Capítulo uno: "Bienvenida al Sanatorio".

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LAUREN POV.

-Bien Jauregui, está será tu habitación.- Comentó la señora que había estado acompañándome en el largo recorrido de la entrada a las habitaciones, me pidió que la llamara Lobo, ella era la persona más amable del lugar.- Hay cámaras por todos lados por lo que espero que no quieras pasarte de lista con tus compañeras, ellas deben estar adentro.- Antes de que pudiera decir algo la mujer se adelantó abriendo la puerta.

La habitación tenía dos literas, un pequeño escritorio y una ventana con vista al jardín trasero. Era demasiado lindo para este horrible lugar.

-Veronica, Lucia.- Lobo grito en cuanto la puerta estuvo del todo abierta, las ya mencionadas chicas saltaron sobre sus camas mirando a la mujer asustadas.

-Mierda, Lobo.- Chillo una de las chicas, bajo de su litera caminando hasta nosotras.- Casi me meo del susto, ¿que es lo que...?- La chica dejó de hablar en cuanto se dio cuenta de mi presencia.- ¿Quien es ella? ¿Eres nueva, preciosa?

-No te quieras pasar de lista con ella Iglesias.- Lobo empujo a la chica antes de obligarme a entrar en la habitación.- Tienen de aquí a la cena para conocerse, espero que puedan llevarse bien. 

Sin más la mujer se fue del lugar cerrando la puerta de un portazo, la chica a la que Lobo anteriormente había empujado arreglo su vieja ropa antes de tomar una de mis manos dándole un leve apretón.

-No tienes que tener miedo de nosotras, también somos lesbianas.- La chica río jalándome hasta una de las camas vacías.- Mi nombre es Veronica, llevo tres años aquí.

-Yo soy Lucia, llevo cuatro años aquí.- La otra chica se levantó acercándose a nosotras colocándose a un lado de Veronica.- ¿Cuál es tu nombre y como terminaste aquí, pequeña?

-Me llamó Lauren, Lauren Jauregui.- Comenté mirando a las dos chicas, ellas se veían muy amigables.- Mi madre me encontró besando a mi mejor amiga.

-Lindo nombre, también tus ojos son lindos.- Lucia tomó mi rostro entre sus manos mirándolo más de cerca.- Te dire Esmeralda.

-Lucy, entiende que no puedes acosar a la gente así.- Veronica separó a la morena de mi, ella miro a Lucy por un momento antes de fijarse en mis ojos.- ¡Mierda, tienes unos ojos hermosos! 

-Bueno, gracias.- murmuré dejándome caer sobre la cama que las dos chicas habían elegido para mi, ellas se sentaron junto a mi sin poder dejar de mirarme.- ¿Qué es lo qué pasa?

-Esmeralda, nos caes muy bien.- Comentó Lucy, tomó una de las manos de Veronica susurrándole algo al oído a lo cual la contraria asintió sonriendo ampliamente.- Vero y yo vamos a cuidarte, Una bebé como tú no merece estar aquí.

[———]

Vero, Lucy y yo hablamos hasta que escuchamos el llamado a cenar.
Las reglas más importantes de el sanatorio son: No estar de forma sexual con ninguna chica, Nunca negarte a lo que Los guardias y doctores te piden, y no intentar escapar.
Ellas no quisieron hablarme de lo qué pasa en las terapias pero no creo que sea algo Tan malo. 

También hablamos sobre Camila, les conté que nos conocemos desde Los seis años y como es que me había enamorado de ella.
Lucy me contó cómo es que su padre ha estado peleando por años para poder sacarla de ahí y Vero simplemente me dijo que ella no tenía padres.

-La comida aquí es asquerosa, menos cuando hacen hamburguesas.- Comentó Veronica sentándose en una de las mesas de el fondo, los trabajadores nos habían servido una clase de pasta color café.

-Vero tiene razón, Esmeralda, Debes probar esas hamburguesas.- Lucy me sonrió desde el otro lado de la mesa comenzando a comer nuestra asquerosa cena, yo solo asentí, esas dos chicas hacían que este lugar no fuera tan horrible como lo imaginaba.

Mientras cenábamos un hombre vestido de blanco se acercó a Lucy indicándole que el doctor Olsson necesitaba verla, Lucy ignorando cómo Vero tomaba una de sus manos se levantó de la mesa caminando detrás del hombre.

-¿Porque la llaman tan tarde?- pregunte mirando a Vero con el ceño levemente fruncido, mi amiga no hizo mucho más que negar mientras se encogía de hombros.-

-Hay cosas que tú no debes saber, Bicho.

[———]

Después de la cena Veronica y yo fuimos a dormir, ella cayó dormida en cuando toco la cama pero yo no podía hacerlo; el miedo que me producía estar en ese horrible lugar no me dejaba ni cerrar los ojos un momento.

Lucy llegó horas después, su blusa estaba rota y pude notar como tenía múltiples moretones en sus brazos y vientre; ella estaba llorando.
Ella solo se dejó caer en su litera haciendo el menor ruido posible, aunque ninguna de mis dos nuevas amigas quisiera decírmelo después de ver a Lucy de esa manera supe que habían hecho con ella.

No sé cómo pude pensar que este lugar era bueno.

Homophobia (Camren). Donde viven las historias. Descúbrelo ahora