Capitulo 1.

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[Erase una vez...]

Narra (T/N).

Miraba desde la multitud la escena que yo misma acababa de crear, las sirenas mezcladas con los insoportables colores azul y rojo de las patrullas me estaban empezando a marear, los policías pedían que la gente se retirara de los que ellos llamaban "La peor masacre vista en años", varias veces vi a los patrulleros salir de aquel obscuro callejón solo para vomitar logrando que la gente morbosa se juntará aun mas.

«Awww mi pequeño show es la sensación» Pensaba mientras veía como mas y mas gente llegaba esperando ver mi lindo espectáculo.

Pasaron unos cuantos minutos para que los forenses llegaran a la escena para retirar los cuerpos y por ende lograr que la gente se marchara por completo.

Metí mis manos en los bolsillos de mi chaqueta negra caminando lejos de la escena no sin antes ver como un par de mujeres de edad avanzada comenzaban a rezar.

«Esas viejas, si supieran la clase de perras que eran esas mocosas no les estarían rezando» Cruzó por mi mente mientras me mezclaba con la multitud mirando de reojo a todos aquellos que me comenzaban a rodear.

Mi marcador estaba en quince muertos y tenia pensado subirlo aun mas.

Debes en cuando miraba a mis alrededores viendo las mujeres en mini falda contoneándose por mi camino llamando la atención de todos los hombres, vaya idiotas, una linda sonrisa combinada con un escote los hacia perder la cabeza.

Me mire de reojo en la pantalla de mi celular viendo mi apariencia actual.

No soy lo que tu dirías "hermosa" ante los ojos de los hombres, una chica bajita, con cabello negro ondulado sujeto en una cola baja, mi cuerpo es similar a un reloj de arena cubierto por ropa negra y desteñida que fácilmente me hacia parecer un chico desde lejos, aun que claro, mi madre siempre me dijo que era hermosa.


Mi madre...

Siempre supo como engañarme, contándome todas esas ridículas historias de mujeres de cuerpo perfecto que eran salvadas por un guapo príncipe, vaya perras inútiles.

Tome rumbo hacia un barrio de mala muerte entrando a un edificio que parecía apunto de caerse.

—No hay lugar como el hogar — Susurré entrando al edificio con mi típica actitud burlesca.

Pase de largo al administrador con su cara de imbécil subiendo por las escaleras llegando a mi habitación abriendo la puerta con lentitud.

Mire a mi alrededor viendo mi vieja y horrenda habitación, no importa cuanto cloro usara el cuarto no dejaba de oler a ramera obligándome a dormir en el sillón por casi cuatro meses, pero por fin, era hora de irme y no podía estar mas feliz.

Como niña en navidad comencé a guardar mis pocas pertenencias en una mochila logrando que aquel asqueroso cuarto se viera a un más lúgubre y deprimente.

Tome mi mochila con algo de brusquedad dejando caer el medallón de mi madre, lo tome entre mis manos abriéndolo mirando a esa mujer de mirada tierna y cabello castaño que siempre lograba hacerme sentir mejor, en ese momento no pude evitar recordar como terminaban todas sus historias.

Y todos vivieron feliz por siempre...

Ese final feliz que se me había prometido estaba tan alejado de lo que yo en verdad obtuve al final.

Tome aquel medallón colgándolo en mi cuello para después mirar el mapa que estaba junto a mi mesita de noche.

Tenia que tener cuidado de no llamar la atención, tenia que ir a algún lugar alejado mientras todo se calmaba, saque una navaja de entre mis ropas y a la vez que cerraba los ojos la clave en un puto al azar en aquel mapa.

Abri mis ojos lentamente con sorpresa cuando vi el nombre de ese lugar apartado de la mano de dios.

El nombre era bastante familiar, pero no podía recordar por que, maldigo mi maldita memoria de esponja.

El lugar era perfecto, un bosque junto a un lago rodeado por lo que antes había sido un campamento de verano, sin embargo algo seguía molestándome en lo profundo de mi mente.

Aunque en realidad me daba lo mismo, el nombre sonaba tan bonito.

—Hasta mañana...Cristal Lake Tome la navaja entre mis manos sacándola de aquel mapa volviendo a guardarla entre mis ropas.

Yo escribiría mi propia historia en esta ocasión y puedo asegurar, que tendré mi happy ending sin importar cuanta gente tuviera que eliminar.


Final feliz para una asesina... (Jason x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora