Segunda temporada de "Recuerdos de hace 3.000 años". Ya han pasado 16 años desde que Meliodas y Elizabeth tuvieron que separarse de sus hijos. Sin embargo aún hay quienes se les oponen en su reinado y trataran de matar a sus herederos. Los pecados...
{{{Los personajes de Nanatsu no Taizai no me pertenecen, le pertenecen a el gran mangaka Nakaba Suzuki, solo me pertenece la historia}}}
= Reino de los demonios =
-Meliodas: Bien, ahora que ya esta todo aclarado, Tristán, ¿Serás mi sucesor?- Dijo y le pregunto con seriedad a su hijo.
Tristán le miro por unos segundos, se acordó de su sueño desde pequeño, conocer a un demonio. Y ahora no solo había conocido a algunos sino que él era uno y su padre era el Rey. Y fue cuando se decidió, él quería ser fuerte, y su padre no era lo que parecía.
-Tristán: Lo haré- Dijo con decisión, sintió la mirada sorprendida de su amigo y las de orgullo de sus padres.
-Meliodas: Entonces desde ahora en adelante eres Tristán, príncipe de los demonios y heredero a el trono de el Rey Demonio- Declaro. Una luz envolvió la sala de el trono, el castillo había aceptado a su nuevo príncipe.
= Salto de tiempo =
Tristán fue llevado a su habitación, la cual era 10 veces más grande que su antigua habitación. A Pedro le dieron la habitación que se encontraba al lado de la de Tristán.
Paso el tiempo y Meliodas se encargaba de entrenar a su hijo, Pedro era entrenado por Estarossa en el manejo de armas y le dieron un poco de sangre de demonio que increíblemente su cuerpo la acepto sin ningún problema, por lo cual ahora tiene habilidades de un demonio.
Al día siguiente de la llegada de el príncipe Tristán, Meliodas lo presento a todos los demonios como su príncipe y futuro Rey, Tristán fue aceptado inmediatamente en el clan. Después de eso Tristán se concentró en liberar su lado demoníaco por completo bajo la atenta mirada de su padre.
Su madre le iba a visitar todos los días y Tristán se encariño con ella casi al instante. La relación de Tristán y Meliodas también era buena pero no tan cariñosa como la de su madre.
= Un mes después =
Tristán fue llamado por su padre para conocer al fin a sus primos, por lo cual en estos momentos se dirige hacia la sala de el trono.
-Tristán: Ya estoy aquí padre- Le dijo cuando entro.
Meliodas le miro de inmediato desde su trono.
-Meliodas: Bien Tristán, hoy te presentare a tus primos- Le dijo. Tristán asintió y vio a un chico y una chica un poco menor a él.
Esteban, el hijo de Estarossa, era un chico de cabellos blancos, sus ojos eran los típicos de un demonio, pero si su materia obscura desaparecía eran de color azul oscuro. Su personalidad era la de alguien alegre e incluso bromista, eso lo saco de su madre ya que es totalmente lo contrario a la personalidad de su padre.
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(Imagen de Esteban)
Por otro lado esta Rose, la hija de Zeldris y Gelda, es una chica de cabello negro y ojos eran azules sin su marca obscura, cuando su lado vampiro aparece sus ojos se vuelven rojos. Esta chica es tranquila, pero a veces es igual de bromista que su primo Esteban. Es una mezcla perfecta de las personalidades de sus padres.
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(Imagen de Rose)
-Meliodas: Ellos son tus primos, el chico se llama Esteban y la chica se llama Rose- Le presento- Y como ustedes ya saben este es mi hijo Tristán- Les dijo a sus sobrinos.
Esteban y Rose se acercaron a Tristán, cuando estuvieron al frente de él se inclinaron.
-Esteban/Rose: Es un honor estar en frente de usted príncipe Tristán- Dijeron al mismo tiempo. Tristán se sorprendió por como sus primos le trataron.
-Tristán: No es necesaria tanta formalidad, por favor levántense- Les pidió.
Meliodas sonrió ante la actitud de su hijo, al él tampoco le gustaba tanta formalidad, pero con el tiempo tuvo que acostumbrarse. Esteban y Rose se pararon y se quedaron mirando a Tristán, los dos estaban contentos de tener a su primo y futuro Rey de vuelta con ellos.
-Meliodas: En el futuro, Esteban será tu mano derecha y Rose es la futura líder de los Diez Mandamientos- Le dijo a su hijo. Tristán asintió.
Miro a sus primos y les sonrió. Sabía que se llevaría bien con ellos, además de ser familia, serían unos buenos amigos.
Luego de eso Tristán, Esteban y Rose se retiraron de la sala de el trono despidiéndose de el Rey Demonio. Tristán conoció más de sus primos y sus primos de él.
Les contó sobre su amigo humano Pedro que había bebido la sangre de un demonio con el único fin de quedarse al lado de su amigo.
-Rose: Eso es increíble, me gustaría tener un amigo así, no existen muchos en este mundo que se puedan llamar "Verdaderos amigos"- Le dijo.
-Esteban: Rose tiene razón, no muchos son así, más aún si son humanos- Apoyo a su prima.
-Tristán: Si, ustedes tienes razón, tengo suerte de tener un amigo así- Dijo con una sonrisa pensando en su amigo.
Luego de eso siguieron hablando para conocerse más.
= En la sala de el trono =
Meliodas se quedó pensando un rato luego de que su hijo y sus sobrinos se retiraran. Elizabeth entro apurada y miro a Meliodas, quien se sorprendió de la repentina entrada de su esposa.
-Meliodas: ¿Qué ocurre Elizabeth?- Le pregunto.
-Elizabeth: Mi madre me a avisado, ya es hora de traer de regreso a nuestra hija- Le informo. Meliodas se puso serio inmediatamente.
-Meliodas: Ya veo, inmediatamente mandaré a llamar a los Diez Mandamientos- Declaro. Elizabeth asintió- ¡Zeldris!- Le llamo de forma telepática.
Cinco minutos después Zeldris se encontraba junto a Meliodas.
-Zeldris: ¿Que ocurre nii-sama?- Le pregunto extrañado por su repentina llamada.
-Meliodas: Reúne a los Diez Mandamientos, ya a llegado la hora de ir a buscar a mi hija- Le ordeno.
Zeldris al escuchar la orden se sorprendió pero sonrió, finalmente tendrían a su familia completa.
-Zeldris: Inmediatamente- Contesto y fue a reunir a todos sus compañeros.
-Elizabeth: Regresare a mi reino y esperare a mi hija en ese lugar- Le dijo.
-Meliodas: Claro, en cuanto le cuente todo y ella lo acepte personalmente iré junto a mi hijo a dejar a mi pequeña hija- Contesto con una sonrisa. Elizabeth le devolvió la sonrisa y regreso a su reino- Pronto volveré a verte mi pequeña Elena- Penso el Rey con una sonrisa, se levanto de su trono y se fue a reunir con los mandamientos que ya estaban listos para partir.
