3. Viaje en llamas

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-¡Grrrr!- gruño el 5.0.5, se tambaleaba y golpeaba con fuerza bestial las paredes, mostraba sus dientes, su rugido era atronador y retumbaba en la casa.
-tranquilo- mi voz parecía tener miedo, trate de calmarlo pero no razonaba y en su furia animal rompía los cuadros, que tanto gustaban a Black Hat- shhh shhh tranquilo, solo relájate- no podía tranquilizarse y se golpeaba la cabeza contra las paredes. Era obvio que tenía un dolor de cabeza. Crear medicinas es lo más fácil que puedo hacer, elaborarlos con solo ver que malestar tienen es simple, no solo me dicen doctor porque creo soy un científico con doctorados sino porque también me gradué de doctor en medicina general y farmacia, algo gracioso porque ahora con esos conocimientos trataré de curar un oso. Tenía que usar algo obvio como la Ergotamina pero lo malo es que se me haría imposible tenerlo en formato de tableta, lo único que me queda es derivarla y sintetizarla en un compuesto líquido, tendría que gastar muchos hongos para esto. En el laboratorio estaba todo en orden para este trabajo y me puse manos a la obra. La Claviceps Purpurea es un hongo que crece en el centeno como un parásito, pero también puede infectar otros tipos de cereales, curioso si se consume centeno infectado te puede dar ergotismo que hace que te de gangrena en tus extremidades pero si lo aíslas bien puede curar enfermedades circulatorias y también te puede curar de la migraña, y ese es el trabajo que tengo que hacer con celeridad.
-¡Listo!- grite y mi felicidad era tal que por error tumbe lo que sobraba de la solución y me la derrame en el brazo-¡sandwiches de atún!- maldije, debo de aprender a controlar mi boca.
No sabía dónde estaba 5.0.5, el ruido de su destrucción me guiaba, todo se me hizo borroso pero tenía que seguir, las paredes parecían flácidas como si no tuvieran solides.
-¡Grrrrr!- rugió 5.0.5 y volví en mí. Solo tenía una oportunidad para darle de beber la ergotamina mezclada con cafeína y tranquilizantes, sus más de dos metros eran imponentes, pero en el fondo sé que no me va hacer daño, subí por su espalda y logré hacerlo beber.
-ahora vas a caer en 5 4 3 2 1...- y cayó sobre su panza- eres un ángel cuando duermes, eres un tierno osito, le bese la flor y lo dejé dormir ahí, ya cuando despierte tendrá que soportar la furia de Black Hat, tiene suerte de que no haya estado aquí. Sentí desmayarme pero nunca sucedió, sentí el vértigo, sentí la muerte venir hacia mí y sentí mi mente trabajar – ¡oh no!- dije, me había dado cuenta de lo que estaba pasando – he sido muy estúpido- corrí hacia mi habitación y el piso se movía como si pasara un temblor, las paredes se me acercaban y alejaban, la bolsa de papel que cubría mi rostro quería devorarme. Me encerré en mi cuarto y me deje caer en la cama – ¡he sido un idiota! ¡Se me olvido aislar la Dietilamida!- un viaje estaba a punto de comenzar.
Las luces viajan, el pasto crece y puedo ver como el sol las nutre, soy consciente del espacio que ocupo y de mi visión de la vida, todo parece tan falso, todo tan relajado, los muebles cobran vida y festejan el hecho de que los uso, son felices de que tengan un motivo de ser, un motivo de ocupar un espacio, veo la luz luchar contra la oscuridad y esta enamorarse de ella, crecer juntos y hacer una familia, hijos como las cebras, de luz y oscuridad brillante y absorbente a través de un prado de agua titilante, el viento sonríe y ve la cosas que alimenta del beber de sus hojas que no existen. Siento unas manos cubriéndome como el retoño de una flor, me cuidan, me miman, me quieren y la felicidad me invade el corazón, me arrullan y me cantan canciones el que tiempo se llevó, los colores bailan y cantan delante de mí y plantan semillas de arcoíris.
Veo el pizarrón con problemas matemáticos que tienen a científicos más calificados que yo desesperados, intranquilos, pero ante mí esos números juegan y se resuelven así mismos, y festejan su vida, y fornican en orgias matemáticas, veo la música llorar arte que nadie comprende y la consuelo con mi silbido, veo que las cosas que hago no tienes razón de ser, veo que todo lo que he hecho por Black Hat es nulo, es simple, arrogante y tonto. Soy un bufón que solo parece hacerle reír a dioses que no comprendo. Los brazos me acunan de nuevo y me cantan una canción que forma vida, y crea universos para que esta pueda vivir y seguir, siento el pasar de eones, y veo el nacer de estrellas y alrededor de ellas planetas, veo como el universo ignora un virus que la carcome, morir en la soledad y el eterno frio. Veo que los problemas de mi vida no valen nada, veo que el problema de nadie vale nada, veo que todo en esta vida no vale nada, veo la belleza de este mundo y veo también su maldad, veo que nada de lo que pase en este mundo valdrá de algo, que sus problemas son un sin sentido para justificar lo miserable que se sienten el vivir sin un estúpido motivo, el amor y el odio no valen nada, el querer no vale nada. Y si el querer no vale nada ¿entonces por qué le quiero? ¿Cómo esto se volvió acerca de Black Hat? ¿Por qué siempre todo se vuelve acerca de Black Hat?
Todo parece calmarse, todo parece volver a su posición, todo parece volverse normal. Salí de mi cuarto y todo estaba tranquilo, todo esto estaba en su orden - ¿orden? - el desastre que causo 5.0.5 había desaparecido, cada cuadro y pared rota está en su lugar sin muestra de la furia del oso. Recorrí toda la mansión y nada – tengo que ver la hora- dije y presuroso fui a mi laboratorio donde estaba un reloj suizo que me daría la hora exacta – tal vez paso más tiempo de lo que creí por culpa de la alucinación.
- hola Doc- me recibió Demencia en mi laboratorio, saltaba sobre las probetas y matraces- has dormido casi una semana, pensé que habías muerto- se acomodó en su falda una botella y salto sobre si misma hasta llegar a un foco
-¡una semana!- exclamé mientras me agarraba la cabeza cubierta por la bolsa de papel- espera, ¿Qué llevas en tu falda?
-una botella- dijo sonriente y se soltó del techo.
-¿pero que hay en la botella?
- Dice alcohol- se metió la botella para saber que significaba
-debes tener cuidado, ese liquido es inflamable- apenas me escucho un brillo se formó en sus ojos.
-ósea que se puede quemar- y el brillo se hizo llamas, saltó, chilló y cuanto objeto que ella pensará que se pudiera quemar lo junto al medio de mi laboratorio.
- ¡espera Demencia esos papeles no!- grite pero ella solo me ignoró – son muy importantes para la investigación que me encargó Black Hat – ante eso pareció detenerse, olisqueo el aire y prosiguió con lo suyo
-quiero ver fuego, quiero ver fuego- pareció cantar y lista la pira la empezó a mojar con el alcohol- quiero ver fuego, ¿por qué no se quema todo? – me preguntó parecía extrañada.
-para que se queme necesitas un fósforo como este – le mostré un cajetilla que tenía en la bata y me lo arrebató - ¡sandwiches de pavo!- debo de dejar de maldecir. Me abalance sobre Demencia, trague un poco de su cabello, la cogí de la cintura con mucha fuerza a lo que ella se volteo y me miro sorprendida, parecía comprender algo, se escurrió de entre mis brazos y prendió fuego a la pira.
- Como te odio demencia- dije en voz baja.
Demencia danzaba alrededor como esos indígenas que adoraban a un Dios de fuego.

Sentimientos Ocultos (Villanos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora