» Chapter Four.

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El rubio se dirigía a su casillero a sacar algunas cosas que llevaría a casa, toda la mañana había evitado a su mejor amiga Amelia gracias a esos celos que sentía. Al abrir el casillero y poder sacar una libreta vio que algo cayó al suelo, era una nota. No recordaba que el la hubiera dejado; se inclinó para poder recogerla y poder leer aquel recado.

❝ Chico guapo, tierno, suave.
No puedo negar mis sentimientos creciendo fuertemente
chico gay.

Alonso miraba a las personas de su alrededor que pasaban por los pasillos o abrían sus casilleros para sacar y meter cosas. ¿Quien era aquel tipo que le había dejado la nota? ¿Como sabía que era gay? Decidió salir del plantel no sin antes cerrar su casillero.

A los lejos se encontraban Jos y Amelia observando a Alonso algo confundido.

—¡Oh si lo logramos Amelia!.—Chillo emocionado el ojimiel.
—¡Felicidades amigo! Espero este plan funcione y Alonso no sospeche.—La morena hizo una mueca de disgusto.
—También espero que este plan funcione.—El ojimiel tomó su mochila para después colgarla en sus hombros.
—¿Oye y si esto funciona, te le declaras a Villalpando?.—Amelia se interpuso en el camino del de cabello azabache. Pues está ya le había dejado una duda ¿En verdad sentía amor o era sólo atracción hacia el ojiazul?.
—Todo a su tiempo cariño, tu serás la primera en saberlo y en ayudarme.—Río el chico para después pasar su brazo por el cuello de la morena y comenzarán a reír.

[....]
—¡Braulio ya llegue!.—Gritó el ojiazul mientras tiraba de su mochila y se dirigía al sofá para acostarse.
—¿Llegaste sólo Alon, o vino contigo ese feo desnalgado?.—El pequeño movía su cabeza a todos lados para ver si Alan salía del comedor o algo por el estilo. No soportaba al novio de su hermano gracias a esa relación Alonso ya no pasaba mucho tiempo con él, ahora toda la atención era para Alan.
—Llegué sólo pequeño, le prometí a mamá que cuidaré de ti hasta que ella llegue. Dime ¿Porque te cae mal Alan?.—Alonso se acomodo para despues hacer una mueca de confusión mientras palmeaba el sofá para que el pequeño se sentará al lado de él.
—Porque toda la atención es para él; Alan esto, Alan aquello, Ya no pasas tiempo conmigo Alon.—Susurró el pequeño con un hilo en su garganta, a estas altura cualquiera pensaría que ya estuviera llorando.
—¡Brau!, sabes que eso no es cierto, siempre trató de estar contigo en todo momento.—Justificó el rubio mientras acomodaba la cabeza de su hermano en su hombro.
—¡Claro que no Alonso!, ojalá su relación termine y encuentres a alguien que me caiga bien.—Gritó el pequeño mientras se levantaba del sofá para irse a su habitación y dejar a un Alonso confundido y adolorido por lo que su hermano le estaba causando.

La tarde había transcurrido rápido, en la comida Alonso y Brau no dirigían palabra alguna el pequeño sólo se limitaba a comer y jugar con la comida mientras el rubio lo observaba.
El ojiazul se encontraba arreglando se para salir con Alan pues su madre ya había llegado y Braulio no se quedaría sólo.
—No te despediras de Brau, mi amor.—Habló la señora mientras se levantaba de la cama de su hijo.
—Brau no me ha querido dirigir la palabra desde que comenzamos a comer.—Susurró el ojiazul mientras terminaba de abotonar su camisa.
—¿Que sucedió?.—Preguntó Columba algo confundida, no entendía la reacción que tenía Brau con Alonso, estos siempre se llevaban de maravilla.
—¿Alan te da la respuesta?.—Cuestionó el pelirubio para después dirigirse al piso de abajo a esperar a su novio. Faltaban sólo 5 minutos para que llegará.

El timbre sonó, Alan había llegado a la hora que le había prometido al rubio; al saludar a su suegra y decirle que lo traería a las 2:00 am salieron directo a su destino.
Al llegar el ojiazul bajo del auto mientras su novio se dirigía a saludar a Joel y a Matt. Por las fosas nasales de este se introducía el olor a cigarro, "¿Tan temprano es y ya lo necesitan?" Pensó este mientras se adentraba al antro para poder llegar a la barra y pedir una margarita.

[....]
La noche en el antro pasaba rápido el rubio no sabía cuántas copas había introducido, esperaba a que su novio llegará y lo llevará de vuelta a su casa, estaba ya bastante cansado. Sólo quería tocar su cama y caer en un profundo sueño, pero a estas alturas sabía perfectamente que su novio se había ido del lugar dejándolo sólo; por lo que decidió dejar su orgullo y marcar a su amiga Amelia para que le pasará el número del pelinegro y este fuera por él, no tenía a quien más llamar. Sabia que su hermano era capaz de ir y reclamarle a Alan, Amelia vivía más lejos, tardaría una hora y media en llegar.
Amelia respondió después del quinto timbre.
—¡Bueno!.—Habló la morena con algo de pereza.
—Ami, soy Alonso se que es muy noche ya, disculpame en verdad pero de casualidad ¿Tienes el número de Jos que me pases?.—Susurro el ojiazul algo apenado.
—Si ¿Tienes donde apuntarlo?.—La morena se levantó de su cama para ir en busca de su agenda.
—Espera.—El rubio se levanto de uno de los sofás mientras se dirigía a la barra por una hoja con algo de brusquedad. Pues todo lo veía borroso y le daba vuelta la cabeza.

Después de tener el número de Jos decidió marcar, pero este no contestaba ya que lo mandaba a buzón por segunda ocasión. La tercera fue la vencida.
—¿Bueno?.—Habló el ojinegro con una voz ronca.
—¡Jossy! Soy Alonso.—Chillo el pequeño algo emocionado; la voz de Jos era hermosa aún siendo ronca.
—¿Que sucede pequeño?.—Pregunto el mayor mientras se acomodada en su cama.
—¿Crees que puedas venir por mi estoy en el antro Sparks?.—El pequeño se escuchaba avergonzado. Eran ya las dos con diez minutos y ya había despertado a dos personas.
—¡Alonso son las dos con diez minutos!.—Hablo algo molesto el ojimiel.
—Si no puedes no hay problema.—Finalizó el rubio con algo de enojo para terminar la llamada, pero este fue interrumpido por el mayor.
—No te muevas de ahí llegó en quince o veinte minutos.—Finalizó el mayor para colgar.

El ojimiel se levantó de su cama para dirigirse al closet y sacar dos chaquetas, una se la coloco y la otra la portaba en su brazo para que el pequeño se la pusiera. Terminó por ponerse sus tenis y salir de su habitación. Al bajar se encontró con su madre tomando un té acompañada de Luka.
—¿A donde vas a estas horas hijo?.—Pregunto Mariana mientras se levantaba de la silla.
—Me siento mal y quiero ir a tomar un poco de aire. Regreso al rato.—El ojimiel salió de la casa sin decir más.
Encendió su auto para salir en dirección al antro; después de unos veinte minutos llegó. Al salir del auto pudo notar que había bastante gente y se le haría difícil encontrar a su pequeño.
Se dirigió a la entrada, al ya estar ahí pudo notar que estaba sonando una canción de su dueto femenino favorito.

Vecher bez lyubvi
Utro bez obidy
Lyudi invalidy
Lyudi invalidy
Vecher bez lyubvi
Utro bez obidy
Lyudi invalidy
Lyudi invalidy
Poteryannyh ne zhut
Pechal'nyh ne hotyat
Takiye ne zhivut
Ih topyat kak kotyat.

Comenzó a buscar al rubio entre tanta gente hasta que lo vio, ya no estaba en sus cinco sentidos, se dirigió hacia el para sacarlo de ese lugar y llevarlo a su casa. Al tenerlo cerca lo tomo de su pequeña cintura y a lo atrajo hacía el mientras todos los miraban "Gran escándalo nos espera" pensó el ojimiel.
Al salir del antro le entregó una chaqueta color verde militar y lo ayudo a subir al auto. Durante todo el camino  el rubio reprochaba diciendo que Alan se las pagaría.
—¡Hey pequeño, llegamos!.—Susurró Jos mientras ayudaba a Alonso a salir del auto.
—¡Gracias por dejarme quedar en tu casa Jossy!.—El pelinegro le dedico una hermosa sonrisa.

Ambos chicos subieron a la habitación del mayor sin hacer tanto ruido mientras Jos ayudaba a Alonso. Mañana le esperaría un gran dolor de cabeza.

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⏰ Última actualización: Oct 28, 2017 ⏰

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Malchik Gay ↠J.V. |Pausada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora