Katsuki Bakugo es un joven héroe que ha demostrado con creces que será el mejor de todos los tiempos. No tiene ningún impedimento hasta ahora, todo está saliendo como debería.
Pero la llegada de tres infantes, le interrumpen todo.
Mientras que los niños juegan en la sala, en la mesa están el par de adultos que se miran fijamente, uno con la necesidad de sacarle la verdad a base de golpes de ser necesario y el otro con una increíble indiferencia que lo hace rabiar.
Todoroki es el que decide romper el silencio que se ha formado desde su llegada.
—Ellos son tus hijos.
—Ya lo has dicho. —La mirada de Katsuki atraviesa la piel del bicolor como balas causando sangrado al instante—. Explícate ahora.
—Midoriya es su madre.
¿Qué? ¿Acaba de escuchar bien? Arruga el entrecejo—. Es la peor broma que me han jugado.
—No miento.
Sabe que no, es lo peor del asunto. Si fuera Kaminari seguramente lo golpearía por tremenda barbaridad—. ¿Y cómo se supone que los tuvo?
—No lo sé, Bakugō, dímelo tú. —Tiene el entrecejo arrugado—. ¿Cómo le hiciste esos hijos a Midoriya?
Mejillas ardiendo, gira el rostro—. Fue cosa de una noche, ¡estábamos ebrios!
—Midoriya es un doncel, no es un secreto, ¿por qué no te interesaste en él después de haberle acabado aden-?
—¡Cállate! —interrumpe Katsuki, avergonzado por tanta cháchara—. Esas mini bestias están aquí, pueden escucharte decir tus cochinadas.
—Yo no las hice al contrario de ti, Bakugō.
Vuelven al silencio incómodo del que salieron. Bakugō sostiene la mirada gélida de Todoroki quien no tiene el más mínimo reparo en lanzarle verdades a la cara. Siempre ha sido así. Bufa.
—¿Por qué no me lo dijo? —pregunta ahora tras darle una mirada rápida a los pequeños que se entretienen con figuras de acción coleccionables de él mismo. No le importan, le dan diez veces el mismo artículo—. ¿Por qué no está aquí hablando de esto? ¿Por qué estás tú?
—Ya era demasiado tarde cuando Midoriya se dio cuenta; no pudo venir; vine en representación suya. —Rápido y sin titubeo Todoroki ha finalizado las preguntas. Despreciable.
Vuelve a dar otra mirada a los niños. El pecoso copia de Deku está siendo molestado por el rubio que es similar a él de niño. Es increíble que su pasado se repita en sus hijos.
—¿Cómo se llaman? —Se ha rendido.
Todoroki relaja su expresión—. El mini Midoriya es Yuri, el tuyo es Akira y el tercero se llama Ryusei. —A veces olvida que ese hombre tantas expresiones no tiene, pero al menos ya no emana esa aura indiferente del principio.
—¿Y qué significa esta visita?
—No es una visita, tendrás que cuidarlos hasta que acaben sus vacaciones.
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