Hay quienes no aceptan a las personas que son homosexuales y que los discriminan, incluso hay quienes los rechazan de una forma que de cierto modo es mala, los miran con asco.
Hace muchos años fui a una marcha gay un día sábado, es un momento en el cual puedes conocer a mucha gente y de todo tipo, hay mucha diversidad y también tiempos. En ese tiempo era una loquilla. En esa marcha conocí a una niña que era del mismo lugar donde yo vivo, coronel. Ambas estuvimos juntas durante toda la marcha.
En el momento de irnos para nuestras casas nos fuimos juntas, tomamos la micro juntas y nos bajamos juntas. Obviamente nos comimos y hasta ese momento todo iba bien, excelente.
Seguimos hablando por whatsapp.
El día lunes, ella tenía clases en su liceo y yo también (obvio po, si era terrible pendeja) pero falté. Entonces, aprovechando que no estaba en el liceo y estaba en mi casa, la invité, le dije que viniera.
Obviamente antes de eso nos habíamos mandado un montón de weas por whatsapp, habíamos calentado caleta los motores, hasta mandado fotos y hablando de las cosas que iban a pasar, a lo sex texting.
Cuando llega el momento, estando en mi casa, nos toqueteamos y nos corrimos manos por todos lados. Me quise hacer la guerrera, la aventurera que entra a un terreno prohibido y aún por explorar.
Entonces bajé.
Pero no fue lo que yo esperaba, la peor experiencia de mi vida, y nunca la podré olvidar.
Ella usaba de los protectores que tenían olor a manzanilla, por más rico que fuese ese olor en ese momento no se sintió así porque el olor de su choro era terrible feo. Era una mezcla entre un olor a manzanilla con chorito podrido. Parecido al olor que emana después de que se corta la regla, porque hay que aceptarlo, cuando pasa eso a todas nos sale un olor feito y que se siente, pero era peor.
El olor era tan repugnante que me dieron ganas de vomitar.
Pero como una dama siempre tiene que salir digna hice mi trabajo, un hermoso trabajo que hizo que ella quisiera volver a verme después, le encantó.
Cuando ella se fue de mi casa fui al baño a vomitar y le inventé una excusa para no volver a verla. A nadie le gusta hacer esas cosas y que haya un olor a muerto entremedio.
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Historias de una aweoná
RandomEs una recopilación de anécdotas de todo tipo, ya sea sexual, amorosas, desamor, etc. ¿Te imaginas vivir una vida siendo yeta? pues, esta aweoná se pasa. The Bendiciones Production