Mi nombre es Mar y hoy es mi primer día en primero de secundaria.
Estoy que muero de nervios, mi estómago está todo revuelto, espero que me toque en el mismo curso que mis amigos de la escuela porque a decir verdad no soy muy buena para hacer amigos.
Soy una chica poco sociable, siempre de las primeras del salón, con calificaciones impecables, soy muy autoritaria, odio que la gente no me haga caso y difiera conmigo cuando no tienen argumentos. No soy de las chicas "populares", tampoco de los que nadie quiere, siempre he estado en el medio y así me siento bien, me llevo con todos y me evito problemas. Siempre he sido muy alegre, soy tranquila la mayor parte del tiempo, creo que soy como todas las chicas de mi edad, soy una chica "común".
Tengo dos hermanos: mi hermana, Kate, me lleva dos años . Mi hermano, Pablo, es menor para mí con cinco años. Mi relación con Kate es muy buena, desde pequeñas nos enseñaron a siempre estar juntas, obvio ella cuidándome a mi. Con Pablo no nos entendemos mucho, creo que es más por la diferencia de edad.
En fin, hoy es la inauguración del año lectivo en el colegio, ya saben lo típico solo instrucciones de cómo van a trabajar en lo que resta del año. Por lo general hay mucha gente y no se distingue a nadie, creo que esa es la razón por la que no encuentro a mis amigos por ningún lado, así que he decidido quedarme con mi hermana, dieron un discurso de casi dos horas, pero al fin acabó y ya nos vamos a casa.
Nos subimos al bus y empezamos a conversar con mi hermana de si alguna había visto a alguien que le llamara la atención, pero no, ninguna vio a nadie, así que nos quedamos calladas el resto del viaje hasta que vimos que un chico se bajaba del bus con el uniforme de nuestro colegio, el chico no estaba nada mal pero a mi no me pareció tan guapo como a mi hermana, discutimos a que curso iba y quedamos de acuerdo en que parecía que iba al de mi hermana porque ya se veía grande. De todos modos ya lo comprobaríamos mañana...
