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1 año después

Otabek le había dicho un par de días antes que le había enviado un regalo por correo, esperaba que pudiera llegar para el día de su cumpleaños.

Era un poco triste que no pudieran pasar su decimoctavo cumpleaños juntos, pero lo entendía, ambos tenían muchas cosas de las que ocuparse, podrían verse en unos meses.

Yuri estaba mirando distraídamente su móvil con Potya durmiendo sobre él cuando llamaron al timbre. Su gato se bajó de un salto ya que Yuri se levantó rápidamente, pensando que podrían ser sus regalos, que se hubieran adelantado un día. Llegó corriendo a abrir la puerta.

Como había esperado, eran sus regalos.

Lo que no esperaba es que fuera el propio Otabek quien se los había traído.

Una sonrisa enorme se le formó a cámara lenta antes de saltar sobre su novio para abrazarle con todo su cuerpo.

–Felicidades Yuri –El kazajo le sujetó como pudo sin dejar caer las bolsas que llevaba. A su novio no le importó las dificultades que tenía y comenzó a llenar su rostro de besos.

Otabek tuvo que arreglárselas para entrar en el apartamento y cerrar la puerta, sin dejar caer las bolsas o a Yuri.

–No sabía que ibas a venir –dijo una vez se pudo calmar, bajando al suelo, pero sin alejarse de su novio.

–Era una sorpresa –Besó sus labios levemente–. No quería perderme tu cumpleaños.

Yuri pasó sus manos por su cuello para juntar sus labios en un beso profundo. Otabek le correspondió abrazando su cintura y dejándose llevar en el beso. Se separaron para poder respirar y los suaves jadeos se mezclaban sobre sus labios porque ninguno quería apartarse, el siguiente beso lo comenzó Otabek, había echado demasiado de menos a Yuri, no podía evitar querer tocarle y besarle en todas partes.

Pero lo detuvo cuando Yuri lo comenzó a empujar hacía el cuarto del ruso.

–Yuri, ¿no quieres ver tus regalos? –sonrió alejándose un paso del rubio, pero sin soltar su agarre en la pequeña cintura.

–Tu eres mi regalo –replicó intentando besarle de nuevo, pero Otabek fue más rápido y colocó la bolsa que llevaba con él en medio delos dos.

–Estos son tus regalos.

Yuri hizo un mohín adorable, pero tenía ganas de ver lo que le había regalado su novio, así que no se quejó, el sexo podría esperar unos minutos.

El primer regalo fue una camiseta negra con las mangas de animalprint, el siguiente una chaqueta de cuero negra con parches y tachuelas, perfecta para la apariencia de "chico malo" que tanto le gustaba. Ya tenía puesta la camiseta cuando sacó el ultimo regalo, el paquete era bastante más pequeño que los otros dos, de él sacó una pequeña pulsera de cuero que llevaba un adorno de la cabeza de un tigre hecha de metal.

–Es hecho a mano –explicó mientras le ayudaba a ponérsela.

–Beka, me encanta –Le abrazó y besó varias veces–. Todo me encanta, muchas gracias –La sonrisa de Yuri en ese momento era genuina y adorable.

–Gracias a ti por permitirme estar contigo –Otabek también sonrió.

–Gracias por venir para verme –dijo en un susurro junto a sus labios antes de besarle de nuevo y, esta vez sí, llevarlo a su cuarto para disfrutar de su reencuentro.


Pensaron salir a cenar para celebrar el cumpleaños, pero al final decidieron entre los dos que lo mejor sería pedir algo para que lo llevaran a la casa del ruso y comer el pequeño pastel que Otabek había comprado de camino desde el arepuerto. Del que se olvidó por completo al sentir los labios de Yuri sobre él y el que luego encontraron sobre la mesa con Potya intentando abrirlo.

Me Perteneces [Otayuri*YoI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora