Cap. 4 Mentiras.

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Me habia pasado todo el fin de semana pensando en él.

Trate de distraer mi mente haciendo ejercicio, fui a correr a un parque cercano y me mantuve totalmente desconectada de todo, no utilize mi telefono durante estos dias.

Rapidamente lunes, estaba desayunando con mamá, podía escucharla hablar, pero toda mi atención la tenía en Lucca, sentía un poco de verguenza, no quería toparme con él en todo el día, pero así también tenía unas ganas horribles de preguntarle que pasó.

- Entonces hija, estás de acuerdo con eso?-- Pregunta ella sacandome de mis pensamientos.

- Ah, sí, esta bien.-- Ciertamente no tenía ni la menor idea acerca de esa pregunta.

- Me he dado cuenta de que has estado muy pensativa ultimamente, te pasaste todo el fin de semana fuera de la casa, no has utilizado tu telefono, he tratado de comunicarme contigo varias veces y lo tenias apagado. ¿Qué pasa contigo?. -- Me dijo haciendo notar su preocupación.

No pude evitar soltar un suspiro de frustración, asi que de inmediato notó mi estado.

- Tranquila mamá, no es nada.-- Le sonreí intentando sonar convincente.

-No lo creo, dime qué sucede.-- Exigió dejando de lado su taza de café.

- Solo se trata de un chico.

- Algun compañero?.-- Preguntó curiosa.

- No, es un chico de otra clase, charlamos un poco el viernes y quedó en acompañarme a esperar el bus..--

Baje la mirada un poco avergonzada, esto simplemente me parecía absurdo, nunca antes me había sentido igual a causa de alguien. 

- Y qué sucedió?.

- No llegó.- Dije bajito.

Mamá solo sonrió y me tomo las manos.

-Fabiola escucha, no te apresures a sacar conclusiones, estoy segura de que esa cabecita tuya se está cuestionando muchas cosas, pero déjame decirte que tu no eres el problema. -- Le sonreí más tranquila, ella tenia mucha razón.

- Gracias ma, no te preocupes, estoy bien. -- Le dije con más ánimo.

Terminé de ayudarla con algunos quehaceres y me preparé para ir a la universidad. En el camino encendí de nuevo mi teléfono, hallando muchos mensajes, sin ganas de nada, solo me puse a escuchar música.

Al llegar pude ver a Clara conversando con uno chico, que pensé era amigo de Lucca, ya que en ocasiones lo vi junto a él.

Caminé deprisa hasta la clase, por ninguna razón quería hablar de nuevo con él.

- Hey! -- Saludó Alma.

- Hey.-- Respondí sonriendole.

- ¿Cómo estas? ¿Cómo estuvo todo con tu galán?.-- Preguntó. Se notaba muy emocionada, no sabía si decirle, así que decidí guardármelo todo por el momento.

- Te lo digo luego, quiero acabar con algunos apuntes.

- Genial, entonces nos lo cuentas a las tres luego.-- Dijo para después acomodarse junto a mi.

La verdad es que no quería tocar el tema, pero tampoco podía ocultarlo.
Durante toda la clase no pude dejar de pensar en ello, antes sentía un poco de vergüenza con él y ahora solo quiero verlo y estrangularlo, sin darme cuenta ya había roto mi lápiz dejándolo por la mitad.
Clara no dejaba de observarme y Ange se hallaba discutiendo con Alma a causa de un libro.

- Podemos hablar?. Preguntó Clara sonriéndome.
- Por supuesto. Contesté acercándome.
- Pasó algo con Lucca?.

Hice una mueca haciéndole saber que no me fue bien. Ella solo me observo atenta.

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