Capítulo 6.

166 14 2
                                    

— Quiero hablar sobre...—

— ¿Lo que acabamos de pasar juntas y lo que te confesé? —

— Exactamente. —

— Bien.— Cerré mis ojos por un momento intentando aclarar mi mente así poder comenzar. Cabe decir que en ningún momento detuvo el movimiento de sus dedos jugueteando con mi cabello.

— Primero lo primero, ¿te has deshecho del teléfono? — Susurre prácticamente ya que el miedo de que alguien pudiera escucharnos hablar del tema me tenía demasiado alerta, y aunque estuviéramos solas en la pequeña sala de la habitación y probablemente las demás personas estuvieran durmiendo o en su pequeño mundo, no me sentía segura.

— Lo hice trizas, me bañé con el...— Casi agradecí que respondiera de la misma forma.— Lo he desarmado como pude pero podríamos considerar quemarlo...— Sonrió de lado.— ¿Tú qué hiciste con el cuchillo? —

— Claramente lo limpié tanto como pude, ahora esta bañándose en desinfectante para pisos ya que no encontré otra cosa.— Dije entré bajas risas escuchandola hacerlo a ella también.— Podríamos quemarlo en la chimenea.—

— Suena como una buena idea supongo... ¿Cómo te encuentras con lo que hemos hecho?—

—¿Hemos?—

— Sí, Camila. Hemos. No dejare que cargues con todo tu sola.—

— No fuiste tú quien cometió asesinato.—

— Tal vez no pero estuve ahí.— Fruncio su entrecejo viéndome con seriedad.— No vas a cargar con esto sola, no te dejaré hacerlo, punto.— Sin dejar el tono preciso, su mano libre se dirigió a mi mejilla izquierda para darle una suave caricia antes de volver a relajar sus facciones.— Así que ahora dime como te sientes.—

— Raramente, no cargo con algún índice de culpabilidad. El mocoso hizo que me hartara de él cuando comenzó con las amenazas, tampoco me gustó como te trató, y la única que puede intentar aprovecharse de mí eres tú.—

— Acabas de asesinar a un adolescente porque no te gustó como me trató.— Rio por lo bajo.— ¿Qué es lo que haces cuando entras en un ataque de celos entonces?— Se burló.

— Oh, cállate. — Volvimos a reír pero esta vez un poco más fuerte. Me quedé observando su rostro, cerrando los ojos por muy cortos lapsos mientras me concentraba en sus caricias y en como un mechón de mi cabello era estirado con delicadeza por sus dedos. Sonreí sin mostrar mis dientes.— ¿Cómo estás tú? —

— Un poco asustada por lo que pueda pasar mañana, la familia de ese muchacho no tardará en darse cuenta de la ausencia de su paradero, quizá hasta encuentren su cuerpo y...— Mordió su labio el cuál había comenzado a temblar.— No lo sé, temo por nosotras.—

— Pase lo que pase asumire yo la responsabilidad. No te afectará en nada con tu carrera, quizá sólo los titulares en plan "La hermana menor Jauregui"—

— No me interesa eso Camila, quizá sea algo ambiciosa al respecto, pero creí que me habías entendido cuando dejé en claro que lo que sentía por ti no era un estúpido capricho. Me preocupa que descubran lo que ha pasado y quieran arrestarte. No quiero que se lleven lo único que realmente me hace bien por mi culpa.— Su voz salió con enojo. Tragué saliva ante su mirada y asenti.

— Bien, creo que llegó la hora de hablar de... eso.—

— Por favor. — Froto su cara con ambas manos y yo volví a mi posición inicial.

— ¿Podemos ir a mi habitación? — Pregunté mirando mis dedos. No quería que se negara al pensar que tenía otras intenciones pero con un simple monosílabo afirmó. Nos levantamos e inmediatamente intentó ayudarme, y se lo agradecí ya que aún cojeaba un poco pero no era nada que no pudiera manejar. Al llegar a dicho lugar cerró la puerta tras su espalda y se quedó apoyada contra esta, mientras que yo me acomodaba en la punta de la cama frente a ella.— Bien... Primero, quiero pedirte perdón por las últimas veces en las que te estuve tratando mal, ahora mismo me siento una completa hipócrita.—

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 23, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Locura Compartida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora