MAÑANA EPILOGO. BUENO ALRATO.
Narra Joel Pimentel
Había pasado poco más de 4 días, los doctores querían asegurarse de que no hubiera daños graves en mi cerebro, o tuviera fuertes fracturas. Querían analizar mi comportamiento después de haber despertado también.
Por fin me han dado de alta. En este tiempo, nadie ha mencionado a Erick. entiendo que es por bien, no quieren que me ponga mal de ninguna manera.
Chris: Estas bien, ya está todo mejor amigo. – sonríe mientras me ayuda a caminar.
Joel: Quiero ir a casa. – dije cortante.
Chris: Iremos Joel, iremos, descansaras e iras a la escuela, te graduaras. – dijo muy seguro.
Pedimos un taxi, Chris le dio la dirección del departamento. Mire por la ventana y saque el papel que había metido en la bolsa de mi sudadera, observe una y otra vez la lista de Erick. No pude cumplir su último deseo, si tan solo hubiera sabido antes que todo era un sueño, habría hecho todo lo posible por despertar de él.
Llegamos al apartamento y entonces Chris me dejo sentando en una de las sillas fuera del departamento, tomo sus llaves y entonces abrió.
Yoandri y Johann: Feliz Cumpleaños. – dijeron saliendo de su escondite.
Yoandri: Naa, bienvenido. – rio a carcajadas, esto me hacía feliz, mis amigos estaban aquí, Zabdiel también estaba, asi como Richard.
Chris: ¿Te gusto la sorpresa? – me hablo Christopher al verme sonreír.
Joel: Los amo a todos chicos. – dije entre lágrimas, aun sentía un hueco, uno que no se iba a poder llenar.
Zabdiel: Pues aún falta tu regalo final Shoela. – dije haciéndose a un lado. Mi mundo se detuvo por una fracción de segundo.
* * *: Hola Joel. – dijo con esa tierna voz, su encantadora voz.
Joel: ¿Erick? – dije apartándome de Chris,
Camine como pude hasta el, sostenía un pastel de cumpleaños, el cual dejo en la mesa antes de que yo llegara a él.
Al llegar me recibió con los brazos abiertos, entonces lo abrace, por fin, estaba vivo, Erick Brian Colón estaba vivo, mis lágrimas no cesaron, pero esta vez eran lágrimas de felicidad.
Joel: ¿Cómo es que? – dije sin que me entendieran mierda alguna.
Erick: ¿Cómo es que estoy aquí? Después de que estuviste días en coma. – sonrió. Y me beso, mierda, como extrañaba sus labios, su tibios y delgados labios. – Te contare después, solo te diré que tienes Erick para cuando seas viejito.
No me importo y volví a besarlo una y otra vez, sin importarme que todos nos observaran.
Carajo que si no tuviera estas estúpidas muletas saltaría de alegría.
Joel: Te amo, te amo. - decía si creer todavía.
Erick: Yo te amo más amor. – dijo tomándome de las mejillas.
Johann: ¿Saben? Es muy lindo y todo, pero los dejamos, deben pasar tiempo juntos, ámense demasiado por favor.
En cuestión de segundos en mi departamento solo estábamos Erick y yo, solos.
Erick: Ven. – dijo ayudándome, conduciéndome hasta mi cuarto, hasta el balcón de mi cuarto.
Joel: Explícame, dime que no te perderé nunca por favor, dímelo Erick, dímelo ahora. – dije llorando, quería saber que estaría conmigo para siempre.
Erick: cuando me detectaron la enfermedad, me hicieron un tratamiento, los resultados serían inciertos, pero yo ya no tenía nada más que perder, estaba muriendo. Si el tratamiento funcionaba, sobreviviría, claro siguiendo todavía con más tratamientos, pero si fallaba, mi vida se extinguiría más rápido, y por un momento eso comenzó a pasar, hasta hace unos días, justo el día que tu despertaste, yo fui con mi madre a un hospital en Nueva York. Mi enfermedad desapareció para siempre Joelin. – Tomo asiento en el suelo del balcón, el aire pegaba por todos lados, yo me recosté cuidadosamente colocando mi cabeza sobre sus piernas, como en mi sueño.
Joel: En mi coma. – dije con una sonrisa, - soñé contigo, todo el tiempo. Claro que el otro tu era un idiota, pero me ayudo a regresar contigo.
Erick: ¿Estas loquito? – sonrió acariciando mi cabello. – Entonces soy un héroe.
Joel: ¿Tenemos una amiga llamada Cielo? – pregunte curioso.
Erick: La enfermera que te cuidaba se llama así, ella me ayudo a entrar a escondidas en la noche, para contarte un cuento. – ahora tenía sentido. – conocí a tu madre, vino a verte, le hubiera gustado quedarse, sabes, la conocí y le conté sobre tu y yo, y creí que me mandaría al carajo, pero me abrazo, platicamos horas y horas. Me dio un viejo cuento que tu amabas cuando eras chico.
Joel: El príncipe y el forastero. – dije. – Lo escuche todo el tiempo en mi sueño. – cerré mis ojos, disfrutando de la brisa. - ¿Crees que esto sea un sueño también? – pregunte asustado.
Erick: ¿Qué más da? Disfrutémoslo.
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Antes de morir - Joerick - Editando
FanfictionErick Colón: Perdi mi lista de ultimos deseos que tengo antes de morir, y me temo que quien los tiene es la persona que menos quiero que los tenga, la universidad entera se burlara de mi. Lo unico bueno de esto es que solo durara unas semanas. Port...