Capítulo 4.

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- No es nada- me dice y se suelta de mi agarre bruscamente.

- Que no es nada??- le digo al borde del enojo- Alejandro, te cortas!! En una de esas puedes hacer un mal movimiento y ahí si vas a estar acabado!!

- No importa!- me dice aún sin mirarme- además... Eumar también lo hace... Por qué no lo regañas a él?

- Porque a Eumar le comprendo y ya está recibiendo ayuda por parte del psicólogo- le respondo calmandome un poco- tú no...

- Cómo lo sabes?

- Simple- le muestro su muñeca y las cicatrices que hay en esta- si ya estuvieses recibiendo ayuda no se sentirían estas cicatrices resientes, y lo están. Hamilton... No tiene que hacer eso, tienes muchas personas a tu alrededor a quienes le importas, tienes a tus padres... No sé si tienes hermanos...

- Tengo una hermana menor- me interrumpe.

- Imagina lo importante que has de ser para ella...

El solo se queda pensando... Pero en eso llega el profesor y debemos continuar con la clase así que vuelvo a mi actitud de niña aplicada e inteligente cosa que me cuesta mucho.

De reojo puedo ver a Alejandro tratando de poner atención en clase pero voltea a ver a sus amigos, Eumar y Flavio quienes han entrado en una pelea de a quien le pertenece el lápiz y al final este termina volando hacia la cara de mi amiga Martha la cual enojada les riñe en voz baja.

- Lo siento Deyanira- le digo en un susurro- pero parece que siempre serás como un tipo de tiro al blanco.

Ella me fulmina con la mirada pero se que tanto ella como yo, queremos reír al saber que sí, es cierto, ella siempre será como un tipo de tiro al blanco humano.

Una razón para vivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora