Tome mis cosas y salí de casa, ajuste mi bolso al hombro y empecé a caminar pero me detuve frente a la casa de los mellizos. Casi se me olvidaba que Nathy me había pedido ir con ella hacia el Instituto, ya que es nueva y quizás no conozca bien donde es.
-¡Nathalie! –le grite a la chica para que saliera, solo tuve que esperar unos segundos para que ella saliera de casa. Venia vestida con unos jeans Levi’s, unos Converse blancos y una polera con cuello en “V” de color blanca con un estampado de león. En conclusión se veía muy bien.
-Hola Jass –me dijo saludándome con un beso en la mejilla muy sonriente.
-Hola Nathy –dije empezando a caminar, si quería que le mostrara el lugar para que supiera donde quedaba cada aula, teníamos que llegar pronto, porque si nos demorábamos no tendríamos tiempo.
En el camino fuimos hablando sobre cosas sin sentido, a veces reíamos. Esta chica era muy divertida ya que hacia muecas raras con la cara haciéndome reír, a pesar de que era muy energética y alegre… presentía que seriamos muy buenas amigas.
Sin darnos cuenta ya estábamos caminando por los pasillos del Instituto que estaban llenos de alumnos, todos nos miraban y era un tanto… incomodo. ¿Que harían ustedes si vieran a la nerd (no tan nerd en secreto) caminando con la chica nueva y guapa? Yo solo me quedaría mirando sorprendida… y así era como los inútiles nos estaban mirando.
-Jass… -me susurro discretamente mientras se acercaba un poco a mí para que la escuchara- ¿soy yo o todos nos están mirando? –dijo incomoda con la cabeza gacha mientras ponía una sonrisa un tanto incomoda.
-Tranquila… debe ser porque eres la “chica nueva” con la “chica nerd” –dije soltando una pequeña risita para aflojar un poco la tensión. Caminamos hasta que nos quedamos frente a la sala de dirección para que Nathy pueda tener su horario y la llave de su taquilla.
-Mmm… buenos días soy Nathalie Evans… emm… la chica nueva… -dijo un tanto incomoda mientras miraba a la mujer intimidante que estaba tras el escritorio escribiendo en una caja metálica que tenía como computadora. Irritada la secretaria levanto levemente la vista y miro a Nathy por sobre sus lentes. Esa mujer sí que intimidaba, sus ojos negros como un agujero negro la acompañaban con unos grandes lentes blancos que le hacía contraste con su piel morena la hacían ver más ruda, a pesar de ser una mujer regordeta… daba miedo. Busco ente unos papeles que tenia junto a su “computadora” si es que se le puede llamar así a la gigantesca caja con teclas. Saco unos papeles junto con una llave que suponía que era la de su taquilla.
Ambas salimos rápidamente del lugar para luego soltar todo el aire que estábamos conteniendo. Y como si fuera un auto reflejo nos miramos y soltamos una carcajada, tome su horario y vi que teníamos la mayoría de las clases juntas, solo teníamos Literatura y Música separadas, al menos la podría ayudar con el resto. Caminamos juntas hacia su taquilla para ir a nuestra clase, solo faltaban 5 minutos para que la campana sonara y entráramos a Historia.
Saco sus libros y cerro poniéndole una nueva contraseña para que nadie pueda abrirla a menos que tuvieran la llave, caminamos en silencio hacia nuestra aula que estaba cerca. Entramos y caminamos hacia la última fila, las mesas eran de dos personas y nos sentamos juntas, poco a poco todos fueron entrando sentándose en sus respectivos lugares. Justo cuando estaba a punto de sonar la campana entro James con su grupito de perros falderos, y para mi sorpresa Ethan era uno de sus integrantes. Estoy segura que las chicas estaban sincronizadas… y como si tuvieran un botón mágico todas suspiraron, menos Nathy y yo obviamente que solo nos dedicamos a poner una cara de asco. Como solo quedaban pocos puestos se dispersaron por el aula.
La clase empezó y entro la Profesora McGavern, una mujer alta de cabello castaño corto hasta los hombros junto a un flequillo, no era delgada pero tampoco era gordita. Más bien era una mujer normal para su edad, ella siempre hacia la clase entretenida porque la mayoría de las veces se desviaba del tema y nos terminaba contándonos sobre sus anécdotas de adolecente. Como siempre preste atención y tomaba apuntes… mi vida social era muy escasa, no tenía amigos en el Instituto, tampoco amigos en el vecindario (excepto los hijos de Patty) y se podría decir que para despistarme de mi rutina voy tres veces a la semana al gimnasio a entrenar boxeo donde se podría decir que tengo unos “conocidos”. Después de lo sucedido hace unos años me he estado preparando por si vuelve a suceder, y para mi gusto encuentro que el boxeo es una buena forma de autodefensa, me gusta mucho y se podría decir que me ha hecho más fuerte desde entonces. Además de que en el gimnasio en donde entreno es uno de los mejores de la ciudad, pero pocas personas lo conocen, ya que, se encuentra en uno de los barrios más peligrosos de la Ciudad. Con el tiempo los chicos me han tomado cariño y de vez en cuando salgo con las pocas chicas que hay en el lugar a algún club o a veces en el mismo barrio donde hay una fiesta. Hablando de boxeo… hoy tenía que ir, y quizás le pida a Nathy que me acompañe y así también entrene boxeo o alguno de los otros deportes que hay como vóley, básquet, karate y otros más.
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Neighbor
Teen Fiction"No es que no me importe, pero hay veces que es mejor no demostrarlo y sufrir solo."