Satisfechos || Killing Stalking AU

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  Jieun suspira, empieza a jugar con la manga de encaje de su vestido.

  Frente a ella, dos empresarios sonríen, sostienen copas vino y las beben como si fuera agua. Llevan aquí tiempo, moviendo sus barrigas y tallándose las barbas mientras le hacen cumplidos, así como si eso fuera a conquistarla.

  Cierra los ojos, se muere el labio y esboza una sonrisa de lo más falsa que puede.

—Caballeros, lamento informarles que no salgo con nadie mayor a los ochenta años—les dice, sonriendo—, o de los doscientos treinta kilos, no son mi tipo.

  Se encoge de hombros y empieza a caminar nuevamente hacia la pista de baile, frente en alto y tacones resonando por toda la sala. Sabe que acaba de causar una escena, que alguien por ahí irá a llamarla perra ofensiva en Twitter más tarde, a este punto no le importa.

  Está a punto de darse por vencida en sus planes de acostarse con alguien cuando un chico de pelo rubio se levanta de una mesa entre la multitud. Tiene un tuxedo blanco y la parte baja de su undercut es negra, se ve precioso, con una corbata rojo sangre y ojeras tan grandes que Jieun puede verlas desde donde está parada.

  Él parece darse cuenta de su presencia también, ojos avellana se posan en ella y empieza a caminar con paso decidido para encontrarla a media pista de baile, sonrisa preciosa y cuerpo de dios griego.

—Hola—dice, frenando justo frente a ella. Le extiende la mano y sonríe—. Oh Sangwoo, un gusto.

  Jieun se lo queda viendo boquiabierta unos segundos, completamente perdida en esa tez blanca, casi pálida, y la figura flacucha del chico frente a ella.

—Mien Jieun—dice, tomando la mano enguantada que se le está ofreciendo.

  El chico —Sangwoo, se recuerda— se agacha para besarle el anular, y la acción logra mandarle el corazón a mil por hora.

—¿Sabes bailar?—pregunta él, señalando con la cabeza a la banda de jazz en el escenario.

  Jieun en su puta vida ha bailado, sin embargo asiente y deja que el chico la lleve hasta el centro de la pista.