Rotos unos huesos y el corazón

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La escritora sale de detrás de una roca mil años depués del capítulo anterior. Deja el capítulo y un dibujo hecho por ella en conpensación por la tardanza. Se va corriendo antes de que le tiren piedras, dagas, flechas, cajitas del Mcdonals o lo que tengan a mano.

🏹Chrisse🏹

Jace pov

-¿Me puedes decir como coño has terminado en la enfermería? -me pregunta Matt, mi mejor amigo- Me quedo con Cloe dos segundos y cuando voy a buscarte la gente me dice que estás en la enfermería porque te han pateado el trasero. ¿Me lo puedes explicar?

-Clarisse -digo con esfuerzo.

-Ah, esa mujer es un peligro. ¿Ya ha cumplido sus amenazas?

-Sí, y también estaba su novio.

Hace una mueca de dolor entendiendo por qué estoy depre a parte de porque me duele todo.

-Ah. Lo siento tío.

Suspiro tumbado en mi camilla. De repente entra Camila, nuestra mejor amiga.

-¿Por qué estas medio muerto en una camilla? -pregunta más enfadada que preocupada. Genial, va a hacer el papel de madre.

Me mira de arriba a abajo

-No te ofendas, pero estás horrible -me dice de brazos cruzados y enarcando una ceja.

-Y tu tan encantadora como siempre -contesto poniendo los ojos en blanco. ¡Ay! Me ha dolido hasta eso.

-Bueno, ¿nos vas a contar la historia de cómo has acabado así o que? Hay pizza para cenar y no quiero que mi hermano se la coma toda. Tiene diez años, pero su estómago nunca toca fondo.

-Vaya, estoy aquí hecho una mierda...

-Y tanto -me interrumpe Matt sonriendo de medio lado.

Continuo lo que estaba diciendo ignorándolo.

-Y tú te preocupas por tu pizza. Como se nota que eres nuestra mejor amiga.

Iba a rodar los ojos de nuevo, pero me contengo a tiempo para no hacerme más daño. Camila mientras tanto pone cara molesta al oir las últimas palabras. ¿Qué he dicho?

-La pizza es sagrada.

Sinceramente, no puedo negarlo.

-Bueno, cuéntanos esa historia tan interesante.

🗡🗡🗡

Esta mañana estaba en clase de física y química. Cuando por fin se ababó la clase, me acerqué a Clarisse como de costumbre.

-Eh nena, ¿qué te parece si después quedamos para ir al cine?

Invitarle a salir se había convertido en una costumbre y siempre daba el mismo resultado: el rechazo y la amenaza de muerte.

-Ni de coña. Pierdete de una vez, ya me estás cansando con tus pobres intentos de seducción -se dio la vuelta para marcharse pero pareció acordarse de algo en el último momento- Ah, vuelve a llamarme nena y te pegaré donde el sol nunca brilla tan fuerte que te dejaré sin descendencia.

Semidioses y mortalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora