Operación Anaconda

Revelaciones

–Tenemos que hacer algo– dijo Hook acercándose a Cora. Estaban en los muelles, en uno donde la gente no solía acercarse precisamente por estar próximo al Jolly Roger. –Supongo que ya habrás notado que esta gente no tiene el mismo interés que nosotros de encontrar a su hija–

–¿Y cuál es el interés que tienes tu en eso?– Repuso Cora, seria como siempre, curiosa por saber su respuesta y al mismo tiempo altanera como acostumbraba.

–¿Yo? Bueno... creo que eso es problema mío ¿no?–

–Sabes cómo acabaron los otros, ¿Verdad?–

–¿Es alguna clase de amenaza?–

–Es solo un aviso–

Las miradas que cruzaron los dos eran fulminantes. Ambos tenían un caracter fuerte, ambos querían hacer notar su seguridad ante sus palabra y/o acciones, ambos desafiantes cuando alguien se metía donde no querían.

–No me importa lo que haya ocurrido antes, no me asusta–

–¿Y qué planeas hacer para recuperarla?– Prosiguió con el tema Cora.

–En verdad... esperaba que tu tuvieras alguna clase de truco oculto bajo la manga– confesó aunque no le gustara hacerlo.

–Puede que tenga algo, pero no sé dónde puede llegar a estar–

–Si me dices como... te ayudo a encontrarlo– declaró completamente decidido Hook.

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Emma había estado trabajando toda la noche hasta el hartazgo. Toda la noche había estado tratando de localizar a Greg Mendell o a Tamara, de la que desconocía el apellido, y solo pudo llegar a dar con una Cosa: Greg Mendell y Tamara eran nombres falsos. No había rastros de ellos por ninguna parte.

¡Sentía tanta culpa! ¿Por qué no le creyó a Regina cuando tuvo la oportunidad? Tantas veces le había creído ¿Qué hacía de diferente una vez más? Todo hubiera sido mucho más fácil si la hubiera escuchado, no tendría que estar buscándola ahora, Henry no estaría tan preocupado, no se habrían llevado nunca a Ruby y hasta tal vez podría haber evitado que supieran de la magia.

–¡Emma!– gritaba por cuarta vez David

–¿Eh? Ah, lo siento, no te oí–

–Eso ya lo noté.– repuso su padre –Te decía que vayas para la casa, te des una ducha comas algo y trates de dormir un poco.–

–No puedo, estuve toda la noche y no he conseguido nada–

–Precisamente por eso debes ir a descansar– le dijo él –Si no duermes nada no estarás alerta y se te pueden pasar detalles que podrían ser importantes–

–Está bien– accedió a regañadientes –Pero solo por un pequeño rato–

–No te preocupes que yo me haré cargo hasta que vuelvas– Le dio un beso en la frente y la acompañó hasta el auto.

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Flash Back

–¿Pero cómo...? ¿Cómo es posible?– Decía Emma.

–No, ¡no es posible que estés aquí!– dijo David

–Pero si... si yo... yo te maté– exclamó Mary Margaret horrorizada al ver a Cora parada frente a ellos.

Cora había vuelto. No era posible pero ahí estaba, parada al lado de Hook, con una sonrisa de satisfacción al ver las caras de todos los presentes, poder notar su más profundo y sincero asombro y temor era una de las mejores sensaciones que había experimentado en vida.