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  El salón era amplio, con un área libre de mesas para fungir de pista de baile y una banda de jazz tocando de fondo. Taeyoung alcanzó a ver un piano, cello y arpa más atrás de los miembros que tocaban animadamente sus saxofones e instrumentos. 

  Jieun tenía bien aferrada la mano de Yoon Bum entre la suya. Estaba fría y tan delgada que se sentía más como sostener la mano de un cadáver, tal vez no estaba tan equivocada, Yoon había pasado por tanto que era un milagro no estuviera muerto.

  Era un salón convencional, hombres en traje y mujeres con vestidos de gala platicando en cualquier lugar. Meseros con expresiones serias y decoraciones de miles de dólares, todo perfecto para un evento de esta magnitud.

—Odio esto—anunció el castaño, jugando con su corbata.

—Mañana vuelves a vestirte como puta, Tae—Jieun rodó los ojos—. Compórtate, de nosotros depende conseguir más inversionistas. 

  El chico rodó los ojos.

—Ya estuvo que valimos verga, ¿voy pidiendo trabajo?

—Tae...

—Ya, ya me calmo—hubo una pausa y—: ¿hay comida?

—Ay, Cristo Jesús Santísimo—la chica soltó la mano de su hermano para tomar la del chico—. Así nos vamos a quedar el resto de la noche, ¿entendido?

  Taeyoung sonrió.

—Te voy a poner peda y me voy a coger a alguien en el baño, ¿cuánto vas?

  Yoon Bum sonrió, detestaba el ambiente. Era extraño y opresivo, pero esto lo reconocía.

  Cerró los ojos y se llevó las manos al pecho. 

  Esto estaba bien, iba a estar bien.

Satisfechos || Killing Stalking AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora