Tiene dos puntos débiles; la miel y la música. Por increíble que parezca, la música amansa a las fieras y, por lo tanto, también al cancerbero, que sólo ha sido vencido en dos ocasiones. Una de ellas fue Orfeo que encantó al cerbero con la música de su lira, dejándolo sumido en un dulce sueño. La segunda vez fue Hércules que, con su fuerza descomunal, logró doblegar al animal y encadenarlo, consiguiendo así uno de los “doce trabajos de Hércules”.
La miel es la otra debilidad del perro guardián. Los pocos que han conseguido ver al cerbero y han vuelto cuentan que sólo con tortas de miel se consigue aplacar al fiero animal. Si un viajero no lleva una buena provisión de tortas de miel el cancerbero se lanzará al ataque y el mortal quedará a merced del perro de por vida.
