Extra 2

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- ¡IIIITTTTTTTTAAAAAAAAAAAAAAAAAA! – Tsuna lloro y se hizo casi una bola.


Reborn sonrió inocentemente desde la esquina de la cama con un mazo verde gigante en sus manos, dicho mazo se convirtió en un camaleón que en un salto se encontraba en el sombrero de su amo en un instante.


- ¿Por qué demonios fue eso Reborn? – Tsuna en verdad no sabía para que preguntaba, su "querido" tutor era un sádico, cruel, sanguinario asesino sin corazón-


- Te quedan 5 minutos Dame-Tsuna. – Mientras decía esto, disparo alrededor de 10 balas.


- ¡HIIIEEEEEEEEEEEE! – Por extraño que fuera, esta vez Tsuna no grito ni salió corriendo por las balas (ya estaba demasiado acostumbrado el pobre), sino por: - ¡Voy a llegar tarde!, ¡voy a llegar tarde! – En un dos por tres el chico se metió en el baño e hizo todas sus cosas para luego salir y casi gritarle a su tutor mientras prácticamente volaba por las escaleras: - ¿Por qué no me despertaste antes Reborn?


- No soy tu despertador Dame-Tsuna-


- ¡Pues entonces deja de destruir mis alarmas! – Se quejó el chico ya perdiéndose de la vista.


Bajando tranquilamente a la cocina, para sentarse a comer su delicioso desayuno y el de Tsuna, Reborn pensó para sí mismo: "Si los dejara en paz entonces ya no sería tan divertido, Dame-Tsuna." Tendría que enseñarle a su querido alumno a respetar, no necesitaba ser un lector de mentes para saber qué había pasado por su cabeza, y eso tenía que arreglarse... de una forma u otra. Un escalofrió recorrió a Tsuna mientras corría, arrastrando tanto a Gokudera como a Yamamoto, y corrió aún más rápido sin saber porque de repente temía por su vida.


- Ufff... - Tsuna sonrió cansado, pero sumamente aliviado al no ver a Hibari, y se permitió bajar un poco la velocidad... grave error.


- Por haber llegado 32 segundos tarde, los morderé hasta la muerte. – Oyó justo detrás de él, haciéndolo palidecer y casi morir de un ataque al corazón.


Afortunadamente o desgraciadamente, según el punto de vista, ninguno de sus amigos estaba muy preocupado por ser mordidos hasta la muerte. De hecho, Yamamoto solo rio como era de costumbre y bromeo como siempre, Tsuna aún no podía entender como él era capaz de tomar todo tan bien y decir que era un juego. En cambio, Gokudera solo saco sus dinamitas y amenazo al prefecto con volarle la cara por atreverse a amenazar a su preciado jefe.


Un inicio del día súper increíble según la humilde y sarcástica opinión de un golpeado, cansado, y sumamente irritado Tsuna, quien ahora estaba en su salón de clase... siendo burlado, otra vez, por sus compañeros y el profesor. No era su culpa que no supiera que demonios le estaban preguntando, no solo había llegado tarde y no había visto el inicio de la clase al igual que sus amigos, sino que su estado mental no le permitía ni hacer la más simple de las sumas... el solo quería devolverse a su casa, tirarse en su cama, llorar un poco acerca de lo injusto que podían ser dos de los demonios de su vida y dormir, dormir hasta el próximo año, ya cuando sus heridas hayan sido curadas y no tener que sonreír y decirle mentiras a su madre acerca de que estaba bien y que nada malo había pasado como era costumbre si Reborn no respondía por el antes claro...

Flamas y PelotasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora