¿Que me pasa?

Nunca vi a un chico así, y nunca vi a este chico.

-¿Vas a llevar algo?¿Si o no?- Pregunta con mala cara.

-¿Así atendes a los clientes?- Me cruzo de brazos y...quisiera levantar una ceja pero es algo que nunca pude. Es lindo pero hablar así...

-Ah...-Bufa.-¿Quieres llevarte algo? Señorita Flacucha.

Quisiera ofenderme pero soy así. Me siento mal pero lo soy y no puedo cambiarlo. Sin embargo...

-Vos no podes hablar mucho que digamos- Lo miro de arriba a abajo. El también es flaco.

-Bueno...¿Y?

-¿Y que?

-¿Que vas a llevar?- Pregunta alto.

-Ahora ya nada...

-Uff!...Okay, Adiós.

-Chau.

***

-¡Ian!

-¿Que?- Grita de arriba.

Cierro la puerta a mi espalda.

-¡Llegue!

-¡Bueno! Estoy en la ducha, dejame en paz.

Agh! Me quiero ir, no quiero estar acá, no quiero decir de irme de casa y todo eso. Sino que está casa esta tan aburrida sin mamá, tan vacía, la extraño tanto.

¡Agh! Como odio esos momentos cuando me pongo melancólica.
Mis ojos se empañan. Soy alguien que no olvida las cosas y menos la muerte de mi mamá.

Flashback.

Mamá! Dejame ir a la plaza- Grita Ian, a lo que recibe una respuesta negativa por parte de mamá.-Porfavor- Vuelve a insistir.

¿Que paso? Y si...En la plaza terminamos.

Cuando estamos por llegar y cruzar la calle un hombre casi nos atropella, mi mamá se queda paralizada ante el rostro de aquel hombre. Cuando mi vista se dirige a ese hombre el mio se congela.

Es mi papá biológico.

Mi mamá no se mueve aunque le gritamos, la empujó pero no reacciona, mi mamá siempre fue así, como que se queda paraliza ante ciertas cosas. Acto seguido por instinto corro hasta la acera junto con Ian. Grito y grito pero el auto que la choca no para.

En cámara lenta veo como la vida de mi mamá se esfuma. La caída al asfalto y el auto llendose a toda velocidad es lo que hizo a mi mundo oscurecer.

Ella no reaccionó.
Yo no la salve, no pude hacerla reaccionar.

Desde ese día mi vida no es la misma. Casi no sonrío y no veo luz en mi camino.

No pude hacer nada.

Papá, o Javier quedó destrozado. Se volvió frío y seco.

Fin del flashback.

Javier se convirtió en un héroe para mamá y un padre para nosotros.

Supe que era mi padre porque se me viene un recuerdo a la mente de él cargandome y dejándome en los brazos de mi mamá.

Nunca olvido.

Odio ser tan débil y poder dejar el dolor atrás pero no puedo.

Mamá, era mamá.

Lágrimas caen y no puedo permitir que me vean así.

Quiero ir a mi cuarto pero quiero despejar mi mente.

Salgo de mi casa con lágrimas en mis mejillas.

El sol se esta escondiendo y el frío se esta haciendo presente por mi piel.

"Hija, hermosa mía, eso sos, hermosas. No importa nada más, sos perfecta como sos"
"Y acordate Camina hacia el futuro, ahre. Sigue este camino con esperanza y fe. Vos podes mientras tengas aliento y en vos haya vida nada te puede detener"

Recuerdo esas palabras sacandome las lágrimas.

A lo lejos veo un banco y me siento a pesar de lo frío que esta.

Veo una señora y con ella van lo que supongo son sus hijos, esta al teléfono y los chicos, de unos seis años, juegan a la pelota a su alrededor. Luce cansada y me es inevitable pensar de lo que se esta perdiendo.

No soy mamá pero disfrutar a tus hijos, creo yo, es lo mejor. Ellos mas que nadie necesitan a su mamá, aunque ahora este ocupada.

Ellos y yo, en todo tiempo necesitas de tu madre, es un pilar me tu vida y sin ese pilar tu casa puede derrumbarse.

Resoplo y comienzo a temblar.

Recorro algunas cuadras y encuentro una bonita calesita, al lado una cafetería.

Decido entrar y pedir un capuchino con dos medialunas, me comería media docena pero mi economía no da para tanto.

Cuando le doy el primer sorbo alguien se situa a mi lado.

-¿También trabajo en este lugar?-Le pregunto a el chico cuando me doy cuenta que es el joven de la tienda.

-No...Te olvidaste esto - Y saca un sobre.

La Chica Flaca Donde viven las historias. Descúbrelo ahora