30 Days Spideychelle

Día 5

Besándose

(Créditos del dibujo de la multimedia a Gabriel Soares en Instagram)

Michelle, con los ojos llenos de asombro y rodeada de reporteros y demás personas que no paraban de tomar fotos y grabar, miraba a aquel villano pegado con telarañas a un poste de luz en frente de la estación de policía de New York y los policías intentaban quitarlo de ahí para poder arrestarlo. En el techo de la estación de policía, se encontraba Spider-Man. Él levantó la mano en forma de saludo.

—¡CONSIDÉRENLO UN REGALO DE SU AMIGABLE VECINO EL HOMBRE ARAÑA!—Gritó y todos los demás gritaron de asombro al verlo saltar del techo para luego empezar a balancearse por los aires con sus telarañas.

Michelle sintió el deseo de seguirlo, así que lo hizo, con los ojos pegados al cielo. Cuando lo perdió de vista, suspiró y empezó a caminar por las calles de Nueva York. De repente empezó a llover y ella soltó un quejido de frustración. Se puso la capucha de su sudadera.

De repente sintió que alguien la empujaba y ella cayó al mojado y helado piso. A pesar de la oscuridad, vio a una silueta correr sosteniendo su bolso.

¡Su bolso!

«No, no, no...» lo más rápido que pudo se levantó y empezó a correr hacia el ladrón.

—¡DETENTE, POR FAVOR!—Gritó mientras lo perseguía a pesar del fuerte dolor que sentía en su pierna por la caída. De repente se sintió como una tonta, sabía que el ladrón no dejaría de correr solo porque ella lo dijera.

Aún así, lo siguió hasta que él entró a un callejón. Ella entró al callejón y, abrió los ojos como platos al ver como una silueta en traje golpeaba al ladrón dejándolo inconsciente y luego tomaba el bolso. Ella cerró los ojos fuertemente, confundida, y al abrirlos no había nadie más a excepción de ella y el hombre inconsciente en el piso.

Se dio la vuelta y, colgando de cabeza con las piernas cruzadas, siendo sostenido por una telaraña que salía de su muñeca, Spider-Man la miraba con una mano extendida hacia arriba para mantener firme la telaraña y la otra mano sosteniendo el bolso de Michelle.

—Creo que esto le pertenece, señorita.—Dijo amablemente y le extendió a Michelle su bolso.

Ella se cruzo se brazos y sonrió maliciosamente.

—¿Estabas espiándome?—Y sabía que no era muy justo de ella preguntar eso, teniendo en cuenta que ella había intentando seguirlo en primer lugar, pero, sólo quería molestar un poco al chico.

—Claro que no! Solo escuché el grito de una damisela en apuros e hice mi trabajo.

A pesar de que no podía verlo por la máscara, Michelle sabía que él estaba sonriendo de manera burlona.

Michelle se acercó hacia él quedando cara a cara, tomó su bolso, sin quitar su mirada maliciosa.

—¿No crees que merezco una recompensa?

Michelle puso sus dedos encima del borde de la máscara y lentamente, le bajó a Spider-Man la máscara dejando al descubierto su barbilla y sus labios.

La morena acercó sus labios lentamente a los de Peter, un poco nerviosa por lo que estaba por suceder, a pesar de que ya sabía quién se encontraba detrás de la máscara. Cerró los ojos, sostuvo la cara del chico entre sus manos y ahí, con el cabello mojado por la lluvia, entre la oscuridad de la noche, Michelle Jones tuvo su primer beso con el héroe de Queens.