Capítulo 8

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Me quedé en silencio hasta terminar mi pizza, mientras ellos hacían quien sabe que con sus teléfonos.

-Eres un tonto-ambos voltearon, que irónico...

-¿A quien se lo dices?-cuestionó Alfredo, nuevamente blanquee los ojos, no pueden ser mas idiotas

-Al de la idea de venir a irrumpir mi hermosa y perfecta vida, además de mi cita con aquella pizza, tan hermosa y deliciosa -apunte la caja, en la cual sólo quedaban los bordes de cada porción- bueno...con lo que queda de ella.

-Te hablan-le dijo Alfredo a Justin, quien estaba husmeando mi nevera, sólo espero que no encuentre mi...

-Fredooo, encontré helado-dijo emocionado, nooo...mi helado, eso si que no, no lo permitiré, se metieron en mi casa, comieron mi pizza, pero con mi helado nadie, nadie se mete.

Me levanté y fui a quitarle mi preciado helado, para después correr a mi habitación, escuchaba como me seguía los pasos.

Cuando estaba a punto de llegar a mi cuarto para poder encerrarme y comer helado, tropiezo con mis propios pies, lo se, lo se, no es necesario que lo digan...que estúpida soy...

Cerré los ojos esperando el impacto, pero nunca llegó, gracias a Justin, quien me sujeto de la cintura para que no caiga, si...muy cliché, pero así fue.
Recordé que, en la mayoría de mis libros preferidos y cursis había, mínimamente una escena así. Tengo que admitirlo, soy muy sentimental, cursi, romántica y todos los sinónimos de aquellas 3 palabras que me describían tan bien.
Pero, si creía en el amor, en aquel amor verdadero que nadie tomaba en cuenta, que todos creían era una farsa ...¿Por qué acepté todo este enredo con Justin?¿Por que puse primero algo exterior, en vez de mis sentimientos?.

Aquellas preguntas eran difíciles de contestar, porque ni yo sabia la respuesta.

Era un momento tan confuso para mi.

Pero, cómo no, Justin lo aprovechó para robarme el helado y esconderse, quien sabe donde...ni modo, tendré que acudir al helado de reserva, que, como lo dice su nombre, está reservado para momentos confusos como éste.

Entro una vez más a la cocina en busca de ese helado, pero al ver aquella escena...se me partió el corazón, fue uno de los dolores más grandes que he sufrido en mi vida (Exagerada es mi segundo nombre)...
Alfredo estaba terminando el último bocado del helado de reserva, si no supiera que ésta es la realidad, creeria que en cualquier momento saldria vapor de mis orejas...lo iba a partir en dos, como el lo hizo con mi corazón deseoso de helado.

Estaba a punto de lanzarme encima de el, pero como siempre, Justin me tomo de la cintura para retenerme, no se ni de donde salió...

Intenté soltarme, pero parecía no funcionar.
Pasados unos 2 minutos me calme, pero no porque olvide lo que ambos hicieron, sino porque prometieron llenar la nevera de helado, delicioso y cremoso helado, de preferencia sabor oreo.

Pasado el pequeño problema, casi insignificante... nos sentamos en el sofa del patio para hablar del tema por el cual llegaron a mi casa.

No sabía que sucedería, ¿como haríamos que todo funcione?

-Como decía-Continuó Alfredo- Tengo unas cuantas preguntas para hacerte, debes contestar todas con la verdad- dijo serio

- ¿Y si no quiero responder nada?- lo desafie

-Te lo dije, ella no lo hará- habló ésta vez Justin

-Callate-le dije, recordando que todo este problema era por su culpa, si no hubiera hecho nada con esa chica, yo estaría en mi cama durmiendo tranquilamente.

-¿Lo harás?-volvió a preguntar Alfredo, yo creo, para terminar lo que seria pronto una pelea entre su amigo y mi persona

-Está bien-dije resignada, no lograría nada negandome por lo que me acomode en aquel sillón y tome una revista en lo que me hacían las dichosas preguntas

-Bueno, comencemos...

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⏰ Última actualización: Oct 10, 2017 ⏰

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