Recuerdos ●YoonKook•

Cabello

-También recuerdo... cabello.

-¿Cabello? -dijo con una risa.

-Sí, uno color verde menta -dije con el ceño fruncido, no entiendo por qué se ríe.

-Lo siento -dijo al mirar mi rostro- no es muy común que los pacientes recuerden cabello...

-Pero eso es lo que yo...

-Lo siento -me interrumpió- cuéntame más.

-Solo creo saber que... era muy suave.

-Ya sabes qué preguntaré, así que...

-Bien.

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JungKook se dirigía a casa de YoonGi, quería mostrarle sus nuevos cómics y jugar con la nueva consola de su amigo. En el camino a la casa del chico de piel blanca, trataba de no pisar las líneas del piso, y si lo hacía daba un pequeño grito de forma inconsciente.

En un momento de detuvo al ver un dibujo en la acera, era un corazón un poco deforme, tal vez lo había hecho un niño de unos 5 años o menos, ya que él a sus 10 años hacía dibujos que si parecían lo que debían ser. Luego de dejar de pensar en lo mal que dibujaba el dueño de aquel dibujo, pensó en algo que últimamente le parecía curioso. Era el hecho de que... YoonGi lo hacía sentir extraño, cada vez que lo miraba o él chico de piel blanca hacía algo por él, algo se movía dentro de él, exactamente en su pancita. Se lo comentó a su madre pensando que tendría gusanos, pero su madre le explico que eso sucedía cuando uno se encontraba enamorado.

Pero... él no gustaba de su mejor amigo...¿o sí?

Bueno, al menos no debería, o eso pensaba JungKook, no era normal que un niño gustara de otro niño, el quería a YoonGi, pero no podía ser de forma romántica, sería raro... al menos eso había escuchado de todos.

Intentó que aquellos pensamientos salieran de su cabeza y siguió con su camino a la casa de su mejor amigo. Al llegar a ésta tocó el timbre y esperó hasta que el chico que hace pocos minutos ocupaba su cabeza abriera. Al momento de verlo se sorprendió, ya que este ya no tenía el cabello negro de siempre, sino que ahora era de un color verde menta. Esto lo descolocó un poco, pero luego dijo "Te queda" mientras sonreía.

Esto hizo sonreír a YoonGi y lo invitó a pasar, esa tarde la pasaron haciéndose compañía y riendo, aún a JungKook le parecía extraño que su Hyung dos años mayor ya tuviera el pelo de un color tan llamativo, pero le gustaba, ya que era él...

Cuando estaba por irse a su casa miró a YoonGi detenidamente, tenía unas inmensas ganas de tocar el pelo de su amigo, quería saber si era tan suave como pensaba.

-Hyung, ¿puedo tocar tu cabello?

-¿Para qué? Eso es raro.

- Me llama la atención, nunca había visto un cabello de ese color -mintió.

-Bueno... supongo que puedes, después de todo eres tu.

JungKook se sintió muy feliz, iba a tocar el cabello de YoonGi, al fin sabría si todo lo que pensaba era cierto. El chico de cabello color menta se acercó a JungKook y dejó que este tocará su cabello todo lo que quiso. Se dejó hacer hasta que quedó totalmente dormido. JungKook al momento de tocar el cabello de su Hyung sintió una corriente eléctrica recorrer su cuerpo, eso era nuevo, jamás lo había experimentado. El cabello de Suga era extremadamente suave, mucho más de lo que el menor pudo imaginar alguna vez.

Cuando notó que YoonGi se había dormido comenzó a ponerse nervioso, y los revoltijos en su estómago volvieron. Sus manos comenzaron a temblar y como si de un rayo se tratase, salió de aquella casa corriendo y en menos de un segundo se encontraba en la propia, con la respiración agitada y el corazón latiendo a mil por hora...

Definitivamente algo estaba fallando en él, y sabía que no terminaría para nada bien, su corazón se lo decía.

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-Calma, eso es lo que siento al pensar en ese cabello color menta.