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Yuri no podía estar más enfadado.

Lo único que quería era un pequeño momento a solas para pasear por la ciudad con su novio. SU novio. De él. Yuri Plisetsky.

Era una mierda tener que mantenerlo en secreto.

No era justo que Viktor y Yuuri pudieran llevar la perfecta vida de recién casados y subir todas esas fotos de ellos dos al instagram, mientras él se tenía que aguantar escondiéndose de todos y, lo peor, ver como todas las mujeres que se acercaban a SU novio, coqueteaban con él de manera descarada.

Por una parte no podía evitarse, Otabek era la mezcla perfecta entre el "chico malo" tan sensual y atractivo y el "héroe" que todos sabían que era.

Su novio era perfecto.

Tuvo que bajar la mirada para no fulminar con ella a esas tres chicas que le pedían un autógrafo, y, de paso, les ofrecían el teléfono.

Al primero que le comentó que quería hacer publica su relación con el kazajo fue al otro Yuuri, el cual ya sabía de lo que ocurría entre los dos y odiaba que hubiese sido tan franco y realista con él.

Otabek es mayor de edad y tu no, puede suponer un problema para su carrera –dijo en aquel entonces.

No soy un niño, katsudon –Fue su respuesta, aunque sabía que Yuuri tenía razón.

Ya sé que no eres un niño, y sé que Otabek no te está obligando a nada, pero puede perder patrocinadores por culpa de salir con un menor –Había bajado la voz hasta crear un ambiente más intimo entre ambos.

El siguiente en enterarse, por culpa del cerdo, fue Viktor, al cual le había parecido bien que se supiera, solo se llevaban tres años y tampoco era para tanto. Se ganó un buen golpe por parte de Yakov al decir eso.

Su entrenador le prohibió que su relación saliera a la luz hasta que el no cumpliera los 18 años.

No quería obedecerle, porque él era Yuri Plisetsky, a él nadie le daba ordenes. Pero la conversación con su novio resultó igual que la que tuvo con Yuuri.

A Otabek le hizo mucha ilusión que quisiera hacer publico su noviazgo, pero también creyó oportuno que esperaran a la mayoría de edad del ruso.


Cuando lograron quitarse a esas fans de encima, continuaron con su visita. Siempre que coincidían en alguna competencia, buscaban unas horas para escaparse juntos y pasear a solas, no tenían mucho tiempo para verse por culpa de sus carreras, tenían que aprovechar lo máximo posible.

Yuri esperó a llegar al hotel de nuevo y entrar en la habitación del kazajo para empujarlo contra una pared, besarle bruscamente y terminar mordiendo su labio inferior.

–Escúchame bien, en cuanto cumpla los 18 vas a ser solo mío soltó en un gruñido antes de besarle de nuevo, Otabek abrazó su cintura

–Está bien consiguió murmurar dentro del beso.

–Nadie podrá darte su teléfono continuó hablando cuando sus labios se separaron y se quedó abrazado a su novio.

–No lo he aceptado –replicó besando la coronilla rubia, estaba acostumbrado a que su novio fuera celoso.

–Odio cuando hay tantas mujeres detrás de ti –dijo en un murmullo triste, Otabek le abrazó con fuerza y soltó una pequeña risa.

–Da igual cuantas mujeres haya –Besó la mejilla del ruso–, porque solo hay una persona junto a mi –Besó castamente sus labios, sin cerrar los ojos, pues no quería perderse el extraño fenómeno del ruso sonrojado.

Me Perteneces [Otayuri*YoI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora