Just a favor {Klaine}

Cap 25: "Una segunda oportunidad"

Salí de la clase de danza completamente deshecho, realmente nos habían sacado el jugo allá adentro, jamás me imaginé que danza sería tan difícil, en que estaba pensando cuando me inscribí en aquella clase, Jesucristo.

Para mi suerte, esta era la última clase del día, así que ya me podía ir a casa. Hoy era el último día que vería a mi madre y a Finn ya que viajarían nuevamente para ir a cuidar a mi abuela. Aún seguía algo molesto por no dejarme ir con ellos, pero creo que ya lo había superado, sabía que no me permitirían ir de todos modos, por más berrinches que hiciera. Yo tenía clases a las que asistir y labores que cumplir, mientras que mi hermano Finn era todo un holgazán así que podía hacer lo que se le diera la regalada gana.

Eche nuevamente un vistazo a mi alrededor buscando a cierta personita, pero no lo vi por ningún lugar. Definitivamente ahora estaba seguro de que por primera vez en su vida Blaine había faltado a clases o que se estaba escondiendo de mí, una de dos, aunque creo que debería ser yo quien se escondiera, luego de la vergüenza de ayer como no hacerlo.

Me dirigí a mi casillero para sacar algunos cuadernos que necesitaba, tenía que estudiar para el examen de Arte y Cultura de la próxima semana y reprobar no estaba en mis intenciones.

A lo lejos pude ver a Sebastian, pensé en acercarme, pero en eso vi a Rachel a su lado, así que preferí ignorarlos y continuar con lo mío.

Saqué los cuadernos que necesitaba y los guardé dentro de mi bolso, chequeé que tuviera todo lo que necesitaba y una vez que estuve completamente seguro cerré mi casillero.

Solté un pesado suspiro y apoyé mi frente sobre la taquilla.

¿Desde cuándo mi vida se había convertido en una completa tortura?

Todo comenzó cuando acepté cumplir esa maldita promesa, si no lo hubiera hecho nada de esto estaría pasando. No estaría peleado con mis mejores amigos o bueno... Mi mejor amiga. Estaba seguro de que en este momento Rachel me odiaba con el alma, mientras que Sebastian se encontraba entre la espada y la pared, pues no creo que se pueda escoger entre dos de tus mejores amigos ¿O sí? Y mientras que todo eso me estaba atormentando por un lado, por el otro me atormentaba mi completa falta de juicio cuando se trataba sobre temas amorosos. Yo aquí embobado por Blaine, mientras que él ya no me daba ni la hora. ¿Qué mejor? Dios.

Di un vistazo hacia el costado y entonces vi a mi nueva pesadilla, inmediatamente me hirvió la sangre por dentro. Allí se encontraba el tal David, a unos tres casilleros de distancia. ¿Por qué tenía que estar tan cerca de mí? ¿Por qué me odias tanto Jesús?

—Día de mierda —Susurré y lo miré con el entrecejo fruncido. Para mi sorpresa este también me estaba mirando.

De inmediato me di la media vuelta y comencé a caminar hacia la salida de la universidad, pero de pronto comencé a sentir unos pasos detrás de mí, que venían bastante apresurados.

Por favor que no seas David, no quiero cometer homicidio... No quiero cometer homicidio...

Sin querer comencé a imaginar las muchas maneras en las que David podría morir accidentalmente a la salida de la universidad, si se creía tan hombrecito como para seguirme pues que lo fuera como para atenerse a las consecuencias de un pasivo agresivo molesto como yo.

Quise parar y voltearme para darle un buen puñetazo en el rostro pero no lo hice porque primero, no era lo correcto y dos, nunca había sido un chico agresivo, así que opté por continuar caminando lo más rápido posible para evitar que me alcanzase.

—Hey, Kurt—Dijo una voz detrás de mí, definitivamente no era la voz de David... Me era bastante familiar esa voz.

Me detuve por un momento y quedándome en mi lugar mientras miraba hacia el piso esperando a que el susodicho llegara hasta donde yo me encontraba. No me iba a voltear.