¿Esto es un sueño?

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Otabek observó unos segundos su pasaporte antes de entregarlo a la amable señorita que tendía su mano frente a él, por suerte el papeleo ya no era tan engorroso como antes, debía agradecer profundamente a Viktor por interceder en su nombre ante la imponente embajada Rusa para permitirle transitar con más libertad por el país, debido a su condición de élite atlética, por supuesto, no era como si sus intenciones en esas frías tierras fueran otras que engrandecer el deporte.

Bueno, quizás sí lo eran.

Pero si el Sr.Nikiforov lo apoyaba, el viajaría tranquilo.

Debía reconocer que a pesar de que su mejor amigo se sintiera irritado por su ex compañero de podio y su respectivo esposo japonés debido a sus diferentes extravagancias, podía ver como muy en el fondo sólo se preocupaban de él como si fuese un hijo, incluso facilitando viajes como este. Para permitirles estar juntos, quizás intuyendo el bien que ambos se hacían.

Yuri ya no gritaba tanto como antes, su personalidad no se había vuelto exactamente dócil, continuaba con su característica rebeldía, pero ya no era difícil oírle decir "Por favor", "Gracias" y "Viktor".

Cualquier cosa era mejor que "viejo calvo de mierda"

Por su parte, los avances habían sido lentos, pero duraderos. Había ingresado sin querer a una familia, había aprendido a ser menos tímido, había aprendido sobre espontaneidad, descontrol, risas y diversión sin disciplina o medida.

Había aprendido mucho sobre el amor.

Y como amaba seguir aprendiendo en cada viaje.

Sólo esperaba no ser tan obvio, su estoica máscara caía cada vez con más facilidad ante las sonrisas de su amado rubio, incluso en público. Sabía que el matrimonio medallista confiaba en él, sabía que eran sólo amigos.

O al menos eso quería pensar, sin embargo  la sonrisa burlona del mayor siempre le indicaba una intención escondida.

No podía haberse dado cuenta de sus sentimientos ¿O sí?

Mordió inconscientemente la parte interior de sus labios, sonrojado hasta las orejas. No quería pensar en eso en estos momentos, su cara permanecería impasible, pero si algún fan lo veía tan colorado notaría de inmediato donde estaba su mente, no tardarían en saber hacia donde se dirigía,y los paparazzis no demorarían en aparecer.

Sus ojos divagaron mientras esperaba en el marmóleo aeropuerto, respiró hondo intentando tranquilizarse con cualquier cosa a su alrededor. Unas cuántas plantas sintéticas le adornaban con elegancia, brindando algo de vida minimalista, pero la estética impoluta seguía siendo la protagonista.

Algunos ventanales cristalinos ubicados a la distancia le permitían ver el clima afuera, donde los suaves rayos de sol comenzaban a decir adiós en un bello atardecer.   

Con lentitud volvió a su aparente actitud despreocupada y seria, mientras en su interior seguía un pequeño torbellino de emociones.

Había sido una cálida tarde en su natal Kazajistán, que lentamente se perdía entre el pasar de la gente, ya era hora de que el maravilloso astro que aparecía en su bandera les abandonara para seguir su órbita, usualmente este espectáculo natural le provocaba nostalgia, pero hoy era distinto, la tibieza se encontraba en su corazón desde la noche anterior, grabada en un sólo nombre.

Una sonrisa de labios pálidos apareció en su recuerdo.

[-¡Beka!-]

-Otra estampa más y estaría de camino a Rusia.-

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⏰ Última actualización: Jun 01, 2018 ⏰

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