2|Virginia la que no le dan anoche

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Me senté en mi respectivo lugar esperando que llegara la maestra, a los pocos minutos llego. Eche una mirada en el asiento de mi hermano y no había llegado ¿Dónde rayos se metió?, alguien tendrá un reporte.

Después de que empezara la clase llegaron los chicos, agitados, juraría que corrieron. La maestra los miro a cada uno de ellos intimidantemente y ellos sonrieron lo mas tiernos posibles.

-Ustedes siempre llegan tarde ¡Ya no es novedad que lleguen a mitad de clase! ¿Dónde estaban? Seguro viendo como las porristas ensayan- Los miró muy intimidante a mi parecer.

-Si ya sabe donde estamos ¿Por qué pregunta Maestra Virginia?- dijo Richard bromista, pero recibió un codazo en la panza, para nada disimulado, por parte de mi hermano.

-Una mas Richard y se va a la dirección- lo amenazó, él asintió- pasen ¡Pero será la última vez!- todos asintieron y pasaron.

-Seguro no le dieron anoche- balbuceo Richard lo cual se escucho muy claro, ya valiste mi querido amigo.

- ¡¿QUÉ DIJO? ! A la dirección ¡AHORA!- dijo  gritando muy ofendida.

-Pero yo... ¡No! ¿Otra vez?... Mis papás me quitaran la Play- dijo quejándose.

-No es mi problema, a la dirección ahora si no quiere que lo lleve yo- dijo mientras hacia sonar su tacón con desesperación y no podía faltar su mirada penetrante bajó sus gafas.

Richard bufo y desapareció por la puerta muy enojado. Christopher se sentó atrás de mi, que gran novedad ¿Verdad?.

Estaba haciendo el ejercicio que nos había dejado Virginia hace 5 minutos, un papel interrumpió mi concentración al caer en mi libreta, lo tome y lo abrí.

"Con esa blusa hacen resaltar tus lindas y bien formadas curvas nena, y no hablemos de mas arriba porque, se me para algo y no es el corazón"

¡Maldito cerdo! Fue lo primero que pensé, apreté mis labios aguantándome las ganas de mandarlo al carajo. Sin molestarme de voltearlo a ver le enseñe el dedo del medio, escuche una risita por parte de este y escuche que susurro "Estas en problemas". No entendí a lo que se refería pero escuche un grito haciéndome entender de qué estaba hablando, la maestra me había visto.

- ¡Tn! ¡¿Qué hace enseñando ese dedo como si nada? !- todas las miradas se posaron en mi, Joel se pego en la frente con la mano- no es digno de una señorita tan bien portada como usted.

-Maestra Virginia, esto -le enseñe el dedo el medio a la maestra y ella se sorprendió al igual que mis compañeros- no es una grosería, es un simple dedo, si fuera malo Dios no lo hubiera creado- dije bien divamente.

-¿Y por qué se manda papelitos con su compañero? ¿Es mas importante su plática que la clase no? ¡Me das ese papel!- se paro.

Esa maestra tiene la mala costumbre de leer los papelitos en voz alta haciendo pasar una de las peores vergüenzas de tu vida. Ella se acercaba, no se me ocurrió nada más que toser y taparte la boca con la mano, en esta tenía el papel, me lo eche a la boca y fingí ser inocente.

-¿Cuál papel?- fingí no saber nada.

-Párese- me ordenó y yo lo hice, busco en mis bolsillos y en mi butaca- Perdone no tiene nada- asentí felizmente y me senté.

Ella prosiguió con la clase, me saque el papel y lo guarde en mi mochila, maldito Christopher.

-Casi nos cachan- me susurró nuevamente.

Me gire y lo mire totalmente sería, era un maldito.

- Tú me debes una Vélez- dije sonriendo victoriosa.

-Ya  se como pagártelo- arque mi ceja esperando su respuesta- unos besos no estarían nada mal.

Le enseñe el dedo el medio y me gire, lo último que escuche fue un “Tú te lo pierdes querida Pimentel”. Rodé los ojos, odiaba que el hiciera un intento de voz sexy cuando decía mi apellido.

Prosiguió la clase lenta y aburrida.

(...)

Por fin acabaron las primeras horas de clase. Salí junto con Sam a la cafetería, nos adentramos y la fila no estaba del todo larga, sonreí instantáneamente. Nos formamos en la fila y esperábamos nuestro turno.

- Tn estas loca- dijo captando mi atención.

- ¿Por qué?- arque mi ceja confundida.

-De nuevo te enfrentaste con otro profesor- dijo sorprendida. Lo cual a mi no me pareció muy increíble.

-La maestra Virginia no iba a tener la oportunidad de llevarme a la dirección- dije sin ninguna expresión.

Sam abrió la boca para decir algo pero alguien la interrumpió.

-Hola chicas- dijo saludandonos- hermana ¿Cuándo vas a parar de pelearte con Chris?.

- Cuando el deje de molestarme, así de simple y sencillo.

Richard se acerco a nosotros, parecía totalmente tranquilo a como debería estar, es "Richard alias el explosivo".

-Rich- el me miro- ¿Qué paso?- dije refiriéndome a lo de hace un rato.

-Nada grave Tn, solo una regañada del director y me leyó toda una biblia sobre el respetó y todo eso. Dijo que era la última vez y que si se repetía no iba a darme otra oportunidad y llamara a mis padres- se encogió de hombros. Este hombre no le importa nada.

La fila avanzó y era nuestro turno. Agarre una hamburguesa, papas, ensalada y jugo de moras. Miramos un lugar vacío y no dudamos en sentarnos ahí, dejamos caer nuestro trasero en las sillas y empezamos a comer. Una mano tomo una papa de mi bandeja y mire quien fue ¡uy! que novedad, es Christopher.

-Que saludable comes, si no fuera por la ensalada- se sentó alado de mi.

-No pedí tu opinión- mordí mi hamburguesa.

- Están deliciosas- agarro otra papa y lo mire fulminante- Gracias muñeca- me giño un ojo, rodé mis ojos y mire a mi hermano el se encogió de hombro.

-¿Puedes dejar de molestarme? ¡Así puedo comer tranquila!- agarre mi jugo y me lo lleve a los labios.

-No te estoy haciendo absolutamente nada Tn- Alargo su mano y le pegó a mi vaso de jugo, provocando que caiga enzima de mi ropa y me moje toda, en su cara decía todo, lo había echo a propósito- ahora sí.

Me pare furiosa, es un descarado, estaba totalmente cansada.

-¡Que demonios te pasa Velez!- le aventé el vaso en su cara y salí de allí.

"¡Eres un idiota! ¿Lo sabías?" escuche decir a Sam. Corrí hacia el baño escuchando a los demás murmurar de mi y captar la atención de todo aquel que me mirara. Entre en el baño y empecé a limpiarme lo más que pude, no lograba ni lograría sacar la mancha roja de mi top blanco, maldije totalmente enojada.

-¡Mierda!- maldije las manchas del jugo que no se podían quitar.

Se abrió la puerta y vi a Sam entrar por esta.

-Tn aquí estas, toma - la mire y me dio ropa-
es mía la llevo siempre por ocasiones así, espero que te quede.

La abracé y le susurré un gracias, me metí a un baño y me cambie, cuando acabe salí dudosa. Sam me vio con una sonrisa muy grande.

-No puedo creerlo creo que esa ropa te queda mejor que a mi.

-No exageres- reí y me mire en el espejo- creo que soy de tu misma talla.

-Si lo eres- dijo.

Eres un idiota ¿Lo sabias? (C.V Y Tú) /Terminada/ TrilogiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora