Narra Jake
Suspiro mientras contemplo el hermoso paisaje tras mi ventana.
Jake: (Se puede ver todo el parque central desde aquí... esa fuente tan bonita con su juego de luces, aunque estén apagadas siguen siendo bonitas, y esos árboles tan grandes y sanos. También algunas calles y mis padres yéndose a trabajar juntos al hospital... Espera. No, no, no...)
Giro mi cabeza rápidamente hacia la puerta cerrada de mi habitación y afino el oído. Los pasos de un terrible monstruo pueden escucharse a la perfección subiendo las escaleras, lo que significa...Jake: (3...2...1...)
La puerta se abre de un fuerte golpe, dejando ver la cara de mi hermana.
Elizabeth:—¡Jaaakeee! ¡Que llegamos tardeee! ¡Corre, corre, corre!Por un momento siento como si toda mi tranquilidad se desvaneciera y el paisaje se volviera gris.
Jake:—Al contrario que tú, Lizzy, yo ya estoy listo. Me he despertado más pronto porque sabía que esto pasaría.
Elizabeth:—Impresionante, tengo un hermano geni... ¡Jajaja! Pero qué tonto eres, lo divertido está en sentir la adrenalina de llegar tarde el primer día.
Jake: (Tú sientes adrenalina incluso en la ducha...) —Y llegaremos tarde si no te das prisa, por cierto... creo que tienes algo mío, pequeña demonio.
Elizabeth:—Si te refieres a tus calzoncillos de Supermán, en seguida te los devuelvo, quería dibujar el logo. ¿Sabes la pereza que da buscarlo en internet?
Jake:—Vístete y dame lo que me pertenece. (A veces me arrepiento de esperarla siempre, me siento como el típico segundón de un show de comedia.)
Elizabeth:—Siii...
Mi hermana corre de vuelta a su habitación y me lanza mis masculinos calzoncillos, los cuales guardo en lo más profundo de mi cajón. A los pocos minutos, Lizzy aparece de nuevo en mi puerta, ya vestida y aseada, con sus mechas azules hacia un lado.
Elizabeth:—¿No desayunas?
Jake:—Dame una caja de pockys de la nevera, no tengo mucha hambre.
Elizabeth:—Jejeje... Sobre eso...
Jake:—Hermana mía, hay seis cajas, por favor...
Elizabeth:—¡Es que estaban muy buenos!
Jake:—Oh por dios, vas a ponerte gordísima.
Elizabeth:—¡Pero seré feliz!
Me rindo con la discusión y cojo algo de dinero de mi cartera, en mi mesita de noche.
Jake: (Supongo que hoy comeré en el instituto... Menudo día me espera.)
Salimos de casa y sigo a mi hermana, aguantando que camine dando saltitos durante todo el camino.
Narra Noemí
Noemí:—S-soy la chica perfecta... Para tí... Soy... tu n-novia... yo...
El despertador suena tan fuerte que logra hacer que abra los ojos, todo era una pesadilla.
Me siento sobre la cama y compruebo que un sudor frío recorre mi cuello, ese tipo de pesadillas me están persiguiendo demasiado a menudo... Espera, ese no es el sonido de mi despertador.Noemí: (¡Alex!)
Rápidamente, contesto a la llamada entrante de mi teléfono móvil.
Noemí:—¿Cariño? Perdona, acabo de despertarme...
Alexander:—No te preocupes, quería avisarte de que no voy a poder ir contigo... los chicos han pasado a recogerme.
Noemí:—¿Hannah y Jeremy?
Alexander:—Sí, sé el miedo que te dan las motos así que he pensado que sería mejor que no vinieras.
Noemí: (Podrías haberles dejado... Y venir conmigo...)
—Claro, ¿váis los tres en esa moto?Alexander:—No seas tontita, yo voy en la mía.
Noemí:—Perdón... estoy algo cansada y no sé que estoy diciendo.
Alexander:—En fin, te veo en el instituto cariño.
De fondo, se escucha el motor de ese enorme trasto que tiene Jeremy como medio de transporte y a Hannah riéndose por alguna tontería, apuesto lo que sea.
Noemí:—Hasta luego Ale--...
Ya me ha colgado.
Dejo el teléfono en la mesita y pongo mi canción favorita a todo volumen, sin darme casi cuenta de los gritos de mis padres dos habitaciones más al lado.Noemí:—¡Vamod a ponednod guapad, chicad!
Empiezo a reirme sola mientras plancho mis mechas californianas y canto con la tostada de mantequilla en la boca.
Noemí: (Hoy tengo que arreglarme más de lo normal, tengo que hacer que Alex se arrepienta de dejarme tirada.)
Doy miles de vueltas entre el baño, mi habitación y la cocina, ignorando completamente los gritos de la habitación de en frente.
Al final, termino vestida con unos pantalones negros y una camisa blanca de escote.Noemí: (Siempre vas por ahí sonriendo a las demás chicas sin camiseta en los partidos, ¿eh? Te vas a enterar.)
Arreglo mi habitación y limpio la cocina, no es que sea un angelito... Pero me gusta tenerlo todo limpio.
Cojo mi mochila y me acerco a la puerta cerrada de la habitación de mis padres... con un susurro, me despido de ellos tras la puerta.Noemí:—Os quiero... volveré luego.
Salgo y voy al garaje, donde coloco un enorme casco violeta en mi cabeza y monto en mi bici a juego.
Noemí: (Cariño... ¡No me subestimes!)
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Nuestra diferente forma de amar
Storie d'amoreOnce adolescentes, cada uno con su propia forma de ver las cosas, con distintos sentimientos y sobretodo... Diferentes formas de amar. Cuatro parejas principales que os harán suspirar, reír e incluso llorar con sus romances.