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Estaba caminando por los alrededores del viñedo, pensando en quien había querido dañar mi vino, eso que con tanto sacrificio hice.

-Zayn.- Esa voz era reconocible para mí, la podría reconocer en cualquier lugar.

Voltee a verla y ahí estaba.

-¿Que haces aquí? Ya es tarde Perrie.- Era a penas de la una de la madrugada ¿que hacia ella aquí?

-Quería pedirte perdón por como te traté en la mañana, lo siento.- Dijo acercándose más a mi.

-Está bien, ya pasó.-

-Jade me contó lo que ocurrió con tu vino.- Tomó mis manos entre las suyas haciendo que mis nervios aparecieran otra vez. -Si me necesitas aquí estaré.- La miré y asentí.

-Gracias.-

Ella simplemente me abrazó y yo no podía apartarla.

-Gracias por haber venido, me tengo que ir.- Dije tratando de separarme de ella.

-¿Podemos hablar?-

-Perrie no creo que sea..- Me cortó.

-Solo te quito cinco minutos.-

-Bien.-

-Quería que me perdonaras por no haber confiado en ti cuando debí hacerlo, tal vez nunca volvamos y lo entiendo, pero al menos déjame estar cerca de ti.- Suplicó.

-Quedamos en ser amigos Pezz.- Traté de sonreír.

-Si pero..- Esta vez la corté yo.

-Tranquila, ya te perdoné.-

Me despedí con la mano y entré a la casa.

(...)

Entré a la casa de Zayn por su ventana. Reía internamente nunca había hecho esto por alguien. Se escuchaba como el agua caí, lo que quería decir que se estaba bañando. Me escondí para verlo, tenía su toalla envuelta en la cintura mientras se colocaba un poco de perfume. Me acerqué a el, lo tomé del brazo haciéndolo girar y lo besé. Al principio se sorprendió, pero luego me siguió el beso. Lo tumbé sobre la cama y sonreí. Quité toda mi ropa quedando solo en ropa interior, comencé a besar sus labios, esos que tanto amaba y me volvían loca. Mordí su labio inferior haciendo que el gruñera, chupé su cuello dejando marcas que posiblemente mañana se verían. En un movimiento el quedó sobre mi y besó mis labios, quitó mi sostén y comenzó a besar, morder y succionar mis senos sacando gemidos y jadeos ahogados de mi. El quitó su toalla dejando ver su notable ereccion, sonreí coqueta y me acerqué a sus labios. Bajó mis bragas besando mis piernas.

-Estás muy mojada preciosa.- Sonrió acercándose a mi intimidad.

Preciosa, esa era la palabra que siempre me decía cuando éramos novios. Lo extrañaba tanto y me odiaba por haberlo dejado.

-Zayn.- Susurré. -Hazlo ya.- Dije agitada mientras el sonreía.

-¿Alex no sabe hacerlo?- Dijo mientras buscaba su preservativo.

-Alex no sabe hacer muchas cosas.- Dije mientras lo veía directamente a los ojos.

-Espero que no se enoje por saber que su novia está aquí conmigo.- Rió.

-Espero que Gigi tampoco se enoje.-

-No se tienen porque enterar.- Dijo y me penetró.

-¡Ah!-

-Estás muy apretada.-

-Espera.-

Comencé a acomodarme hasta que comenzaba a excitarme y a gustarme.

Vino el amor |Zerrie|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora