Segundos que se presentan como siglos

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Cuando Hiraga llegó, Roberto ya estaba saliendo de la habitación -oh qué pasa?- preguntó Hiraga porque no había tardado.

-Nada, sólo entre a despedirme, querías irte ya, no?- Lo dijo viéndolo con una cara seria.

-Ah si gracias...- se avergonzó un poco por eso, de alguna forma estaba feliz de que Roberto se apresurara sólo porque el lo había pedido, incluso si no había sido muy amable al pedirlo.

Roberto no dijo nada pero le pareció muy tierna la reacción de Hiraga, puso su mano en su hombro y dijo -vámonos- y luego comenzó a caminar.
Hiraga sólo se limitó a seguirlo en silencio.

Al día siguiente regresaron al hospital sólo podían quedarse unos días y mañana por la tarde tendrían que regresar al Vaticano -que lástima que tengamos que volver, es muy bueno ver a Ryota pero el trabajo también me gusta... esto es complicado no Hiraga?-

Hiraga estaba escuchando perfectamente a Roberto pero aún así parecía "distraído" tratando de encontrar a alguien.

-Hiraga, me escuchas? Que estás buscando?- dijo con un dote de curiosidad.

Hiraga volteo un poco rojo y nervioso de que Roberto se diera cuenta -N-Nad- pero lo interrumpieron.

-Oh están aquí de nuevo que gusto- lo dijo con una sonrisa dirigida a ambos, cuando escucharon a Linda voltearon al mismo tiempo, sin embargo sus caras no eran las mismas, Roberto estaba tranquilo pero Hiraga sintió la cosa rara de la otra vez... esa que no quiso aclarar cuando hablo con Ryota.

-Oh si aquí estamos- dijo con una sonrisa -lamentablemente mañana tendremos que regresar al trabajo y no vendremos en un rato- cuando Roberto termino de decirlo Hiraga volteo a verlo bastante angustiado, no sabía porque, pero no le hacía nada feliz que se lo dijera, eso no era su obligación y tampoco era necesario que ella lo supiera.

-Si...- eso fue lo único que pudo decir pero no dejaba de pensar que no tenía que "avisarle" por qué lo hizo?

-De-de verdad? Que mal ustedes son muy agradables me gustaba verlos diario jejejej- lo dijo con una pequeña risa mirando a Roberto pero esta desapareció en el momento en el que cruzó mirada con Hiraga -Ehh bueno... si ehh que lastima...- desvió la mirada.

-Si, es una pena...- dijo Hiraga y luego empujó un poco a Roberto haciéndolo avanzar.

-Ahh- Roberto no pudo hacer más que empezar a caminar tras la insistencia de Hiraga.

Mientras caminaban por el pasillo Hiraga refunfuñaba palabras sin sentido así que Roberto se decidió a hablar -Hiraga...- no recibió una respuesta así que se acercó y detuvo a Hiraga con ambas manos -Hiraga- después del tacto parecía haber encogido los hombros pero luego de que lo volviera a llamar decidió voltear -Eh? Es... estás llorando?-
-Como?- dijo Hiraga mientras ponía su mano en su cara para cerciorarse de lo que acababa de oír.

-Que te pasa? Porque lloras? te sientes mal? te duele algo?- Roberto parecía legítimamente desesperado.

Hiraga lo miró un momento pero no pudo hablar, estaba feliz de ver la cara de un Roberto que estaba muy preocupado por el, pero también sabía que eso no estaba bien, si había un rastro de felicidad en él era por el simple hecho que al menos por este momento el 100% de la atención de Roberto estaba centrada en él, sabiendo eso sólo empezó a llorar más.

-Espera Hiraga por qué lloras?- esta vez lo volteo para tenerlo de frente -por favor contéstame!- Hiraga sólo recargo su frente en el pecho de Roberto viendo eso el prefirió no insistir y se quedo así un momento, luego Hiraga alzó la mirada.

-P-perdón... voy a lavarme la cara... con permiso- después de eso solo dio vuelta y se fue.

Roberto iba a seguirlo pero titubeo, al fin cuando dio un paso seguro alguien tomó su brazo, era Linda -Disculpe Padre Roberto-

-Eh- Roberto volteo un poco desconcertado -oh que... qué pasa?- dijo sin más, realmente parecía tener prisa.

-Lo siento pero luego de lo que dijo esta mañana... no puedo estar tranquila... ya se que... pero... mmm- desvió la mirada.

Ya en el baño Hiraga se lavó la cara, y volteo a ver la puerta... algo en el parecía esperar que Roberto entrara... sin embargo él decidió salir del baño para regresar con el, no podía dejarlo solo... y a pesar de que no sabía que iba a decirle quería asegurarse de que estuviera bien, salió casi corriendo y se dirigió a donde Roberto.

Roberto no estaba mirando a Linda y apenas entendía lo que decía, ella era pequeña así que optó por subirse a la banca y volver a llamar a Roberto, cuando lo hizo Linda tomo su rostro y lo besó, Roberto se impresionó y en un segundo la separó, fue un beso por demás corto, casi infantil, pero para su mala suerte, Hiraga justo había dado vuelta y pudo verlos, lo que para alguien más fue un segundo al el le parecieron siglos, fue demasiado el dolor en el pecho y el malestar en su estómago... casi sintió que dio vueltas y de nuevo pequeñas y tibias las lágrimas amenazaban con avanzar por sus mejillas.

-Hiraga!- dijo Roberto corriendo hacia el -perdón iba a verte pero... bueno ya estás bien? Que tienes...dime...- estaba tomando su hombro esperando una respuesta.

-Nada- dijo, volteo a verlo con una forzada sonrisa -sólo ..... saludare a Ryota y volveré a casa- luego de eso quito la mano de Roberto y avanzó.

Linda sólo veía a Hiraga que la ignoro completamente y entro a la habitación.

-Lo siento, pero por qué hiciste eso?- dijo Roberto con una cara seria.

-Perdón no iba a verlo... lo... lo siento será mejor que me vaya- dijo eso y dio media vuelta.

Roberto suspiro y dijo -Oye no le tomes importancia, será mejor que lo olvidemos, de acuerdo?-

Después de escucharlo Linda volteo y asintió energéticamente -de acuerdo, no lo olvido... pero no lo menciono... gracias por ser tan bueno... con permiso- y así se fue de ahí.

Roberto la vio un instante y luego miro la puerta -... Hiraga...- dijo eso pero prefirió no entrar, Hiraga salió de la habitación y dijo.. -te veo en casa...- se dispuso a irse pero Roberto tomo su brazo en un fallido intento por detenerlo.

-Basta... dije te veo en casa, adiós...- se fue con paso firme pero dentro de él quería regresar corriendo abrazarlo y pedirle disculpas.

Roberto prefirió entrar primero con Ryota para despedirse y poder ir por Hiraga.

-Mmm qué haces? No vas con mi hermano?- dijo bastante agobiado.

-Eh? Si por supuesto solo quería despedirme apropiadamente- en cuanto lo dijo Ryota se acomodó y dijo -olvida eso! Ve con el! Realmente se veía extraño pero no quería hablar! Por favor ve a ver que tiene!- Ryota estaba casi gritando parecía realmente desesperado, cuando Roberto lo vio tan agitado no pudo evitar recordar a Hiraga llorando.

-Está bien tranquilo yo iré con el- hizo un reverencia para despedirse y salió de la habitación, estaba realmente preocupado, si Hiraga no podía ni hablar con su hermano era porque realmente tenía un problema, pensando en eso no supo en qué momento empezó a correr buscando a Hiraga por todas partes mientras se dirigía a la salida, estando afuera lo vio sentado en una banca con un aire de realmente no estar ahí.

Se acercó lentamente -Hiraga... puedo sentarme?- este no lo escucho así que optó por sentarse -Hiraga... estás bien Ryota está muy preocupado... y ya sabes que yo también... que tienes?-

Hiraga seguía viendo al infinito con los ojos llorosos, de repente volteo a ver a Roberto como tratando de entender quién le estaba hablando -Ro-Roberto?-

Las circunstancias que despiertan sentimientos (RobertoxHiraga) VKCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora