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monsoon

Una moderada cantidad de estudiantes se encontraban en la entrada del instituto, expectantes a la respuesta de la confesión. Pero se vieron obligados a irse por la fuerte lluvia que comenzó de un momento a otro.

Algunos que otros lograron ver a Lee Bona alejarse del recinto escolar a toda velocidad, con una clara expresión de enojo en su rostro, mientras sus dos amigas intentaban seguirle el paso mientras sostenían un paraguas para que esta no se mojara.
Al salir el también del instituto, Taeyong ignoró las pocas miradas que quedaban. Por la acción de Lee Bona, era bastante claro que le había rechazado, el instituto no dejaría de hablar de eso por semanas.

Taeyong continuó su rutina del día caminando devuelta a la estación de autobuses. Al llegar se fijó en la presencia de Narim, pero la ignoro. O eso intento. Por alguna razón que desconocía no podía dejar de verla, podía ser por lo que Yuta le contó que había despertado una genuina curiosidad en el, algo que prácticamente nunca pasa.

"Nunca la había visto en esta estación" pensó Taeyong intentando ubicar su rostro en algún otro momento, pero no halló ninguno. O tal vez nunca antes se había fijado en ella hasta el día anterior. Aveces su falta de interés en las personas podía confundirse con ser despistado.

Al igual que en el borde de la azotea del instituto Narim se encontraba balanceando sus pies de un lado a otro sentada esperando su autobús. Taeyong se fijo en los vendajes que tenía en las rodillas, de la caída de ayer. La razón por la cual reclamó a Bona por empujarla junto a sus amigas el día anterior no era porque le interesara Narim ni nada por el estilo, no toma atención en nadie que no sea su madre, su hermana (aunque ignore la mayor parte de cosas que está dice) y un poco a Yuta por ser su mejor amigo, le reclamo porque fue testigo de algo incorrecto.

Se quedó parado a un lado de los asientos junto a otras personas que esperaban el bus. La lluvia caía de manera casi grotesca, haciendo un gran ruido al chocar con los paraguas de las personas en la calle y salpicando cuando tocaba el suelo. Se permitió voltear la mirada hacia Narim una vez más, fijándose en lo poco que lograba ver de su rostro; su cabello negro caía a lo largo sus hombros hasta temimar algo después de la mitad de su espalda, sus fracciones eran finas y sus ojos eran del tipo grandes y expresivos, y esos expresaban algo muy claro.

Soledad, tristeza, sufrimiento.

A esa chica se le acusaban de cosas muy fuertes y por ello vivía marginada, no le sorprendería que se sintiera de esa manera. No era para nada de su incumbencia y menos de su importancia, pero el pensaba que estaba mal juzgar a una persona sin tener hechos concretos. No estaba diciendo que creía que eran falsos, pero tampoco verdaderos. Taeyong no sabía nada de ella en verdad más de lo que le contaron desde un punto de vista común.

Su autobús llego a la hora de siempre y abordó este en el mismo asiento de siempre, al lado de una ventana. Mientras se colocaba los auriculares dio una última vista a la parada, donde encontró los ojos de Narim mirándolo fijamente mientras el bus partía.


Estoy en casa.

Apenas entro a su hogar miro a todos lados intentando encontrar alguna señal de su madre o hermana, pero la única que vino corriendo a darle la bienvenida fue su amada perra.

Espero la descuidada de Taeyeon te haya dado algo de comer.– espetó acariciando las orejas de Ruby.

Fue directamente a la cocina a ver si su madre ahí se encontraba, pero no fue así. En su lugar encontró una nota pegada en el refrigerador que decía:

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⏰ Última actualización: Dec 04, 2017 ⏰

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bad reputation➳ l. taeyongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora