capítulo 11 Finalmente casados

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Sasuke estaba encima de Sakura, la cual se encontraba acostada boca arriba siendo besada por Sasuke, mientras rodeaba con sus brazos el cuello del pelinegro, el beso era muy fogoso, ambos jugaban con sus lenguas y Sasuke tenía sus manos debajo de la blusa de la peli-rosa estrujando sus pechos entre sus manos. -Gatito tengo antojo de lechita con crema batida. –susurro sensual sobre los labios del pelinegro después de haber roto el beso. El pelinegro suspiro derrotado y se separo de la peli-rosa sentándose en la cama mientras esta hacia lo mismo y lo miraba interrogante. -Voy a la cocina por tu leche y crema batida. –dijo algo decepcionado y la peli-rosa no pudo evitarlo y empezó a reírse haciendo que el pelinegro la mirara interrogante. -¿Qué es tan gracioso? –la peli-rosa dejo de reírse y se sentó en la cama sonriendo burlona mientras lo miraba con sensualidad. El pelinegro frunció el entrecejo sin entender nada.

-Lo gracioso es que tú no entendiste. –el pelinegro entrecerró los ojos y la miro molesto. –yo hablaba que tengo antojo de TU lechita. –Sasuke se sonrojo y ensancho los ojos al ver como la peli-rosa se quitaba la blusa mostrándole sus pechos cubiertos por un sexy sostén blanco de encaje. –y quería acompañarla con crema batida ¿entiendes? –pregunto sensual mientras se pasaba sensualmente un dedo entre sus pechos y el pelinegro seguía el caminito del dedo devorándose los pechos de la peli-rosa con la mirada. El pelinegro se puso duro solo de imaginarse lo que la peli-rosa quería hacer con la crema batida, así que asintió varias veces con la cabeza sin dejar de ver el dedo que ahora pasaba alrededor de uno de los senos de la chica haciéndolo tragara duro. -Voy por la crema batida. –dijo parándose rápidamente y como rayo salió corriendo de la recamara provocando que a la peli-rosa le saliera una gota de sudor en la nuca.

Sasuke salió corriendo de la habitación, al pasar por la sala alcanzo a ver y a escuchar que Karin y Suigetsu discutían, mas no le tomo importancia ya que eso era algo muy común, finalmente entro a la cocina y camino rápidamente al refrigerados abriéndolo, busco la crema batida con desesperación hasta que finalmente la encontró atrás de las sobras de anoche, al tener ya la crema batida en sus manos dio media vuelta y salió corriendo de la cocina y estaba por subir las escaleras cuando oyó gemidos atrás de él, así que detuvo su paso y volteo, pero el pelinegro deseo jamás haberlo hecho ya que quedaría traumado de por vida y eso es porque vio a Karin acostada boca arriba en el sillón de la sala sin blusa que fue lo que más traumo al pelinegro y encima de ella esta Suigetsu también sin camisa y pantalones desabrochados, ambos se besaban en la boca y tocaban por todos lados, el pelinegro se puso verde e inmediatamente la erección que Sakura le había provocado bajo. -(no volveré a sentarme ni a dejar que Sakura se siente en ese sillón o.O) –el pelinegro dio media vuelta como si fuera robot.

-Mmm SSui..getsu. –el pelinegro nada mas escucho el gemido de Karin y estuvo a punto de vomitar, así que subió las escaleras corriendo tan rápido como si tuviera diarrea. Nada mas llego a su habitación y cerró la puerta tras de sí mientras respiraba agitado. Sakura al oír la puerta abrirse y cerrarse, volteo hacia la entrada viendo a Sasuke recargado en la puerta mientras respiraba agitado, sus ojos reflejaban terror y su rostro se veían muecas de horror y asco. -¿Qué paso Sasuke? –pregunto extrañada mientras levantaba una ceja mirándolo interrogante el pelinegro la vio y suspiro tratando de tranquilizarse mientras caminaba hasta acercarse a ella, se sentó en la cama y abrazo a la peli-rosa como si su vida dependiera de ello. Sakura se extraño bastante pero igual le correspondió el abrazo. -He visto la cosa más horrible en toda mi vida. –susurro entre su cuello y la peli-rosa estaba cada vez mas sacada de onda. -¿Qué viste? –pregunto sin dejar de abrazarlo mientras acariciaba su espalda consolándolo sintiendo como el cuerpo del pelinegro se estremecía y apretaba mas el abrazo. -A Karin y Suigetsu en mero agasajo. –respondió algo asqueado. La peli-rosa lo tomo del los hombros para separarlo levemente y mirarlo al rostro. -¿hablas enserio? –el pelinegro asintió y Sakura parpadeo un par de veces para después empezar a reírse a carcajadas, fue tanta su risa que cayó acostada en la cama mientras se tocaba la tripa y el pelinegro frunció el entrecejo.

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