Antes de morir - Joerick - Editando

● Capítulo 30 ●

MARATÓN 2/5

Narra Joel Pimentel

El viaje de regreso había sido incomodo, le había dicho a Erick las frías palabras "¿Si sabes que aún no somos novios verdad?" pero no lo había hecho con el afán de decirle que me molestaba que creyera eso, si no que aún no se lo había pedido oficialmente, claro que el malentendió la situación.

Todos bajamos del autobús, sacamos las maletas y Erick tan solo me regalo una sonrisa de despedida, para después irse con Zabdiel, era difícil mantener a este chico contento.

Chris: ¿Nos vamos? – dice el chico del flequillo agotado, yo asiento y caminamos hasta el sitio de taxis.

Lo único que quería hacer en este momento era llegar a dormir un buen rato, el viaje había sido agotador, estaba a punto de introducir las llaves cuando escucho voces dentro del departamento, miro a Christopher quien estaba igual de confundido que yo, toco la puerta y se escuchan pasos acercarse, la manija gira y al abrirse nos encontramos con Richard.

Chris: Gran susto nos pegaste. – dijo entrando.

Richard: oigan no quería asustarlos, es solo que un chico llevaba 30 minutos golpeando la puerta, así que salí así bien banda a echar pleito y resulta que este chico me dijo que los conocía, y ustedes ya no tardaban en llegar así que le abrí la puerta y he estado con él desde entonces.

Joel: ¿Cómo le abres la puerta de mi hogar a un desconocido? – dije furioso.

Richard: Creí que se molestarían si no lo hacía, además le serví unos tragos de tu mejor botella de Vodka.

Chris: La botella era mía. – dice Chris haciendo un puchero, sin más ni más, los tres entramos a la cocina y nos encontramos con aquella cínica sonrisa.

* * *: Esto es alcohol del barato. – dice con un vaso de vidrio en sus manos.

Narra Erick Brian

Zabdiel: No necesito que me pagues nada Erick, de verdad.

Erick: Zabdiel, quiero hacerlo, enserio.

Zabdiel: Lo que tú tienes que hacer es darme detalles de lo que paso con Joel, los vi muy distanciados en el viaje de regreso.

Erick: Cosas sin importancia. Lo juro.

Zabdiel: Sabes que soy tu mejor amigo y no me creo ni por un segundo esas patrañas. ¿Necesita que le partamos ese lindo trasero?

Erick: ¿Más de lo que lo partí yo? – sonreí.

Zabdiel: ¡Oh por dios Erick! – dijo riendo a carcajadas. – Es enserio, ¿Qué hizo para que se distanciaran?

Erick: Nada Zabdiel, el solo quería pasar un poco más de tiempo con su mejor amigo.

Zabdiel: Esta bien, te creeré, pero no, no te creo en realidad, pero tengo que irme, nos vemos después. – dice el chico dejándome con el dinero en la mano.

Narra Joel Pimentel

Johann: ¿Pueden dejarnos solos? – mira a Rich y a Chris, yo asiento haciéndoles saber que todo estará bien, ellos salen y nos quedamos solo Johann y yo.

Joel: Diría dichosos los ojos, pero no, no son dichosos, eres insoportable.

Johann: Que grosero. Pero si, no llevo ni 2 horas en esta ciudad y ya me enteré de cosas magnificas, cosas maravillosas.

Joel: ¿De qué? – dije nervioso.

Johann: Sé que eres gay, eso explica por qué tratabas mal a mi hermana, quizá le tenías envidia, porque ella era realmente hermosa.

Joel: No sé quién te haya dicho eso, pero no Johann, estas realmente equivocado, no le tenía envidia a tu hermana, porque incluso yo, era más diva que ella. – sonreí

Johann: ¿Y crees que es gracioso? – dejo el vaso en la barra y se acercó a mí. - espera a que te diga cuál es la segunda cosa más fascinante de lo que me entere, resulta que ese chico, Erick es tu novio.

Joel: ¿Cómo conoces a Erick? – pregunte mirándolo con algo de temor, si sabía de Erick, no sabía lo que este idiota será capaz de hacerle.

Johann: ¿Ya te oculta secretos? ¿No te dijo nada de su aventura ayer con Yoandri? Los encontré y no podía creerlo, en ese entonces no sabía quién era el para ti, porque de haberlo sabido, créelo, hubiera golpeado a Yoyo, hacerle eso a un amigo es de lo peor.

Joel: ¡Esas son mentiras! – o eso creía yo, no creía capaz ni a Erick ni a Yoandri de hacerme eso a mí, se suponía que yo era el amor imposible de Erick.

Johann: Yo diría lo mismo, alguna vez fuimos amigos y sé que es horrible esto. Bien, ahora para finalizar esto. – dijo tomando asiento nuevamente.

Joel: Ya dilo y lárgate. – grité intentando no llorar. Estaba furioso, furioso con Erick, quería matarlo a él y a Yoandri.

Johann: Te contare una historia de la que nunca te enteraste. Y quiero que la recuerdas con gran detalle. – dijo sirviendo más vodka a su vaso. – la noche de la muerte de Jackie, ella me llamo muy asustada, casi ni pude entenderla, ya que lloraba sin parar además de que la señal es mala cuando estas en una carretera en medio de la nada, las únicas palabras que pude escuchar fueron "alguien" "siguiéndome" "ayúdame" "miedo", me sentía impotente, no sabía lo que pasaba, hasta donde yo sabía ella estaba contigo, no sabía qué hacer, no podía hacer nada para ayudar a mi hermana. – algunas lágrimas resbalaron por sus mejillas. – lo único útil que podía hacer en ese momento era estar con ella en el teléfono, diciéndole que corriera, preguntándole su ubicación, después de un rato de gritos, escuche como su celular caía al suelo, al siguiente segundo, la llamada se había cortado.

Joel: yo... - ¿Qué podía decir en ese instante? Johann había contado la traumática historia que tuvo con la muerte de su hermana, todos me recordaban lo idiota que había sido. – Yo no sabía nada eso, lo siento.

Johann: Sentirlo no la traerá de vuelta, ¿Has escuchado eso del karma mi travieso Joel?

Joel: Termina de decir lo que viniste hacer y ya lárgate Johann. – dije furioso.

Johann: Alguien está enojado. – sonrió. – Estas enamorado, y para mi suerte estás enamorado de alguien que en algunos días estará muerto. Y yo no tendré que mover ningún dedo y por fin sentirás lo que yo sentí al perder a mi hermana, solo que, a diferencia de mí, tú ya estas sufriendo su perdida, me pregunto si ya te acostaste con el...- dijo levantándose del banco. - ¿No crees que es algo raro? ¿Hacerlo con alguien que está prácticamente muerto? A eso mi amigo, se le llama necrofilia.

Joel: Lárgate ahora mismo. – dije con lágrimas en mis ojos, Johann paso por un lado mío y susurro en mi oído.

Johann: Quizá no me creas, pero no disfruto esto como creí que lo disfrutaría, pero así es la vida Joel.