c i n c o

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Las nubes grises cubren el cielo de la ciudad, Yoongi las ve desde la ventana de su salón de clases, el cual está en el segundo piso de un gran edificio blanco. Hay un lápiz negro en su mano pero ni siquiera ha tocado la hoja bajo su brazo. Las clases de dibujo suelen ser aburridas, él cree. Le gustaría saber dibujar tan bien como Jiyong, por ejemplo, o colorear tan bien como Seunghyun, mas la imagen que Yoongi tiene en su imaginación se deforma completamente al tratar de plasmarla en el papel y, sinceramente, se ha rendido.

Trata de dibujar esos ojos tan particulares incontables veces, pero no lo consigue, entonces se deja maravillar por las esponjosas nubes en el exterior. Desde la ventana, solo puede ver la esquina del parque, aunque es un sector completamente alejado al que suele ir y sabe que no se lo encontrará a Jungkook, al menos, no allí. No lo espera, de todas formas, pero piensa en él, en su máscara, en lo que hay detrás, en su débil voz y en el abrazo del día anterior.

"¿Yoongi? ¿En qué piensas?" el niño a su lado pregunta, con una sonrisa brillante adornando su rostro. El crayón amarillo choca violentamente contra la hoja pero la felicidad de Hoseok no parece borrarse ni un segundo.

El muchacho pálido solo suspira "Nada" responde, y se encoge de hombros "Quería dibujar pero..." levanta su trabajo y se lo muestra con un gesto de resignación "Es horrible"

Hoseok se echa a reír y niega con la cabeza "¡No está tan mal!" aunque Yoongi sabe que está mintiendo y que el dibujo es terriblemente malo "Pero ¿Qué es, exactamente?"

No lo puede explicar. Las palabras no salen de su boca y no puede encontrar adjetivo alguno para describir a Superman... Iron Man... Jungkook, sí, Jungkook. Hay demasiado para decir acerca de él pero también hay demasiado de lo que no tiene ni idea. Y todos los pensamientos se mezclan en su cerebro, no puede llegar a alguna conclusión al respecto.

Hoseok es, probablemente, uno de sus amigos más cercanos. Lo quiere mucho, estar cerca suyo significa sonreír; sin embargo, siente la urgente necesidad de mantener a Jungkook en secreto.

"Es un niño" responde, como si no fuera muy importante, pero su voz tiembla ligeramente "Lo vi en un comercial"

"Oh" parece asombrado durante unos instantes "Así que es un niño...Mmm" Hoseok toma el lápiz HB y comienza a hacer trazos más certeros y, de nuevo, Jiyong es el mejor de la clase pero el muchacho sonriente no lo hace mal, en absoluto y, cinco minutos después, el dibujo se parece más a un ser humano. 

"Woah" ciertamente, el trabajo no se asemeja en nada a lo que solía ser, ahora es casi bello. Pero no se parece a Jungkook. "Luce muy bien, gracias Hoseok"

Hoseok sonríe de una forma preciosa que causa que Yoongi sonría también. Un poco más animado, se dedica a mirar las nubes de nuevo y, aún siendo pequeño, sabe que lloverá pronto. Le gustan estos minúsculos momentos de paz, en los que las clases son más libres y el profesor más flexible en términos de disciplina y puede quedarse mirando la ciudad ser y los peatones caminar. Es muy interesante. Mas, su concentración, sin poder impedirlo, se remonta a Jungkook, a sus ojos tristes y a sus dedos cálidos.

La voz de su amigo llega a sus oídos de nuevo "Hay policías en la puerta ahora ¿Los has visto?"

"No" Yoongi niega con la cabeza, pero no es de extrañar, en las mañanas suele estar tan dormido que apenas localiza la puerta de entrada "¿Por qué los han puesto?"

Hoseok se encoge de hombros, deja el crayón amarillo y toma el verde "Mamá me dijo que por seguridad, han estado robando mucho estos días. Creo que no quieren que los niños tengan miedo"

Yoongi asiente cuando la campana suena, ambos juntan sus cosas y se dirigen a la salida juntos, hablando de cosas sin  mucha importancia, en realidad. Hoseok localiza rápidamente a su madre y se despide con un gesto de su mano, sin embargo, la señora Min no parece estar por ningún lado; eso es extraño porque ella no es impuntual, ella siempre está ahí cuando Yoongi sale.

La lluvia comienza a caer de a gotitas al principio, aunque luego se convierte en una llovizna molesta. "¿Te perdiste, pequeño?" pregunta un hombre a su lado, que asusta a Yoongi levemente.

El niño pálido levanta la mirada y se encuentra a un oficial de policia, seguramente del que Hoseok estaba hablando más temprano; es un hombre de unos cuarenta años, de cabello castaño y ojos pequeños, es muy atractivo, a pesar de su edad y le sonríe con una amabilidad que solo había visto antes en Hoseok.

"Mi madre aún no llega" dice Yoongi, con tristeza sobresaliendo de su voz.

El oficial llama a otro, que viste el mismo uniforme y se acerca "No te preocupes, muchachito, ya va a llegar" habla el mismo hombre que le hizo la pregunta anteriormente "Soy el oficial Park Jimin, voy a cuidar de tu escuela a partir de ahora. Y él es el oficial Kim Seokjin" señala al joven que había llamado hacía unos instantes; su rostro es precioso y debe tener unos treinta años, Yoongi piensa, es altísimo, como un gigante, y, a pesar de su expresión serena, le da un poco de miedo verlo.

"Yo soy Yoongi" responde simplemente, e intenta sonreír pero hace demasiado frío y comienza a temblar.

"Oh, ten" dice Jimin. Desenrolla la bufanda de su cuello y se la da a Yoongi quien, agradecido, se cubre con ella. Le recuerda a Jungkook y al accesorio que le dio algunas semanas atrás; el pensamiento lo hace sonreír, inconscientemente.

Los dos hombres son muy agradables, y Yoongi no se da cuenta que pasan diez minutos hasta que su madre llega, casi al trote, disculpándose por la tardanza. La mujer les agradece a los dos amables señores y Yoongi piensa en todo el camino a casa que tiene dos nuevos amigos.


*

a/n: sé que parece relleno (lo es, solo un poco jé) pero estos dos personajes van a ser muy importantes.

ya casi se viene el angst, solo hay que esperar un poco...

gracias por leer<3

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⏰ Última actualización: Oct 07, 2017 ⏰

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