10.- Locura

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1ª. Parte: Los cuerpos que danzan bajo la Luna

_ ¿Cómo estas Bruce? ¿Lograste descansar con Superman encima de ti?

Dick se encontraba en la cueva comunicándose con Batman, el silencio en el comunicador, Alfred llega con una bandeja de sándwiches para el joven.

_ Joven Grayson esa no es forma de comenzar una conversación con el amo Bruce.

El menor toma uno de los sándwiches, lo muerde y con la boca llena se disculpa.

_ Lo siento Alfred...

El mayordomo toma el comunicador.

_ Amo Bruce, solo le recuerdo que esa semana de acción con el señor Kent lo dejo con la pelvis desgastada, así que le pido que no haga movimientos bruscos por su salud.

Dick escupe la cena al escucharlo.

_ Al... Alfred...

El mayor lo mira.

_ Creo que esta de mas decirle joven Grayson que estoy molesto, Batman debe estar al cien físicamente y Bruce no lo está, entiendo las necesidades que deben de tener, pero Bruce no es como el resto de la liga, no es un meta humano, soporta el dolor, su IQ es alto, conoce de todo, pero no deseo que por el cansancio y un descuido lo asesinen.

El joven no sabe qué decir, quería reírse ya que el señor de la casa no responde a nada de lo que dicen, tal vez estaba golpeando despiadadamente a uno de los malhechores, desquitándose de la vergüenza que lo estaban haciendo pasar con las preguntas y comentarios.

_ Dicky quita esa cara, lo que te está diciendo, es que Superman se follo duro y fuerte a nuestro viejo sin descanso ni nada y pues llego exhausto, así que está preocupado de que Batman no haga su función como debe de ser.

Alfred mira al que fue el segundo Robín tomar tres de los sándwiches y comerlos rápidamente, Grayson se sonroja por el comentario tan atrevido.

_ Entiendo lo que dijo Alfred, no es necesario que lo expliques...

El mayor de los tres con seriedad responde:

_ Joven Jasón agradecería que no fuera tan...

Este sonríe, tomándose el jugo de naranja para pasarse la comida.

_ Lo siento Alfred, pero a veces a mis hermanos debemos hablarles así, ¿Qué te parece si preparo la cena? Unos cuantos aperitivos no llenaran este estomago.

Guía al mayordomo fuera de la cueva mientras el primer Robín lo mira recriminándole, el menor pasa a su altura, sonríe burlón, sin que Alfred vea, da una palmada rápida en el trasero de Dick haciéndolo saltar por esa acción.

_ Mi querido Alfred, se me antoja algo delicioso esta noche, grande y suave, que tal si lo preparo yo...

El rubor que aparece en las mejillas del primer Robín es épico.

_ Jaaaasón...

Murmura entre dientes para que Alfred no se dé cuenta de lo que paso.

Ni por un segundo Batman los estaba escuchando, había puesto en modo silencioso el comunicador, sus labios y su cuerpo estaban siendo devorados por un alienígena que comenzaba a invadir su vida personal.

_ Agradece que no me interpusiera, cuando ese maleante te golpeo estuve a punto de fulminarlo.

Superman no necesitaba tomar aire, pero Batman sí, lo cual se le dificultaba si su compañero no le daba tregua, había cumplido en no meterse en sus asuntos, había cumplido al pie de la letra respetar los deberes del caballero nocturno, pero después de terminar lo abordaba. El auto del murciélago estaba aparcado a unos cuantos kilómetros de la mansión Wayne, escondido en el bosque, no podía negarse, también lo necesitaba, tanto como el mismo aire, pero nunca se lo confesara, Batman no necesita de nadie. Pero... Y ¿Bruce Wayne?

The sunlit day and the moonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora