Aprendiendo a Bailar Vals (Tn_ y Kendall Schmidt) HOT | TERMINADA|

Capítulo 19- Eras tu el de las cartas?....| Primera parte|

CHICAS SI PUEDEN PASEN POR MI NUEVA NOVELA " 7 DÍAS CON KENDALL SCHMIDT Y TU" :)

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ICapítulo 19I

 “Ve a la sala de baile, dejé algo para ti, con amor, tu admirador secreto”

Había traducido el mensaje a toda prisa en un traductor de alguna página en internet. ¿Un admirador secreto? ¿Quién sería? ¿Por qué? Sonrió inconscientemente, le había dicho tantas cosas bonitas, ¿Qué chico hacía eso? ¡Ninguno!

Por un momento pensó en Kendall, luego se reprimió por tonta. ¿Por qué iba Kendall a mandarle una carta así? Él sólo la había usado para complacerlo en la cama, y ahora sólo era un recuerdo lejano de un error que no debió haber cometido nunca: enamorarse de él.

Estaba completamente intrigada, y a pesar de que sabía que no era una muy buena seguir las instrucciones de un desconocido, su sexto sentido le decía que tenía que hacerlo, que no había riesgo.

Fue a la sala donde practicaban las coreografías y pasos; en la puerta había pegado un papelito rosa. Lo sacó y lo leyó, esto se tornaba cada vez más extraño.

“Si estás leyendo esto, es porque quieres saber quién soy, ¿No? Oh, pues entonces. Puedes entrar, preciosa, pero antes, ¿Puedo decirte que te quiero?”

_________ entró a la sala, cerrando la puerta detrás de ella; no sabía si alarmarse porque el tipo podía ser un psicópata o algún demente, o alegrarse y saltar de felicidad porque nunca un chico la había tratado tan bello… aunque no supiera su identidad.

El aire abandonó su cuerpo cuando vio un enorme letrero que cubría una pared completa, grabado con el simple pero hermoso mensaje de un “Te quiero, ______”. Sonrió, ¿Cómo era que la quería? ¿Cómo era que la conocía? ¿Quién demonios era la persona detrás de todo esto? En uno de los bordes del cartel, había un pequeño mensaje escrito, se acercó a él para leerlo:

“Un te quiero jamás será suficiente. Si aún quieres continuar, puedes quitar el cartel y ver qué hay de atrás”

Se demoró un poco en quitarlo, el cartel era gigante. Terminó de quitarlo encontrándose con otra notita, a diferencia del enorme cartel que cubría toda una pared esta nota era igual de pequeña que la que había en la puerta.

“Sé que el color azul es tu favorito, por eso te he hecho un regalo; sólo ve a los camarines que están en el primer piso”

La sala de baile se ubicaba en el segundo piso, por defecto, tenía que bajar al primer piso; aún no se acostumbraba al lugar: ese estudio era nuevo, no lo conocía muy bien, pero creía recordar dónde estaban los camarines.

Entró en el camarín de mujeres por intuición, otra vez el aire abandonó su cuerpo, cuando vio el hermoso vestido color azul colgado en medio del camarín, demasiado lindo cómo para ponerse a pensar en cómo lo había metido allí junto con unos tacones plateados.

“Un pajarito me dijo que tu color favorito era el azul, apuesto a que te quedará maravilloso, ponte el vestido”

Se metió en el probador a cambiarse, aún no entendía por qué estaba haciendo esto.

Otra notita apareció dentro del probador:

“Cuando termines de ponerte el vestido, ve a la salida trasera, sabrás que hacer luego, te habría dejado maquillaje, pero creo que te ves perfecta sin él”

Sonrió, ya no había dudas, no creía que fuera un psicópata. Además, sabía que Avril tenía que saber algo, porque la conocía, no le habría dado la carta de un extraño sin quedarse a ver qué decía o llenarla de preguntas extrañas; ¿Quién sería? ¿Javier o Dante? No, a Javier le gustaba Avril estaba segura, y Dante… Bien, podría ser Dante… ¿Y si era Dante? Oh, prefería no adelantar conclusiones, o sentía que se arrepentiría.