Cuatro

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Si a Leah le hubieran dicho que le ocurriría lo que le acababa de pasar, no se lo hubiera creído. Hubiera pensado que era una broma y las posibilidades de que se hubiera reído por eso, hubieran sido enormes. Probablemente se lo hubiera tomado a broma porque: 1. Ya estaba acostumbrada a guiar a esas horas de la noche y 2. Se consideraba una buena conductora, tenía precaución cuando debía tenerlo.

Pareciese que ese día todo estaba destinado a terminar mal, o así ella lo sentía. Su último recuerdo era haber mirado el reloj de auto luego de haberle enviado un mensaje a Beth. Recordaba la hora que decía éste: "9:16 p.m." y recordaba haber visto el semáforo en verde, haber arrancado y unos dos segundos después haber sentido un impacto a su lado izquierdo antes de quedar inconsciente.

¿La habían chocado? ¿Había muerto? ¿Beth sabría lo que le pasó? ¿Su mamá? ¿Justin? Eran preguntas que se hacía en su estado inconsciente, que lamentablemente no podía responder. No sabía lo que le pasaba y simplemente veía todo negro, estaba como en un sueño profundo del cual no podía despertar y eso le hacía temer a cada instante que le había tocado morir a tan corta edad.

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Días pasaron antes de que Leah hubiera abierto nuevamente los ojos. De repente sentía que había vuelto a nacer. Sin mover ninguna parte de su cuerpo se dedicó a mirar todo lo que había a su alrededor.

Todo indicaba que estaba en un cuarto de hospital. "No me digas." dijo en su cabeza. Bajo la mirada y pudo ver que llevaba una bata de hospital, pero eso no era lo único. Su brazo izquierdo estaba completamente tapado por un yeso. ¿Que pasó aquí? Sin embargo, justo en ese momento, no sentía dolor, seguramente la habían drogado demasiado los últimos días.

En la habitación no había indicios de nadie. Sólo estaba ella, en la cama. Sin embargo, podía recordar haber escuchado algunas voces familiares mientras estaba inconsciente. ¿Beth? Sí, pero no sólo era la de ella... ¿Justin? ¿Era eso posible?

Pasaron unos minutos cuando la puerta se abrió por primera vez desde que Leah estaba despierta. Pudo ver una enfermera entrar y sorprenderse al verla despierta.

-¿¡Has despertado!? Llamaré al doctor, enseguida vuelvo. -Dijo ésta antes de salir rápidamente de la habitación, sin darle siquiera tiempo a Leah de contestar.

Seguramente el doctor estaba desocupado pues no había pasado ni un minuto cuando este entró a la habitación, vestido con su bata blanca. Era bastante joven, Leah calculaba que ni siquiera llegaba a los treinta. Él se acercó rápidamente a la cama, al lado izquierdo y le dedicó una pequeña sonrisa a Leah.

-Bueno, creo que no hemos tenido el tiempo de presentarnos. -Dijo a modo de broma, aunque era obvio, Leah había estado inconsciente desde que llegó allí.

-Si, de repente siento que he estado en otro planeta y recién llego a éste. -Leah se encogió levemente de hombros y no pudo hacer una mueca, pues al hacerlo sintió algo de dolor.

-Bien, iré rápido porque ya tus visitas quieren verte, ¿esta bien para ti? -el doctor dirigió su mirada al expediente que llevaba en su mano derecha, esperando la respuesta de Leah.

Leah tardó unos segundos en procesarlo. ¡Tenía visitas! Sabía muy bien que una de ellas era Beth y eso la tranquilizaba. Después de días sin saber nada, en una cama de hospital, lo mas que necesitaba era ver a su mejor amiga.

-Si, ¿doctor...? -Leah dijo esto último en forma de pregunta, pues desde que él había entrado no había dicho su nombre.

-Jacob Wallace, olvidé que aún no le había dicho mi nombre. -Jacob le dedicó una sonrisa y a Leah le resultó gracioso que en un principio la tratara de tu y ahora le estuviera hablando mas formal. -Bueno, supongo que tiene varias preguntas.

Leah asintió levemente con su cabeza mientras lo miraba. La verdad es que se sentía que acababa de ver una película que termino de manera inconclusa y hace que te quedes con preguntas sobre todo.

-Bien, llevas unos 5 días internada. Recibiste el impacto de otro auto a tu lado izquierdo... -Jacob tomo el expediente que llevaba en su mano y comenzó a ojearlo antes de proseguir. -Lo que ocasionó que te fracturadas el brazo izquierdo, sin embargo es lo único que te ocurrió. Revisamos todo y lo demás, parece en buen estado. ¿Tienes algún tipo de dolor?

Leah miró fijamente a Jacob al sentir su mirada sobre ella y negó levemente con su cabeza.

-No, bueno, hace un rato, pero sólo un poco. Hasta me ha parecido raro no sentir nada.

-Te hemos mantenido sedada, el efecto irá desapareciendo con el paso de las horas. -Jacob volvió a colocar el expediente bajo su brazo. -Te mantendremos unos días mas aquí para ver como vas y luego te daremos de alta, ¿vale?

Leah asintió levemente al mismo tiempo que su ansía empezaba a desaparecer, por fin vería a Beth.

-Vale, ¿ya puedo ver a mis visitas? -Hizo la pregunta de manera tranquila, no quería parecer desesperada ni que Wallace pensara que lo estaba echando.

-Claro, pasaré mas tarde a ver como sigues.

Jacob se dirigió a la puerta y salió de la habitación. Leah pudo escuchar como le hablaba a alguien, pues él no había cerrado la puerta completamente. Cuando estaba pensado que hablaba con Beth, Leah pudo escuchar la voz de Justin. ¿En serio estaba aquí? Sin embargo, eso no era todo, pues por el tono de Beth, parecía que ésta estaba muy molesta con Justin.

Pasaron varios minutos antes de que Beth asomara su cabeza por la puerta y le sonriera ampliamente a Leah. Ésta no pudo sentir un alivio, al por fin ver a alguien que conocía.

-Dios mío, pensé que jamás podría verte despierta. Creo que han sido los 5 días y 3 horas mas largos de mi vida. -Beth hizo un pequeño puchero mientras se acercaba con rapidez a Leah y la abrazaba como podía.

Leah no pudo evitar esbozar una pequeña sonrisa y reir levemente al sentir el abrazo de la que era casi su hermana. En este momento sentía una tranquilidad enorme.

-¿En serio has estado contando hasta las horas que pasan? -Leah no pudo evitar reír, correspondiendo el abrazo de Beth.

-En realidad hasta conté los minutos, pero no quería ser tan específica.

Ambas soltaron una gran carcajada por eso, mientras se separaban de su abrazo. Beth se sentó en un pequeño sillón justo al lado de la cama de Leah.

-¿Justin está afuera? -Leah había intentado evitar la curiosidad, pero sus intentos fueron fallidos.

Beth rodó los ojos y suspiró antes de responderle.

-Si, quería entrar, pero lo siento iba a entrar yo primero y sola. -Por la manera en la que ésta lo dijo se notaba que estaba demasiado enojada con él, ¿que habría hecho Justin?

Leah suspiró asistiendo y bajó la mirada observando su cuerpo en aquella bata de hospital. La verdad es que el no tener a Justin dentro de esa habitación le daba tranquilidad, ya que no quería que él la viera así. Ni siquiera sabía si quería verlo.

Leah y Beth siguieron conversando unos minutos cuando la puerta se abrió. Ambas vieron como entraba una enfermera con un tipo de carreta que también funcionaba como mesa y sobre ella tenía una bandeja. A Leah se le abrió el apetito con sólo el olor de aquella comida.

La enfermera dejó aquella comida cerca de la cama de Leah y salió. Beth ayudó a su amiga a acomodarse para que pudiera comer y unos segundos después salió, pues tenía que ir al baño. Leah estaba tan concentrada comiendo que no escuchó la puerta de la habitación abrirse y al levantar la mirada no pudo evitar que le diera un pequeño vuelco al corazón.

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⏰ Última actualización: Oct 24, 2017 ⏰

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Revenge (Justin Bieber)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora