Capítulo 5.

132 14 0
                                    

— No seas tan desesperada.— Solté un suspiro mirando hacia nuestros lados ahora ya un poco llena de calor corporal, aunque aun así mis piernas seguían algo congeladas, esperando encontrar algo que pudiese ayudarnos en esta situación. De inmediatamente me insulte en todos los idiomas posibles por haber sido tan idiota, traía mi telefono celular en el bolsillo interno de la chaqueta.

— Lauren, Lauren, intenta buscar por uno de los costados mi celular, tiene que estar por ahí.—

— ¿Eres idiota? ¿Pudimos haber muerto congeladas y recién lo recuerdas?— La sentí tanteando la tela.

— Cállate, sé perfectamente que disfrutaste tanto como yo el no haberme acordado de mi movil.—

— ¿Así que si lo disfrutaste?... — Paró un momento acercando su cara a la mía para poder verme con una sonrisa burlona la cual me hizo poner los ojos en blanco.— Lo tengo.— Dijo riendo leve, estaba apunto de decirle que me lo diera para poder llamar a Dinah así pedir ayuda sabiendo perfectamente que tendría un sospechoso interrogatorio por parte de la polinesia al encontrarme en esta comprometedora situación justamente con Lauren, pero el sonido de una rama rompiéndose muy cerca a nuestro costado hizo que ambas miraramos en esa dirección.— ¿Escuchaste eso?— Preguntó en un murmuro.

— Lauren estoy pegada a ti, claramente lo escuché.— Respondí de la misma forma en tono obvio con intriga y miedo de lo que pudiese ser.— ¿A que te referías con que alguien quería hacerte daño?—

— ¿De qué estás hablando? — Sin dejar de mirar el lugar proveniente de dicho sonido moví mi pierna buena hacia el lado contrario, haciendo de esta forma que Lauren copiara mi movimiento obligatoriamente al estar ambas pegadas la una a la otra.

— Cuando te encontré dijiste que algo quería dañarte.—

— ¿Y cómo demonios voy a saber yo? Estaba drogada con alguna mierda.—

— ¿Entonces además de cometer incesto te drogas?— La voz de un chico que luego salió desde los arbustos dándose a ver, hizo presencia poniéndonos tensas a las dos. Este empezó a chasquear con su lengua mientras negaba de lado a lado.— Serás una gran decepción para todos nosotros Lauren, quizá tu también Camila. De tan sólo recordar lo que acabé de presenciar me da náuseas, ¿qué pensará el público cuando se entere?— Lauren soltó una pequeña risa sarcástica.

— ¿Y con qué pruebas crees que se enterarán de lo que supuestamente te da náuseas si solamente nos has visto a ambas cubiertas con la misma chaqueta? — Sentí el rápido flash iluminar parte de nosotras junto al bosque y luego el pequeño sonido advirtiendonos que acababa de hacernos una foto.

— Las he filmado desde que Camila te pidió que la besaras, había olvidado que quizá no me creerían si no tenía una foto en donde salieran bien. Es una lástima, yo era tu fan Lauren, te seguí desde que saliste por la tarde del edificio en dónde se hospedan, ahora me das asco y tu carrera estara arruinada.— Sentí a la pelinegra tensarse viendo como el desconocido se encogió de hombros comenzando a caminar hacia el lado contrario dispuesto a irse supuse.

— Escucha, escucha, todo tiene un precio en esta vida. Tienes que tener uno.— Dije seria sin hacer notar mi desesperación.— ¿Estarían bien para ti diez mil dólares — Este paró girandose nuevamente.

— Ganare más si les doy las grabaciones a cualquier persona de alguna cadena televisiva.— Se cruzó de brazos.

— Quince mil.—

Locura Compartida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora