Introducción

317 19 1
                                    

— Joder. — Dije en medio de un gemido ronco mientras que sentía su lengua hacer movimientos especiales solo para mi. Ella llevaba al menos unos quince minutos aproximadamente entre mis piernas haciendo lo que mejor sabia con su boca, y vaya potencial tenía.¿No se puede más?—Pregunté observando como sonreía pasando suavemente la lengua por los costados de, según sus palabras, la parte favorita de todo mi cuerpo y gemí otra vez como lo venia haciendo desde antes al notar sus dientes rozarme apropósito.

— Sabes perfectamente que sí se puede, ¿Por qué preguntas? —

—¿Por que juegas conmigo de esa manera? — Respondí casi de inmediato.

— No lo sé. — Chupó el glande de mi miembro dándole un apretón con su mano izquierda al estar agarrandolo y se separó haciendo un sonido que no era para nada molesto. Creo que me gusta concentrarme en la punta especialmente, es como mi preciosa paleta. —Relamió sus labios y sonrió ampliamente volviendo a su actividad.

— Lauren... llevas tiempo así... — Supliqué lloriqueando e inmediatamente sentí su boca descender metiendolo por completo. Mierda, sí. No pares. — Lleve mi mano a su cabeza enredando los dedos en su sedoso cabello y empecé a follar su boca con lentas pero profundas embestíadas. El calor de su cavidad bucal tan conocido, rodeando mi miembro seguía siendo tan agradable como la primera vez. Levantó la cabeza sacándolo y volvió a meterlo hasta el fondo continuando con los mismos movimientos una y otra vez durante algunos minutos. Voy a correrme. —Hablé casi inaudible y solo se dedicó a hacer más presión, busque su mirada encontrándola al instante fija en mi. Gemí un poco alto al sentir algunos de mis músculos tensarse junto al cosquilleo en mis testículos y llene su boca de semen arqueado la espalda, luego la sentí separarse y de reojo la vi limpiarse los labios con el dorso de su mano.

—¿Ya me perdonas? — Escuché su voz al minuto y aun en trance me incorpore en la cama de mi habitación frotando mi cara.-

— ¿Acabas de hacer esto solo por el escándalo que me ocasionaste hoy en la mañana?— Pregunté mirándola y se encogió de hombros.

—¿Ya me perdonas? — Repitió. Por favor, Camila, sabes que en serio lo lamento... —Hizo un puchero al cual le quite la atención desviando la mirada. Me levante de la cama situada en medio de mi habitación y camine hacia el baño que había en esta para poder tomar una pequeña y rápida ducha.

— Camila. —Escuche su voz acercándose hacia donde estaba yo en este momento y un suspiro se escapo de mis labios.— Camz... —Repitió, al no tener una respuesta se apoyo en el marco de la puerta para observarme con atención durante los siguientes ocho minutos en donde sólo me dediqué a enjabonarme y enjuagarme, se me hizo raro que no intentara tener sexo conmigo en medio de mi aseo, supuse que estaba pensando en un discurso de disculpas falso lleno de manipulación. Habiendo terminado de secar todo mi cuerpo la mire para volver a salir del baño y caminar esta vez a mi armario en busca de ropa interior limpia. — Escucha, se que me excedí...—Se mantuvo callada, probablemente buscando las palabras correctas para hablar.Dios, no soy buena para esto.— Dijo rindiéndose y sentándose en la cama. La mire por un momento nuevamente y busque una camisa junto a un pantalón para ponerme a la vez que recogía mi teléfono para llamar a mi chófer.

Locura Compartida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora