Una razón para vivir

Capítulo 1.

Me despierto como todas las mañanas por la voz de mi padre que dice que deje de ser una niña moza y me levante. Al hacerlo y hechar un vistazo a mi celular me doy cuenta de que son las 4:00 am. Con la pereza más grande del mundo me levanto y me dirijo al estilo zombie hacia el baño.

Una vez lista cabe resaltar que ha pasado aproximadamente una hora y media desde que desperté ya que adoro el agua. Saludo a papá, a mamá y observo a mi hermana de 6 años dormir plácidamente acurrucada en su cama ya bañada.

Me presento ya que se deben estar preguntando... Y éste o ésta quién es? Pues que quieres que te diga soy una persona de carne y huesos a quien sus padres decidieron llamar Stephanie Lucía Figueroa Ríos y no es que pudiesen escojer otros apellidos. Volviendo al tema, tengo 14 pronto 15, estudio en el Colegio SER San Antonio, según muchos el mejor colegio del municipio, hoy inician las clases–entro al 10mo grado o 4to año– y estoy nerviosa como siempre y no por ser nueva, porque no lo soy, pero siempre siento esa adrenalina al empezar la escuela.

Al llegar a la parada de buses me encuentro con una de mis mejores amigas Martha Valdivia quien enseguida me abraza y yo le correspondo.

- Parece que nos hablamos- dice haciendo referencia a nuestras mochilas y zapatos iguales. Nuestro uniforme es sencillo unos pantalones simples de color azul y una camiseta Sport con el logo del Colegio.

- Nerviosa como siempre?

- Ya sabes como soy- le respondo en lo que veo aproximarce el bus
- Y sabes qué es lo peor de este día?- pregunta y yo niego- nos van a juntar a los que el año pasado eramos del 9no A y B!

Bueno eso si es malo desde que entré aquí en el SER San Antonio mi generación A y B han tenido rivalidades. Y si este año nos unirán que se preparen los profesores por que 10mo definitivamente se convertirá en un infierno...