Prólogo.

830 49 4
                                    

Anotaciones:Para mantener esta teoría acerca de los padres de Silver como cierta vamos a suponer que el tiempo entre una época y la otra serán de 25 años, totalmente distinto a los 200 años del juego. No soy muy buena creando portadas y resúmenes pero espero esta historia sea de su agrado.

-¡Agh!

-¿Silver?....¿¡Silver que sucede!?

-M-mi brazo....

Observo mi mano temblorosa, de un tirón retiro mi guante para contemplar mi palma borrosa, incluso podía mirar el suelo a través de ella. Como algunas personas de la ciudad me prestaban atención preocupados, decidí levantarme del suelo donde caí de rodillas producto del horrible dolor en mi extremidad.

-¡Esto no es normal! ¡Vayamos rápido al bosque! ¡Él sabrá que hacer! - miré a mi mejor amiga Blaze, sabía que se preocupaba de mi salud de la misma forma que yo hacia ella. Sigilosamente, nos escabullimos hacia unos callejones, una vez nadie nos observó utilicé el Caos control, conocíamos perfectamente quién nos podría ayudar.

-Mmhh.... está ocurriendo una anomalía en el tiempo, si no arreglas esto pronto solo quedará tu cabeza flotando sin rumbo.

-Ja ja, muy gracioso Mephiles, ya entendí que sucederá- entrecerré mis ojos una vez más, Mephiles no era una persona de fiar. Todos conocían su extraña cueva del bosque, y además ya todos estaban informados del pecado que cometió y aún sigue sin dar vuelta atrás ; atreverse a viajar en el tiempo.

-hmp, vaya milagro que tomas la situación con discreción, pensé que ya estarías llorando como eriza bebé- Blaze permanecía unos 3 metros alejada de nosotros, observando meticulosamente cada movimiento que realizaba el erizo. Acomodé mi guante una vez más y me levanté de aquella silla de escritorio. Para estar vieja y desaliñada a simple vista, vaya que era cómoda.

-Entonces, ¿cuál es la misión y la paga? - me acerqué hasta él mientras tecleaba un código en su gran centro de control, presté atención al monitor de reojo, en busca de información que me permitiera confiar en el erizo.

-Te llevaré al pasado cuando aún no existías, juntate con tus papis, les das un abrazo y diles que tengan relaciones sexuales toda una semana. - libero un gruñido ante su comentario inoportuno, él sonríe de lado y continúa - Por ahora no necesito dinero, considera como un pequeño favor que me debes para un futuro. Ven aquí a la medianoche, aprovecha de alimentar a la mascota o haz lo que se te de la gana, solo no me hagas esperar plateadito.

Una vez en la pequeña casa de campo que compartía con Blaze, fui a mi habitación específicamente a un velador, abrí el pequeño cajón del mueble y agarré una libreta, donde al observar la primera pagina veo una foto 10x15 cm. aprox. de los que serían mis padres.

En un tranquilo bosque de fondo, sonreía y guiñaba un ojo la que toma la fotografía, y a sus espaldas mi padre con sus brazos cruzados, el ceño fruncido y mirando de reojo a la cámara. Desde muy pequeño contemplaba esta fotografía en el orfanato pensando cómo se conocían mis padres, imaginando infinidad de historias sobre sus aventuras y refexionar lo diferentes que lucían. Mi madre lucía alegre y enérgica, con sus cabellos rosados y un sencillo vestido rojo, con esos ojos esmeralda tan llenos de vida que estaba a punto de conocer. Sin embargo, mi padre se veía bastante serio, inexpresivo, como si le hubiesen obligado a aparecer en esa situación, pero esos ojos Carmín siempre me dieron calidez y protección, sin importar si era una foto pasé toda mi infancia observando cada detalle para saber que él era bastante fuerte y que debió cuidar con mucho esmero a mi mamá.

"Para nuestro hijo Silver, esperamos volver a verte en un mundo fuera de este. Amy y shadow."

Reí nuevamente al ver el reverso de la hoja y leer esas palabras con bella caligrafía y ese lapiz rosado con corazones esparcidos en la frase, algo me dice que papá sólo miraba de lejos al momento que esas palabras fueron escritas.

-¿Estás listo?- miré hacia la puerta, Blaze se apoyaba en ella de brazos cruzados mirándome, con cuidado, doblé la imagen y la guardé. Asentí dedicándole una sonrisa - No cometas alguna estupidez, recuerda que un mínimo cambio nos afectará aquí. Si no fueras solo no estaría tan preocupada.

-Eso lo comprendo muy bien, quizás no siempre haga las cosas bien pero no significa que sea idiota. Blaze- me acerco a ella y apoyo mis manos en sus hombros, ahora mi voz cambia a un tono serio, y que la sorprende un poco, lo pude notar en su expresión. - Te conozco muy bien para saber que quieres viajar en el tiempo, ya hablamos de esto antes de ir con ese erizo astuto. Yo debo hacerme responsable de mi futuro, no quiero que salgas perjudicada en esto, ¿ok?

Ella me mira unos segundos y arquea una ceja -No te noto muy seguro.-

-Pensé que mentalizarme con una idea segura me ayudaría, pero tienes razón. Nada me verifica que Mephiles es honesto conmigo, ni tampoco que lograré mi cometido, pero al menos al fin podré conocer a mis padres. Siempre le quise Blaze, todo niño huérfano ha querido eso.

-Si si si ya entendí, tengo muy claro que mi situación es diferente a la tuya y no comprendo ese sentimiento.- 

Blaze era mi mejor amiga desde que inicié mi vida educativa en la escuela pública del aquel pueblo donde crecí. Por obra y gracia del destino la conocí y nos llevamos muy bien desde pequeños hasta nuestros actuales 16 años, de manera que pude ser testigo de su sufrimiento al enterarse de la muerte de su padre en un accidente laboral, su madre cambió drásticamente y decidí apoyarla y seguirla en su plan de escape, una nueva vida que ya se me estaba por agotar.

Dieron las 12 am, me opté por entrar al territorio de Mephiles luego de esperar 10 minutos por llegar antes y ser puntual. Inesperadamente el ambiente lucía distinto al mediodía; las panatallas llenas de gráficos, papeles dispersos por todo el suelo y una Esmeralda del caos puesta en una extraña máquina.

-Te demoraste 15 segundos, eso si lo cobraré. - miré con sarcasmo al extraño erizo mientras este terminaba de teclear algunos datos en su megacomputadora.

-Da igual, llegué y sin compañía. Ahora continúa por favor el tiempo se me agota.

-Muy bien. Ponte ahí.- Mephiles se giró y apuntó hacia el suelo, cuando seguí su mano apenas pude percatarme de una cruz pintada en el piso. Con un poco de duda, caminé unos pasos hasta posicionarme justo encima de ese símbolo.- Que obediente. Ahora te explicaré unas cuantas reglas.

"No debes revelar tu identidad ni mucho menos contar hechos sobre el futuro, cualquier acción podría traer graves consecuencias, solo cuenta que probabas un experimento y ahora debes volver desesperado a tu época".

-ok....¿y cómo me creerán?

-Muy sencillo querido erizo grisáceo.- De repente, chasqueó sus dedos y una barra eléctrica me rodeó a la vez que Blaze aparecía a un lado de Mephiles utilizando unas esposas en sus tobillos y muñecas, incluso notaba leves raspones en su cuerpo.- Sería una pena si el único descendiente de la psicoquinesis desaparece para siempre, pero tranquilo, la cuidaré muy bien.

-¡BLAZE! ¡TU BASTARDO! ¡BLAZE! ¡REACCIONA!

Nada. Ella solo miraba inerte hacia el suelo, sin emociones.

-Buen viaje~

-¡NOOO!

🔹Publicada: 02/10/17

Mi futuro. Mi decisión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora