.

Ya me encontraba mejor así que me levanté con una sonrisa de media luna.

- Veamos vente que voy a mirar si hay algo que me quede pequeño que te esté bien a ti. - dije aun riendo y dirigiéndome al armario sin mirarle para no intimidarlo más de lo que el ya estaba.

- Gra-gracias Hyung. - Dijo a mi espalda.

Agarré una camiseta que me estaba muy estrecha, un chándal pequeño y ropa interior. Me volteé y o mis ojos alucinaban debido a la fiebre, o me iba a volver loco de un momento al otro. Él, torpemente al dar varios pasos hacía mi se le había caído la toalla y ahora lo tenía totalmente desnudo y petrificado enfrente mía.


Imposible.


Dí varios pasos ansiosos hacía él y le tendí la ropa devorándolo irremediablemente con la mirada. No la quiso coger y dio un paso hacía mi abrazándome con su rostro hundido en mi pecho.

- Por favor, no te retengas, eso me humillaría aun más... - Me dijo susurrando con la voz quebrada.

 Al ver que yo no me movía al escuchar semejantes palabras, empezó a levantar poco a poco mi playera acariciando mi piel a la vez que lo hacía provocando que me erizara ante su contacto.

Levantó su rostro para mirarme con una expresión de niño chico que pide piedad. Estúpido, lo has logrado, acabas de sacarme de mis casillas.

Terminé de quitar mi camiseta, lo levanté en mis brazos y lo llevé hasta la cama dejándolo tumbado en ella con las piernas colgando en el aire. Me deslicé sobre él acariciando su piel y al llegar a su pezón, con tan solo presionarlo un poco el gimió dulcemente. Comencé chupar, retorcer, pellizcar y morder su pezón sin querer dañarlo. Sus gemidos eran como música a mis oídos, música la cual me excitaba y hacía querer devorarlo inmediatamente.

Dejé sus pezones de lado y fui directo hasta esos dos suaves y rosados labios, tan apetecibles que comencé a devorarlos sin previo aviso adentrando mi lengua en su cavidad de manera demasiada excitante tanto que noté contra una de mis piernas, como su miembro se había despertado definitivamente y esto hizo que el mío también se despertara.

Seguí deleitándome del sabor de su saliva y sus labios al mismo tiempo que comencé a quitarme el pantalón al mismo tiempo que mi ropa interior. Una vez ambos estábamos con la misma cantidad de ropa - ninguna – comencé a tocar ambos miembros con cada una de mis manos, suavemente, sin ritmo y sin apenas velocidad.

Taemin cada vez gemía más, gemidos que se ahogaban entre mis labios, gemidos demasiados dulces y inocentes. Quería oírlos más y más, y volverme loco con ellos.

Bajé lamiendo en una linea con mi lengua todo su cuerpo hasta llegar a aquel delicioso manjar el cual agarré de la base con mi mano haciendo que todo su cuerpo se tensara y luego comencé a lamerlo con la lengua como si de un helado tratase.

Él se tapó la boca para que sus gemidos no se escucharan demasiado, no tenía ningún motivo para hacerlo. Paré todos mis movimientos y intenté reincorporarme para ir a besarle.

- No es justo, quiero oírte gemir. - Le dije entre besos, entonces llevó una de sus manos hasta mi miembro comenzando a masturbarlo suavemente.

- Ahora te toca a ti hyung... - Dijo muy bajito tanto que tuve que deducir el resto de las palabras escuchando solo una parte.

Me tumbé al lado suya boca arriba para facilitar lo que el me quisiera hacer.

- Adelante... - le incité para que se desbloqueara y se acomodara tumbado entre mis piernas masturbando con ambas manos mi miembro.

Sus manos eran tan cálidas y suaves que se sentían genial, comencé a gemir y a suspirar irremediablemente observándolo

De repente, acercó sus labios rosados a mi miembro tocándolo con la lengua un tiempo breve y luego tímidamente comenzó a lamerlo al igual que como yo lo había hecho, como si fuera un helado. Al poco tiempo se lo metió en la boca provocando que me pusiera tenso debido al placer y que gimiera más fuertemente bajo el contacto de sus labios aprisionando mi miembro.

En el momento que el paró y se sacó mi miembro de la boca, me moví rápidamente para situarme en posición invertida a él y poder lamer su miembro al mismo tiempo que el lamía el mío, al mismo tiempo que ambos soltábamos gemidos ahogados.

- Hyung me voy a... - Supe que quería decir a pesar que un profundo gemido.

Su esencia pronto invadió mi cavidad colándose por mi garganta y impregnándome de aquel sabor agrío él cual no me importó ya que justo llegué al orgasmo.

- Taemin... - Dije a tiempo que me corría en su boca también.

Cuando terminé de vaciarme dentro de la boca de Taemin me dí la vuelta tumbándome al lado suya boca abajo, exhausto al igual que él.

Acaricié su mejilla con la palma de mi mano dedicándole una gran sonrisa provocando que se enrojeciera.

- Voy a ducharme, vístete, luego te llevare a tu casa a que te cambies y luego iremos a trabajar. - Le dije tranquilamente. Él solamente asintió.

Tras ducharme me enrollé la toalla alrededor de la cintura y salí del baño.

Taemin estaba sentado en la cama mirando al suelo, al verme salir me miró y volvió a agachar la cabeza, sonreí y fui a sacarme algo de ropa y empecé a vestirme ahí mismo de espaldas a Taemin.

- Venga, vamos. - Le dije a Taemin cogiéndole de la mano para que se levantara de la cama y luego lo llevara detrás mía por las escaleras y luego hasta el coche tras coger las llaves.

- ¿Donde vives? - Ni lo había pensado, no lo sabía, y ahora lo iba a saber.

Taemin me guió hasta su casa. Era amplía y bonita. Taemin volvió a los 10 minutos aproximadamente, su cara estaba cambiada y no mostraba tanta alegría. Conducí hasta el restaurante con un silencio algo incomodo pero no podía hacer nada para remediarlo por que no sabía que decir así que simplemente me callé.

Llegábamos un poco tarde eran ya las 13 y los clientes que venían a desayunar ya no estaban claro está. Taemin se fue a su cocina y yo dí la típica vuelta rutinaria comprobando que todo estaba bien pero en el momento en el que buscaba a Onew para pedirle noticias no lograba encontrarlo.

- No creo... - Dije para mi mismo dirigiéndome a la cocina.

Entré y allí estaban. Onew estaba asentado a pocos centímetros de Taemin encima de una encimera mientras Taemin preparaba una masa. Onew se dio cuenta de mí entrada y me miró.

- Minho, ¿necesitas algo? - Me preguntó Onew.

- ¿Por qué estas aquí? - Le contesté de manera cortante, Taemin se volteó para mirarme con la cabeza agachada.

- ¿Acaso no puedo? - Dijo arrogante. - O acaso es que... él es “tuyo”. - Siguió haciendo comillas con sus dedos en la palabra “Tuyo”.

Me acerqué hasta él con el puño cerrado pero no podía pegarle, no delante de Taemin, ¿qué le desmostaría así?

- Sí, lo es. - Dije desafiante.

Su Encanto es el de Lucifer(2MIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora