Amor prohibido

III

Ya habían pasado 3 horas y nada que llegaban a recogerme, ya hasta estaba pensando en dormir un rato-¿Allie Lopez?-Dijo una de las enfermeras, hice una cara de ¡ya era hora!-Si, soy yo
-Vamos, ya llegaron por ti
Me pare lentamente de la camilla,cogí mis cosas y me fui directo hacia donde me estaba esperando mi mamá-Hola madre ¿como estas?
-¡Dios mio! Pero mira como estas, ¿quien te hizo eso? Voy a poner una queja, esto no se puede quedar así- mi mamá se había alterado un poco al verme la nariz, realmente no me he atrevido a mirarme a un espejo, no quiero saber como tengo mi rostro
-Ya mamá, cálmate solo fue un golpe, no es para tanto
-¿como que no es para tanto?la persona que te hizo eso no tiene educación, los problemas no se solucionan a golpes
-Mami, por favor vamos estoy algo cansada y ya me quiero ir- Dije eso tomándola  de la mano haciéndola salir de coordinación
En el auto nos estaba esperando mi papá, lo notaba raro, nisiquiera me dijo algo por mi golpe, saludé pero al parecer no me escuchó,mamá se subió al carro tirando la puerta, me di  cuenta que el camino que estábamos cogiendo no era para mi casa -¿para donde vamos?, me esta doliendo mi cabeza, no pretendo ir a hacer vueltas con ustedes.
-Allie no quiero pelear ahora contigo, te diré todo, en el baúl esta una maleta con tú ropa y las cosas que necesites-Dijo mi papá mirándome por el retrovisor.
-¿como así? ¿de que hablas?
-Te quedaras en casa de tu tía Cecilia mientras nosotros solucionamos unos inconvenientes- Interrumpio mi mamá.
-¿por qué siempre tengo que pagar yo cuando ustedes se pelean?- Dije, saliendo una lagrima rebelde de mi ojo.
-Es un hecho, no te estamos preguntando.
Me quedé mirando por la ventana, salían lagrimas como nunca recorriendo por todo mi rostro, siempre había sido así, mi tía Cecilia tenia mellizos eran muy llorones, siempre que yo iba me tocaba cuidarlos y me tocaba hacerle aseo a la casa, ella decía que las cosas se ganaban y ese era el precio que tenía poder quedarme a dormir allí y que me dieran comida, yo le contaba a mi mamá pero ella aveces ni me creía y mi papá ni decir, se la pasa pendiente de sus negocios que ni cuidado me pone.

-Allie despierta- En realidad me estaba haciendo la dormida, no quería entrar a la casa y ademas mi papá tiene fuerza me puede llevar hasta el cuarto de huéspedes.
-Dejala ahí. Ademas tampoco quiero que escuche lo que le vamos a decir a Cecilia- Escuché por allá al fondo decir a mi mamá, así que inmediatamente abrí mis ojos y me bajé del carro haciendo mala cara por supuesto-¿que no quieres que escuché?. Mi mamá iba a decir algo, pero tenía que salir mi tía con su sonrisa más falsa, diciéndonos que siguiéramos, acto seguido nos sentamos en la sala.
-Bien Allie, como ya sabes tú papá y yo estamos en una situación dificíl, así que por ello hemos tomado la siguiente decisión-Dijo mamá
-Nosotros nos vamos a ir a vivir a España y no queremos que dejes la escuela por lo tanto vivirás con tu tía Cecilia, cuando termines tu preparatoria te iras a vivir con nosotros-Dijo mi papá mirando hacia el suelo
-¿Están queriendo decir que si se van para otro lugar todo se va a arreglar?Vamos mamá, su matrimonio no tiene solución, mi papá es un enfermo alcohólico, papá ¿crees que no me doy cuenta cuando le pegas?-Allie no digas mentiras, me interrumpió mi mamá-¿Que no diga mentiras?¿me creen tan boba? Tu sabes más que nadie que él siempre dice que va a cambiar, eso solo le dura dos semanas y vuelve a hacer lo mismo, tú no te lo mereces, no mereces esto, él no sabe todo el daño que nos ha hecho,¿no piensan en mi? Es difícil ver como te acaba a golpes y yo no poder hacer nada, o acaso se te olvida cuanto intentó- iba a decir una cosa más pero cuando menos lo esperé mi papá me había dado una cachetada, lloré nuevamente, subiéndome al supuesto cuarto de huespedes, que ahora sería mio, claro está si a mi tía no se le da la gana de sacarme días después, le heché seguro a la puerta, escuchaba a alguien golpear pero decidí no abrir
-Hija tu sabes que te amo y si me quiero ir con tu papá es por protegerte, te amo.
Apenas escuché eso tiré la almohadas tenía rabia y decepción a la vez, pasaron unos minutos me asomé por la ventana y el carro ya no estaba.