La luz le pegaba de lleno en el rostro, obligándola a cerrar los ojos para relajarse. Aquella parte del castillo siempre le había gustado, y ya que tenía una hora libre no se le ocurría un mejor lugar a donde ir.
—Hola, tú.
Hermione se giró sobresaltada, un par de ojos azules la miraban divertidos.—¿Desde cuando me llamas "tú", Ronald?
Ron chasqueó la lengua fingiendo replantearse su pregunta.
—Bueno— resolvió distraído—. Desde hoy, ¿Qué hay de malo en eso?—preguntó, dejando la escoba que traía a un lado con sumo cuidado, meneó la cabeza un poco y después, motivado, la volvió a mirar.
—Estaba pensando... Como ya sabes, se aproxima el próximo partido de Quidditch, Gryffindor contra Slytherin y según sé, nunca te pierdes ningún partido nuestro— completó con aire de superioridad.
Hermione agachó la mirada azorada, sí, eso era cierto, pero la razón era una. Nunca nadie se lo tuvo que haber pedido. Cada que Harry jugaba nunca pensaría en faltar, y si bien no le apasionaba aquel deporte sí que le gustaba verlo siempre que Harry estuviesa volando en su escoba, dispuesto a ganar el partido que fuese.
—Sí— aceptó inquisitiva— ¿Y que tiene eso que ver conmigo?
Hermione deseó poder detectar algo en los gestos de Ron y el por qué estaba pidiéndole algo como eso. De repente su rostro se tornó rojo, signo de que estaba nervioso y sin razones que responder a su pregunta. Sus ojos la evadieron y miraron al frente con aparente interés.
—Quería saber a quién apoyarás— inquirió, dándole misticismo a sus palabras.
Esta vez fue ella quien apartó la vista de él. Ya casi era hora del almuerzo y realmente no tenía ganas de contestarle. Se encogió de hombros, para inconformidad de su amigo
—Soy una Gryffindor, ¿A quién si no?
Ron sonrió satisfecho, volviendo a coger la escoba por el mango y mirándola triunfante.
—¡Vayamos a comer entonces!
Asintió, devolviéndole la sonrisa y Ron pasó un brazo por sus hombros echando a andar hasta el Comedor.
—Estás dejando caer todo tu peso sobre mí—se quejó ella, pues realmente la estaba aplastando conforme avanzaban más.
—¡Es que estoy muriendo de hambre! El entrenamiento estuvo brutal, cln Harry siendo últimamente tan obsesivo como Oliver, no tengo energías para más— gimoteó.
Hermione se echo a reír, desordenando con los dedos el cabello de su amigo juguetonamente.
—Harry nos está haciendo trizas en los entrenamientos, ¿Qué podemos hacer con eso?
Sin otra opción, Hermione le dio vagamente la razón, evadiendo la presencia de Harry en su conversación.
—Como sea, tú siempre tienes hambre.
Mientras seguían caminando pudieron distinguir a los demás alumnos agolpándose en los pasillos, ansiosos de comer antes de la siguiente clase del día y, sobre todo, los que cursaban los años superiores. Al pasar, algunos los miraron curiosos, posiblemente por verlos solos y sin Harry.
Para Hermione, Ron solo se trataba un amigo y no más.
En un tiempo, años atrás, tontamente habían creido lo contrario, ahora todo estaba bien con los dos. Después de la guerra su relación se había solidificado bastante conforme maduraron. Sí, Hermione lo había besado y él había correspondido, también era cierto que, de algún modo, terminaron en una relación bastante incómoda y tormentosa. Era demasiado ¿Efusiva? Las peleas eran buenas cuando la recompensa era que Ron le pidiera perdón y terminara con algunos besos similares al primero.
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Into you (Harry Y Hermione) [Completa]
FanfictionLa respuesta a sus problemas parecía fácil, ella misma se había metido en ese disparatado embrollo, así que ella sola debía ser quien lo solucionara. Sin embargo, Hermione nunca contó con el único problema que nunca contempló, terminar enamorándose...