Capitulo IV: Traidores

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La vida en el palacio era dura, Eun So aún tenía muchas cosas por aprender antes de poder servir al joven príncipe. El palacio estaba lleno de intrigas y chismes. Y lo que más le asombraba a Eun So es que su amigo tuviera que vivir en las sombras, casi ninguno de los criados conocía el rostro del joven heredero por órdenes de su majestad el rey, así que el chico había vivido los últimos tres años encerrado en su habitación y las oportunidades que tenía para salir al exterior eran muy pocas. Además se rumoreaba que pronto contraería nupcias con una joven hija de uno de los ministros. Para Eun So no era nada sorprendente, los últimos años había aprendido las costumbres de la época e inclusive, a ella se le consideraba un poco atrasada ya que su edad para casarse ya había pasado. Sin embargo la situación era un tanto distinta: Seung se negaba rotundamente a casarse con una completa desconocida. Bueno al menos esa era la razón que le decía a su padre, la verdad era que en su corazón ya había alguien.

Como consecuencia de su constante encierro, su habitación se lleno de libros de diferentes lugares del mundo que ansiaba visitar pero debido a su condición no podría ver. En cuanto a los dos amigos, aunque se suponía que no podrían verse, el joven príncipe siempre encontraba la manera de observar a su amiga y en algunas ocasiones logró poder hablar con ella.

—Si nos llegan a descubrir me castigarán muy duro —susurra Eun So a su amigo.

El joven príncipe había llegado de la nada a la habitación de la chica y con un gran susto la había despertado. Evadiendo a los guardias del palacio, se dirigieron hacia los jardines, allí podían hablar tranquilamente.

—Me asegure de que nadie nos siguiera.

Sin embargo el joven príncipe estaba equivocado, una persona observaba todo desde las sombras.

—¿Como estás? Se que está vida debe ser difícil para ti, estás acostumbrada a otro tipo de ambiente.

Eun So observa fijamente a Seung, a pesar de todas las advertencias que le han dado sobre su trato hacia los miembros de la realeza para ella el joven príncipe siempre sería su mejor amigo.

Charlaron amenamente recordando aquellos tiempos en los que él no era más que un niño asustado en busca de la razón por la cual se encontraba al lado de Eun So.

—Es momento de regresar, si no me encuentro en la cama, la dama Choi me regañara y tardaré más en poder estar más cerca de ti.

—Intentaré encontrar una forma para que estemos juntos pronto.

Seung se sonrojo un poco ya que aunque Eun So entendía perfectamente a lo que se refería, su afirmación podría darse a malentendidos si alguien lo escuchara. Exactamente eso sucedió, aquella persona de las sombras había encontrado algo con que chantajear al joven heredero. Sin esperar más, dicha persona se dirige a contarle a su jefe lo que había escuchado.

—Espera una carta mía, la escribiré en Hangul para que nadie pueda descifrarla, solo tú. Y no confíes en nadie, todos están que por un objetivo personal... Y si llegan a usarte para intentar atacarme... —Seung susurra lo último sintiendo un vacío en su pecho.

Él más que nadie conocía de primera mano lo que podrían hacerle con tal de quedarse con el trono. Era por ello que su padre lo mantenía aislado hasta de los propios criados del palacio.

Sin perder más tiempo, el joven príncipe acompaña a su amiga a su habitación y con una dolorosa despedida se separan sin saber cuándo podrán reunirse de nuevo.

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⏰ Última actualización: Dec 05, 2017 ⏰

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