Mi padre

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FLASCHBACK

(24 HORAS ANTES)

Estaba preparada para afrontar lo que me viniera encima.

-Mamá? Donde estas- pregunte

-ESTAMOS en el salón- ese estamos no me gusto como se oía de la boca de mi madre, parecía como si tuviera miedo.

-mama quién es...?- dije refiriéndome al hombre que se encontraba sentado de espaldas a mi. En cuanto me oyó se giró y la cara del hombre con quien había tenido tantas pesadillas de esas en las que mi madre moría apareció ante mí.

-soy Solomon Kein-dijo el hombre con una voz que me erizo el bello.

Ese rostro y el sonido de esa voz tan gélida fue lo último que vi y oi antes de caer desmallada en el suelo

FIN FLASHBACK

Me desperté sobresaltada, menos mal solo había sido una mala pesadilla

- pero parecía tan real- no pude evitar pensar en ese misterioso hombre que hacía llamarse Solomon Kein, un nombre que me resultaba conocido. Había llegado a soñar con un hombre que abandonaba aun bebé recién nacido a las puertas de una enorme casa, eso es lo único que recuerdo, pues iba cubierto con una gabardina oscura tipo detective y un sombrero calado hasta las cejas, que apenas dejaba ver una rendija de sus ojos...¿dorados, verdes, azules, marrones...?. No estaba muy segura pues a cada momento que pasaba, su iris iba cambiando repentinamente de color. Algo que nunca había visto, o eso creía yo.

Mi gata Agatha, entró maullando por la puerta, se subió a mi cama y se acomodó para dormir entre las sabanas revueltas.

-hola cariño- dijo mi madre entrando a mi habitación.

-como te encuentras?- me pregunto preocupada.

-estoy bien mama, no me ha pasado nada solo llegue de cenar con Edward y me acosté, eran las 12 casi la una.-la cara de mi madre era de no entender nada de lo que  yo le había dicho.

-quiere alguien explicarme, que es lo que está pasando aquí? – dije a voz en grito sin siquiera inmutarme.

-de verdad no te acuerdas de que te llame anoche porque alguien había venido a verte, ese hombre es…- no deje que terminara la frase, le hice un gesto para que se callara, pues no estaba dispuesta a que pronunciara ese nombre pues ahora lo recordaba todo.

-no se te ocurra nombrar a ese malnacido, quien el mismo se considera como mi padre biológico, pero todos sabemos que yo nací de las llamas, del amor de la diosa, una lagrima y una gota de sangre. Por tanto no puedo tener un padre, menos un traidor, que me arrebato de las manos de mi madre para entregarme a… otra familia.- quería a mi madre adoptiva, pero ese no era el momento de que los sentimientos surjan pues algo había aprendido de los sueños y pesadillas que me rondaban casi cada noche, y era que en cuanto a proteger lo que quieres debes dejar la sensiblería a un lado y no tener defectos o puntos flacos por los que puedan dañarte o acceder a tu corazón para arañártelo y desgarrártelo.

Desde que había adquirido mi nuevo luck y poderes, me sentía más poderosa y mi personalidad se hizo más firme, decidida y segura de mi misma, sin temer a nada ni a nadie, dispuesta a todo lo que la vida esté dispuesta aponer en mi camino, a ofrecerme.

-donde esta ese traidor de Solomon Kein.- le voy a decir unas cuantas palabritas- pensé crujiéndome los dedos de las manos-

-Laila no seas muy dura con él, al fin y al cabo él es tu…- la hice callar con una mirada de rabia que hizo el efecto que deseaba sobre mi madre-

- no, que ni se te pase por la cabeza, el me abandono así que es como si nunca hubiera tenido un padre de verdad, tampoco lo espero. Él es solo un cobarde que se enamoró de mi verdadera madre y la engaño, quitándole lo que más le importaba, yo.- le digo fría, dirigiéndome hacia la puerta, pero mi madre me detiene sujetándome por el brazo.-Ha llamado Edward quería saber si habías despertado ya, cuando puedas llámalo, quieres?- yo simplemente  sigo mi camino y le hago un gesto con la mano en señal de que ya lo aria más tarde.

-Que se supone que haces aquí?- me dirijo a Solomon, quien nada más verme se levanta del asiento y se inclina para hacer una reverencia.

-alteza, como habéis cambiado- me dice con cara de haberse arrepentido de haber venido-

-Que pasa, esperabas que siguiera siendo la misma cría a quien secuestraste y arrebataste de los brazos de su madre? Ha, seguro que estarás muy sorprendido al verme así, y si no tienes nada que decirme ahí está la puerta- le digo haciendo que una ráfaga de aire abriera la puerta de golpe , a lo que el respondió, tragando saliva y temblando de miedo.

-adiós- dije fríamente y una vez estuvo fuera cerré la puerta

Ahora toca hablar con Edward y hoy iba a darle una respuesta a su pregunta: que si.

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ADJUNTO UNA FOTO DE LAILA Y EDWARD BESANDOSE!!!

BESOS

LADYREVEL

CIUDAD DE BRUJASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora