Dos

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Al subirse al ascensor, Leah siguió las indicaciones de aquella chica. Oprimió el botón con el número cinco y suspiró. Aunque le costaba admitirlo, comenzaba a ponerse nerviosa pues esta sería la primera vez que estaría cerca de Justin, la primera vez que hablarían de frente.

Un minuto después, el ascensor se detuvo en el piso cinco. Al abrirse las puertas, Leah, dudó por un momento si salir o oprimir el uno y volver a casa. Bajó del ascensor y mientras lo hacia, se dio cuenta que la chica con la que había visto a Justin, se subía ahora, al ascensor. Por su cara, pudo deducir que Justin la había echado y no pudo evitar reír algo por eso.

Caminó por el pasillo y cuando encontró la oficina, se detuvo frente a la puerta. "¿Que hago?" la duda ahora estaba el la cabeza de Leah. Su respiración se agitaba, estaba muy nerviosa, suspiró varias veces antes de lograr calmarse. Acercó el puño a la puerta y tocó dos veces, con fuerza, esperaba que eso fuera suficiente.

"Pase."  la voz de Justin se escucho a través de la puerta. Leah tomó la valentía suficiente y puso su mano sobre la perilla, la giró y abrió la puerta sin pensarlo. Se sorprendió al ver a Justin sentado detrás del gran escritorio, mirándola fijamente. Ambos se miraron por unos segundos, como si estuvieran tratando de creer que se estaban viendo.

-Leah. -dijo Justin, al parecer, tratando de romper el pequeño hielo que se había formado.

La morena se apresuró a entrar y cerrar la puerta. Luego caminó hasta el escritorio, sentándose en una de las dos sillas que allí se encontraban.

-Justin. -Murmuró en respuesta a lo que él había dicho. Sus ojos no se separaban de él, ni un segundo.

-No pensé que tendría el placer de verte en persona.

Leah no pudo evitar dejar escapar una pequeña carcajada de su boca, lo que hizo que Justin la mirara sin entender.

-Esperando por ti, jamás pasaría.-La sinceridad era algo que describía muy bien a Leah, era demasiado sincera.

-He estado ocupado, mucho trabajo, ya sabes. -Justin se encogió de hombros, mientras tomaba unos papeles acomodándolos.

-¿Para escribirme también? Porque te recuerdo que jamás me volviste a hablar. -Y también ser directa, siempre solía serlo.

-Lo siento. -dejó los papeles a un lado y volvió a mirarla.

-Me encantan tus excusas, la verdad. Cómo si yo no estuviera ocupada también.

-Ya, calma. -la voz de Justin se hizo algo más baja.- ¿Por qué he tenido la suerte de verte?

Leah lo pensó por un momento, antes de hablar.

-He estado dando un paseo por aquí cerca y me he acordado que trabajas aquí, así que he decidido aprovechar la oportunidad de verte.- Mintió, obviamente no le diría que había viajado sólo para verlo.

-¿Sola?

-Si, ¿por qué? -Murmuró ella, luego de asentir levemente.

-No sé, es raro que pasees algo lejos de casa, sola... -Justin se encogió de hombros. Ella se dió cuenta de que había cierta duda en su voz.

-A veces me gusta salir sola, es normal en mí.

Se felicitó por dentro, pues a pesar de que le había mentido, había podido sonar lo más sincera posible. Miró alrededor de la oficina, admirando cada pequeño detalle de esta. Tenía que admitir que Justin era muy ordenado.

-¿Te gusta lo que ves? -La voz de Justin la sacó de sus pensamientos e hizo que lo mirara fijamente.

Sus palabras sonaron seductoras por lo que Leah no pudo evitar levantar una ceja y reir leve, negando repetidas veces con su cabeza. 

-¿Hablas de ti o de la oficina? -Susurro mientras miraba fijamente los ojos de este.

-¿Que crees tú, pequeña Leah? 

Leah no pudo evitar sorprenderse al escuchar, después de tanto tiempo, el apodo que le tenía éste y que se lo repetía cada vez que podía para hacerla sonreír. Leah intentó no recordar los momentos en los que se sentía en el cielo, gracias a él y sonreír por ello. Se levantó de inmediato y escondió un mechón de cabello detrás de su oreja.

-Ya debería irme. -Dijo, antes de mirar su reloj de mano "6:15 p.m." no había pasado ni una hora.

-¿Ya te vas a ir? ¿Sin más? -Èste también miró su reloj, luego de decir aquello. Leah estuvo pensando unos segundos que exactamente quiso decir "Sin mas" hasta que entendió que quiso decir. -Se supone que salgo en 15 minutos, pero podría salir ahora y llevarte a cenar.

Él levantó su mirada y miro a Leah, con una pequena sonrisa formada en sus labios. Leah no pudo evitar derretirse en aquel instante. Habia visto aquella sonrisa antes, en la pantalla de su computadora, pero ahora estaba segura de una cosa. Ésta no podia ser comparada con aquella que había visto a través de la pantalla. Está era auntentica, esta era... él. Leah tuvo que suspirar para concentrarse y seguir con el plan.

-No, no es necesario. Es mejor que vaya a casa. -Con aquella sonrisa hubiera accedido rápidamente, sin embargo, si lo hacía arruinaría su plan. 

-Vamos, Leah. Yo insisto. Jamás habia tenido la oportunidad de verte y hoy estas aquí... -Leah quizo volver a mencionarle que fue él quién se alejó, sin embargo, dejó pasar la oportunidad y asintió con su cabeza.

-Bien, sólo porque tengo hambre. -Rio levemente mirándolo a lo que este asintió riendo también.

Leah no pudo evitar sentirse orgullosa de sí misma. Para estar comenzando su plan, le estaba yendo demasiado bien. Había fingido estar allí por pura casualidad y Justin había caído en aquella mentira, aunque ella también sabía bien porque estaba siendo así con ella.

-Voy a recoger unas cosas y nos vamos, puedes esperarme abajo. -Este comenzó a tomar unos papeles y los colocó en un portafolios.

Leah se volteó  y comenzó a caminar hacía la puerta, cuando recordó que debía llamar a Beth. Abrió la puerta para rápidamente salir de esta y dirigirse al baño. Estuvo mirando unos segundos por el pasillo, antes de encontrar la puerta que estaba buscando y por fin entrar al baño. Sacó su teléfono, tenía varios mensajes de Beth y no pudo evitar reír por aquello, a veces Beth podía ser demasiado chismosa. Marcó su teléfono y al segundo tono, escuchó la voz de Beth.

"¿Y bien? Cuéntamelo todo. ¿Cómo es? ¿Ya vienes a casa? ¿Te quiere ver mañana?..." -Beth siguió con sus preguntas por unos segundos mas, hasta que tuvo que detenerse para respirar.

-Pero dejame hablar, mujer. -Leah soltó una carcajada, siempre le parecia gracioso la actitud de Beth cuando deseaba saber algo.- Él es... -dejo la frase inconclusa por unos segundos y pudo imaginar la cara de Beth en aquel preciso momento.- Es lo más cercano a un dios. -Leah se cuestionó si estaba exagerando, pero estaba segura que no lo estaba.

"¿Un dios? Vaya, para que llegues a ese extremo, si que tiene que estar guapo. ¿Y que sucedió?"

-Me ha invitado a cenar...

"¿Cenar? Vaya, creo que si ha caído, Leah..." -Leah rió levemente, antes de negar con su cabeza.

-Al parecer si, pero no soy tonta, sé que el tambien esta buscando algo más que una simple cena conmigo... -dijo, esperando que Beth entediera a que se refería.

"¿Y tú no harás nada con él...? ¿No te vas a acostar con él?" -Al escucharla, Leah supo que en aquel momento, Beth tenía su ceja alzada.

-Obvio no, Beth. Es lo que busca y no se lo pienso dar... no por el momento. -Pudo escuchar como Beth repetía su última frase "no por el momento". Leah rió levemente, pero era verdad, ella no sabia que pasaría en el futuro. Miró nuevamente el reloj en su muñeca y se despidió lo más rápido que pudo de Beth.

Salió del baño para dirigirse de nuevo al ascensor que la había llevado hasta el piso donde trabaja quién ella consideraba el amor de su vida. Leah rió amargamente "amor de su vida" en aquél momento esa palabra era una muy estúpida para ella, pero no podía negar que aquel hombre la atraía. Y ahora ella comenzaba a tener nervios de lo que podria suceder en la siguiente hora. ¿Podría sobrevivir estar frente a Justin toda la noche? 

Revenge (Justin Bieber)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora